“Back to the Beginning”:
El último trono de Ozzy y el adiós eterno de Black Sabbath
Por Ricardo Hernández Salinas
Somos testigos de un momento histórico que trasciende la música: el último concierto de Black Sabbath y Ozzy Osbourne este 5 de julio de 2025 en Villa Park, Birmingham. Bajo el lema Back to the Beginning, este evento fue más que una despedida —fue el renacimiento de una leyenda que desafió la eternidad y recordó al mundo cómo un acto musical puede unir a millones en un solo estruendo de pasión.
La alineación original —Ozzy, Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward— apareció junta en vivo por primera vez en 20 años, marcando un momento de retorno emocional y político a sus raíces. Ozzy, a sus 76 años, subió al escenario desde un trono negro adornado con calaveras, demostrando que la potencia de su voz, pese al Parkinson y las complicaciones de salud que lo han acompañado.
El día fue un maratón musical de 11 horas, con más de 14 actos que incluyeron un par de supergrupos y artistas de alto calibre. Metallica, Slayer, Pantera, Tool, Gojira, Alice in Chains, Halestorm, Lamb of God, Anthrax, Mastodon, Guns N’ Roses y otros subieron al escenario para rendir homenaje a Ozzy y a la madre de todo el Heavy Metal.
Hubo momentos épicos: Jason Momoa condujo presentaciones, Amigos de Sabbath tomaron el micrófono, y un “duelo de baterías” entre Danny Carey, Chad Smith y Travis Barker encendió la noche.
Mirá el drum solo de Travis Barker en el increíble drum off con Chad Smith y Danny Carey durante el evento #BackToTheBeginning de #BlackSabbath y #OzzyOsbourne pic.twitter.com/h3oChwbdwB
— blink-182 Paraguay (@blink182py) July 6, 2025
New footage! Jason Momoa inside a mosh pit during Pantera’s set at Black Sabbath’s final concert. pic.twitter.com/BVOXaxuFze
— Rock Photography (@Photomusicrock) July 7, 2025
Ozzy arrancó con un set en solitario, regalando clásicos como “Crazy Train” y “Mama, I’m Coming Home”, mientras el público coreaba su nombre y los cielos se iluminaron con fuegos artificiales. Luego el cuarteto original cerró con cuatro himnos fundamentales: “War Pigs”, “N.I.B.”, “Iron Man” y “Paranoid”. Ozzy, con emoción, confesó: “I fucking love you”, mientras confeti y aplausos sellaban este capítulo final.
La reacción del público fue avasallante: 40 mil almas físicas y más de 5 millones de espectadores vía streaming se desbordaron en una catarsis colectiva. Fans jóvenes y veteranos presenciaron un acto sociológico único: en un mundo donde lo inmediato domina, estos colosos del Rock demostraron que la música profunda, la que se forja en resistencias y voces auténticas, sigue siendo una fuerza viva que puede detener el tiempo.
Más allá del show, la magnitud de Back to the Beginning —donaciones millonarias para la investigación del Parkinson, hospitales infantiles y hospicios— reafirma que su legado no solo vibra en los riffs de Iommi o la voz de Ozzy, sino en acciones palpables que trascienden el espectáculo.
En MHR lo vemos claro: en un mundo contemporáneo marcado por lo efímero, Black Sabbath y Ozzy nos recuerdan que algunos actos musicales no solo resuenan, sino que perduran, nos enseñan a mirar, a esperar, a respirar. Esta noche, Villa Park fue más que un estadio: fue el testimonio de que a través del rock, podemos desafiar el tiempo.
