John Fogerty @ Auditorio Nacional: Somos Hijos Afortunados

September 30, 2025

John Fogerty auditorio naconal

Cortesía José Jorge Carreón (OCESA)

John Fogerty @ Auditorio Nacional:
Somos Hijos Afortunados

Por Alejandro Ramírez @le_fraktal

Bad Moon Rising”, cuantos recuerdos. El Auditorio Nacional repleto para rendir honores a una de las últimas leyendas vivientes del sobreviviente Rock and Roll, la vieja escuela presente, pero también los más jóvenes que aprendieron gracias al radio o a los discos de sus antecesores. Al fin una noche sin lluvia, fresca e impregnada con esencia de nostalgia.



Parece que no pasan los años por John Fogerty, que tantos desencuentros con la banda que le dio todo no dejaron cicatrices, por el contrario, con “Up Around The Bend” manifiesta su eco de inmortalidad y sus ganas por seguir haciendo lo que más ama, esta vez, acompañado por sus hijos con un ensamble clásico: guitarras, bajo, batería, teclados, un sax que aparece de repente, una armónica de esas que ya no se escuchan recientemente.

Green River”, y la influencia de esta música en nuestras vidas, en su historia, en géneros diferentes, el sonido de una Gibson de antaño cual espada de Excálibur para matar el hastío de la vida cotidiana. Sonrisas y aplausos, el público de pie cantando las frases que emanaba el vinil o la cinta.

Nacido en Bayou”, porque en la radio mexicana así conocimos al Creedence, con los títulos de sus rolas en nuestro idioma, y así las seguimos llamando. La escuela que dejó Radio 590 La Pantera o Universal Stereo según nuestra época de descubrimiento musical, ya fuera gracias a nuestros padres o tíos, “pregúntenle a sus abuelos”, dice Fogerty cuando rememora sus momentos en Woodstock con una hermosa guitarra Rickenbacker 1969 que recuperó después de muchos años perdida.

Who’ll Stop The Rain”, para entender la similitud con Neil Young, los ecos del sonido Country Folk, la influencia que ha significado para bandas como My Morning Jacket, el Blue Grass que evoca a un feliz Johnny Cash, el ritmo de “Lookin’ Out My Back Door” que provoca el movimiento de nuestros pies aunque estemos en reposo en nuestras butacas.

Lodi” para los fans más clavados del Creedence, “Run Through the Jungle” para entender su maestría sonora, porque el audio del Auditorio Nacional se escucha especialmente fuerte y adecuado para apreciar el accionar de las seis cuerdas de guitarras de antaño, del bajo que se enrosca como una enredadera en nuestros oídos, de la batería que marca la marcha entre esas tortuosas selvas que los soldados tuvieron que cruzar, de la armónica que llama a los recuerdos buenos y malos.

Joy of my Life” con imágenes de fondo en honor a su esposa Julie y sus 32 años de matrimonio, John Fogerty platica y relata y se expresa con un candor que se contagia a los fans que escuchan atentos. “Fight Fire” de The Golliwogs porque hubo historia antes de Creedence, y porque siempre es bueno entender lo que hay detrás de toda leyenda que aún podemos ver en escena. Después de ver a Dylan, a McCartney, a Clapton, a algunos nos faltaba ver a John.

John Fogerty auditorio naconal

Cortesía José Jorge Carreón (OCESA)

Luego un repaso por grandes canciones: “I Came Out of the Sky”, “Hey Tonight”, “Long As i Can See the Light”, “Keep on Chooglin’”, una verdadera cátedra de Blues a las orillas de los grandes ríos, la música prohibida, el sonido de los desfavorecidos, los solos de guitarra que en menor medida se producen en estos tiempos, el arte olvidado de la ejecución antes que la programación.

Pero es en “Have You Ever Seen the Rain” donde la alegranza se desata, cuando las parejas se abrazan, como el Auditorio Nacional canta al unísono, por los presentes y los que ya no están, por aquellos que nos vienen a la mente al escuchar estas canciones inmortales.

Down on the Corner”, porque al Creedence podías escucharlo en la fiesta sonidera a tres cuadras de distancia, en el microbús camino a la preparatoria, en un taxi rumbo al aeropuerto, en la combi que te dejaba cerca de casa de tu ex, en el metro en un compilado de MP3 con rumbo a El Chopo donde también sonaba y se traficaba y se sigue alimentando el legado. Y como mencionó el camarada Diego Alvarez en una story en Instagram: “No importa si eres chacal, metalero, punk o rasta: te sabes no una sino varias del Creedence aunque ni te guste”. En efecto, es como parte de la genética del chilango y los nacidos en México, hasta el mismo John Fogerty agradeció y celebró la versión de “Gracias al Sol” realizada hace algunos años por Juan Gabriel.

Fortunate Son”, como si un helicóptero Bell UH-1 volara sobre nuestras cabezas esperando las órdenes del teniente Dan, la canción 99 según la lista de Las 500 mejores canciones de todos los tiempos según Rolling Stone, el himno antibélico por excelencia, la emoción por escucharlo en voz de su artífice en tiempos de conflictos.

Travelin’ Band” en honor a los músicos que acompañan a John Fogerty, “Orgullosa María” para cerrar una noche mágica, de apreciación y nostalgia, como pocas en esta oleada de conciertos constantes en la ciudad, porque pudimos comprobar la mística inmortal del Creedence y sus rolas que seguirán llegando a nuevas generaciones, gracias a todos esos hijos afortunados que crecieron y seguirán creciendo con su música.

Post escrito por: Alejandro Ramírez

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