Cortesía Lulú Urdapilleta (OCESA)
Cortesía Lulú Urdapilleta (OCESA)
Cortesía Lulú Urdapilleta (OCESA)
Cortesía Lulú Urdapilleta (OCESA)
Por Sadi @sadisky
Una noche de nostalgia fue lo que se vivió ayer el Auditorio Nacional con Los Bunkers a pesar del gran diluvio que azotó la ciudad y el caos que había para llegar a al Auditorio sobre Reforma a la altura del bosque de Chapultepec. Apenas se alcanzaba a apreciar quienes optaron por caminar para llegar a tiempo a este show, y aunque la caminata fue un poco larga, la misión se logró y llegamos al momento donde por los parlantes anunciaban la ya famosa “Tercera Llamada, comenzamos”.
“Miéntele“, “Te viste” y “Te Vas” fueron las canciones encargadas de abrir, aunque para este entonces aún nos encontrábamos en el foyer del Auditorio, donde se percibía un gran ambiente. Al ingresar, nos percatamos que había asistentes que aún se encontraban en medio del trafico pues se veían ligeramente varios huecos entre el público, pero eso no detuvo la velada, ya que para la mitad del show se apreciaba el Auditorio completamente abarrotado.
Unas canciones después, Los Bunkers se dieron una ligera pausa para comentar: “Una de las cosas que nos alegran de volver a tocar en México es poder tocar nuevas canciones y una de ellas es la siguiente”, “Una Nube Cuelga Sobre Mí” se la dedicaron a los fans que hicieron esa noche posible pero sobretodo a los amigos y familiares que asistieron y los han apoyado a lo largo de esta carrera.
Sin duda el cariño que los chilenos tienen por nosotros es descomunal, ya que para sentir más de cerca la vibra y el calor del público. Mientras “Deudas” sonaba, Mauricio y Francisco Durán se bajaron del escenario para tocar sus respectivos solos mientras los asistentes que estaban hasta adelante aprovechaban para tocarlos, grabarlos o guardar ese gran recuerdo en un video para presumirlo a todos.
La noche era joven, el público estaba demasiado eufórico, así que para agregar una cereza al pastel, unos guitarrazos psicodélicos acompañados de unos buenos visuales se hacían presentes en “Ahora que No Estás” en una versión extendida con unos solos que estamos seguros te pondrían bien “astral” que se disfrutaron bien.
Para bajar las revoluciones un poco, “La Velocidad de la Luz” quedó perfecta para complementar lo que segundos antes había sucedido. Los Bunkers estuvieron de manteles largos a lo largo de la noche pues le dieron un repaso a los hits que han tenido a lo largo de toda su trayectoria, pero no se olvidaron de presentar canciones nuevas como “Calles de Talcahuano“, con la que rindieron un pequeño homenaje para sus raíces.
Hasta este momento la noche se había vuelto en un show superior al del Vive Latino, el Auditorio se iluminó por unas luces rojas, las luces de los celulares se hicieron presentes y el público se preparó para corear al ritmo de “Si Estás Pensando Mal de Mí“. Mauricio y Francisco Durán lo volvieron hacer mezclando los sintetizadores con la guitarra que prepararon el inicio de “Y Volveré“, el cover que les hicieron a Los Ángeles Negros el cual sonó brutal.
“Bailando Solo” y “Ven Aquí” fueron las canciones encargadas de cerrar la noche, aunque son de las canciones que más suenan y que más ponen en la radio, escucharlas en vivo se siente de una manera única. Ya para el encore de esta noche estuvieron “Llueve sobre la Ciudad“, “El Necio” y “Miño” fueron las correctas para concluir con broche de oro.
