
Cortesía Leo Luna (MUTEK.MX)
Intro por Carlos Shue
Resulta irónico y hasta divertido que, mientras las personas a los 21 años recién nos enfrentamos a la multitud de realidades que implica ser adulto, un proyecto como Mutek México 2025 ha pasado por lo mejor y lo peor de dichas realidades; como diría la banda espiritual: “es un alma vieja”. La madurez y la sabiduría no son gratuitas, y después de 20 ediciones, es notorio que quienes están detrás saben lo que hacen.
2025 será recordado como el año maldito de los festivales. No hace falta dar contexto, sino aprovechar este punto de inflexión para ser conscientes y críticos con lo que consumimos, con quienes nos lo proveen, y con nosotros mismos como consumidores de música en directo. En ese sentido, este año Mutek México 2025 extendió un seguro contra siniestros para los asistentes, algo que debería ser regla desde siempre se volvió excepcional después de la tragedia.
¿A qué me refiero con ser críticos con lo que consumimos y con nosotros mismos? Bueno, después del line-up, la queja más recurrente ante festivales y conciertos es el “elevado” costo de las entradas, y lo pongo entre comillas porque si bien cada año es más caro asistir a un show, también es cierto que el clima económico y los fees de talento no se la ponen fácil a promotores y organizadores (incluso a los más poderosos y avariciosos). Ahora, ¿qué es caro en esta economía? Todo. Lo mismo que te gastas en una entrada para NOCTURNE te lo podrías gastar en una cena y peda en el lugar de moda de la colonia Juárez. Y valió muchísimo más la pena todo lo que se vivió en Mutek México 2025: tan solo la producción de cada evento valió cada peso que entró a la boletera.

Cortesía David Barajas (MUTEK.MX)
A/VISION:
Húmeda improvisación
Por moonman
Si bien este año será recordado por el más lluvioso, los ánimos de la gente nunca decayeron a pear de la torrencial lluvia sureña que cayó por unos minutos en el Museo Anahacalli. El director Damián Romero, tomó el micrófono y reconoció el esfuerzo de asistentes, staff y talento por soportar y quedarse, ya que Mutek México 2025 de eso trata: de una comunidad comprometida que busca una experiencia totalmente distinta a lo que la gran CDMX ofrece día a día.

Cortesía David Barajas (MUTEK.MX)
A pesar de que todo se retrasó una hora aproximadamente, A/VISION cumplió. Desde la telonera Tyryx, la artista británica que en el terreno totalmente experimental, buscaba crear esculturas sónicas con la total ausencia de beats, más sonidos prolongados y uno que otro glitch para crear una atmósfera humedecida. Desafortunadamente por logística, su set fue recortado y terminó súbitamente.

Cortesía David Barajas (MUTEK.MX)
Siguió una muy grata sorpresa: la productora y artistas multinstrumentalista Ourielle Auvé aka Ouri, quienes a pesar de una brisita en el ambiente, lograron comenzar a calentar los ánimos con un R&B rebajado y lindo que gracias a su voz y looping logró crear un excelente momento de baile lento. Quedé sorprendido por su habilidad en el escenario, ya que controlaba efectos y secuencias, tocaba el arpa y dio una muy dramática interpretación, al usar su voz no solo para transmitir sus letras, sino también alterarla ligeramente para formar parte de su mosaico musical. Definitivamente es para seguirle la pista y tenerla presente en tus playlists.
Para que una improvisación funcione al 100% necesitas grandes músicos, así fue lo que hizo el trío Tomorrow Comes The Harvest con Jeff Mills, Prabhu Edouard y Jean Phi-Dary. De las pocas veces que agarraron el micrófono, el master de Techno Jeff Mills nos advirtió que cada una de sus presentaciones es única, ya que ellos basan todo en la improvisación. Así, soltaba beats suaves que eran inmediatamente complementadas con las percusiones africanas de Prabhu Edouard para finalmente ser enmarcadas por el piano o teclados de Jean Phi-Dary. Fue magnífico ver esa conversación musical que muy pocas veces tuvo sus “hipos” en lo que se reorganizaban y tomaban el flow. Esa combinación de Afrobeat, Techno y lo delicioso de un teclado rítmico hizo que todos bailáramos y olvidáramos todo, pero esa es la magia de la música.
NOCTURNE:
Una danza de luces en medio del oscurantismo
Por Carlos Shue
Pocos minutos después de las 9 pm el ambient pop de Voice Actor inauguró la noche en la Sala B, con una serie de visuales contemplativos como close-ups de personas y caballos cabalgando, su voz susurraba al micrófono para unas cuantas almas que llegaron temprano; poco a poco se fueron concentrando más pero era claro que el foco estaba en la otra sala.
En la Sala A, yacía un imponente escenario 360º que se sintió como una nave nodriza atrayendo a su séquito con un espectáculo de luces perfectamente coordinadas y proyecciones en una pantalla circular que complementaban la experiencia sensorial. Allí, comenzaba a dibujarse el Círculo de la Vida, el proyecto audiovisual de Pantha du Prince, Leafar Legov y Sebastian Mullaert. Ambos actos que sucedían a la par ejemplifican muy bien la esencia de Mutek México: la contemplación como la vía para elevar el espíritu y todo lo que le rodea: la capacidad de sorpresa, los ánimos, el baile, el reencuentro con amigos. Durante más de tres horas (!) estos tres personajes nos llevaron de la mano por una lluvia de sonidos que fueron del Ambient al IDM, como una de esas lluvias que comienza con un chispeo y te confías, y cuando menos te lo esperas, ya estás en medio de la tormenta (afortunadamente el clima de la ciudad hizo tregua anoche).
Mientras en la Sala A Circle of Life se pavoneaba como ave exótica en celo, en la Sala B sucedieron cuatro actos más: Ash Fure, Seulement, Portrait XO y aya. Todos ellos inclasificables pero igual de sorprendentes, y tan bien curados que la Sala B fue de menos a super más, con sonidos que estiraron la experimentación electrónica y visuales arquitectónicamente furiosos no aptos para personas con epilepsia; otro recordatorio para siempre cargar lentes oscuros.

Cortesía David Barajas (MUTEK.MX)
Después de Circle of Life, Andy Martin subió a la nave nodriza para dar una clase de “Sci-Fi Techno and Latin Caribbean sounds with a futuristic edge”, como lo describe Resident Advisor: no pudo haber sido mejor elección. Como el público ya estaba “arriba”, lo único que Andy tuvo que hacer fue salpicar de a poquito ese Techno híbrido al que le fue trepando conforme avanzaba su set, aprovechando cada parte del escenario y de la sala para enriquecer los movimientos de los entusiastas de la pista y las historias de Instagram de los que solo fueron a figurar. Mención honorífica para Lyo XS & San Joserra + DJ Fucci con Iceblade, el batallón nacional de la Sala B que nos recordó por qué la electrónica que se produce en México es la envidia de europeos y gringos por igual.
Para las 3AM, a este cuerpo millennial ya se le habían bajado los tres tequilas con agüita mineral y limón, así que solo había dos opciones: escuchar al cuerpo y sus ganas de seguir bailando o evitar la ansiedad que provoca amanecérsela después de los 35; ganó la ansiedad. Me dolió perderme a DJ Travella, figura clave para entender la redefinición de música electrónica desde el choque de culturas, pero me fui satisfecho de saber que algunos amigos lo disfrutarían por mí.

Cortesía David Barajas (MUTEK.MX)
No sé si es intencional o es consecuencia de los tiempos turbios en los que vivimos, pero este año Mutek México 2025 me hizo comprobar que MENOS ES MÁS. Personalmente, creo que necesitamos volver a los festivales “boutique” (no me encanta el término pero explica la idea). Como parte de una audiencia a la que realmente le importa la música y poder sentirla a través de los sentidos, considero que no pedimos más que lo justo: una curaduría atractiva (poca o mucha da igual, pero que sea a conciencia), un venue accesible, una buena organización, una comunicación clara y una producción impecable que muestre respeto a la obra del artista. En este Nocturne, Mutek México 2025 nos lo dio. Felices 21, ojalá la danza de luces continúe muchos años más.