Indie-O Fest 2012 @ Polyforum Siqueiros

Todas las fotos: BigIdeas (OzCorp)

Antoine Reverb /// moonnman
Una de las mejores adquisiciones que Arts & Crafts México ha obtenido es la de esta banda tapatía, quienes con su segunda producción Everything Is A Foreign Language To Me lograron dar el salto de un lado más acústico y suave en donde el clarinete y las guitarras acústicas dominaban sus paisajes, a uno más ruidoso gracias a las distorsiones de la guitarra eléctrica.

“You As A Fish” abrió el set ante poca audiencia, ya que eran los que iniciaron la maratónica velada. Pero eso no fue obstáculo para que todos hicieran gala de sus talentos e intercambio de posiciones en la alineación. Aprovecharon la oportunidad y estrenaron una canción que va muy en la línea de lo último que han hecho.

Dense una oportunidad y escuchen esta gran propuesta mexicana.

Youth Lagoon /// Josuelo
Powers, mejor conocido como Youth Lagoon, se presentó junto a su amigo y guitarrista Logan Hyde ofreciéndonos una enorme actuación llena de tintes lo-fi que se mezclan con paisajes sonoros de ensueño para dar todo un ambiente nostálgico. El originario de Idaho portó su peculiar gorra y una playera de manga corta que dejaba ver sus tatuajes en los brazos, la voz de Trevor en vivo es tan nítida como en su disco The Year Of Hibernation, el cual ocupó el lugar número 6 en nuestro conteo de lo mejor de 2011.

Parte de la belleza de Youth Lagoon es la manera que interpreta sus canciones y el desarrollo que éstas toman. Puede iniciar con un silencio, pero a medida que se agregan capas toman una calidad impactante, así lo mostró con “Cannons” y “Afternoons” o las canciones más suaves como “Montana” y “17” una contundente actuación de este joven maestro de las emociones.

Wild Flag /// Luis Arce
Algunas presentaciones se aprecian porque en ellas todos se mueve gradualmente, las luces, el setlist, el público, todo, incluso la propia banda. Uno se aproxima a ellas, y las disfruta, en primera instancia, porque la música es buena; en segunda –y mucho más importante que la primera– porque en vivo, esa música adquiere una explosividad y un dinamismo que trasciende las pésimas ecualizaciones y el volumen indiscretamente alto. Wild Flag, lindo paradigma de la emoción escénica, tuvo la oportunidad de encarar al público mexicano tras la salida de su álbum homónimo el año pasado. Y debemos admitir que estas chicas en verdad saben cómo amalgamar la presencia escénica con el sentido transgresor de la naturaleza rockera. Se divierten, bromean y juegan a ser rock stars. Ya sea con “Future Crimes”, “Boom” o armonizando inocentemente en “Glass Tambourine”, el espectáculo que Wild Flag ofreció durante el Indie-O Fest fue uno de los momentos más dinámicos del festival, y una vertiginosa exhibición de talento y gracia. Después de todo, qué mejor manera de encarrerar este “pequeño gran festival” hacia la noche que con una pequeña gran banda.

Kurt Vile & the Violators /// Por: Luis Arce
La imagen de Wild Flag, y su espolvoreada presentación sacudió gentilmente a cada uno de los asistentes del Indie-O Fest. Pero, fue cuando Kurt Vile y el sucio barrido de sus amplificadores tomaron el escenario, que el público comprendió porque es necesario dejarse arrastrar por un sistema de sonidos que pueda ralentizar la noche. Uno puede esperar cierta separación entre estilos durante los festivales, pero el ritmo del Indie-O Fest es algo digno de admirarse. No sólo contenía momentos de enriquecida intimidad con Youth Lagoon, o explosividad escénica con Wild Flag; pues Kurt Vile fue el primero en probar que también estaban admitidos los voluptuosos muros de sonido, la disonancia y la cristalización de imaginario abstractos.

En algún punto de la presentación, el guitarrista decidió cambiar su instrumento cotidiano, por un saxofón, para acompañar a Kurt mientras declamaba extravagancia. El resultado fue un momento, ciertamente pesado, que vino a moldear con sensatez la losa que ya teníamos sobre nuestras cabezas. Moldeando, en los oídos de los asistentes, la escultura de un hombre aplastado.

City and Colour /// Josuelo
Un gran número de seguidores de Dallas Green, quien fue galardonado como Mejor Álbum de Rock de Canadá en iTunes Rewind 2011, se fueron acercando al escenario para aplaudir, disfrutar y entonar varias de las canciones que City and Colour entregó en esta primer visita a la ciudad de México. Este canadiense llenó de energía e inspirado por el sonido folk, country, americada apoyado de una muy buena banda cuyos temas que entregaron fueron en su mayoría de sus dos últimos materiales Bring Me Your Love y Little Hell.

Sus canciones tienden a ser confesiones y maneras de descubrir su alma, habla de sus propias inseguridades, pruebas y caminos por los cuales opta al andar. La banda reflejó satisfacción por el recibimiento tan cálido de los presentes conquistando así a sus fans mexicanos.

Lee Ranaldo /// Salvap0p
Es sabido Sonic Youth dejó de existir, al menos por ahora. Y a menos de un mes de editado el Between the Times and the Tides (Matador Records) de Lee Ranaldo, tenemos la oportunidad de escuchar su presentación, en una proverbial nítidez (de pop) y pulcritud (arte sonoro), con versos tarareábles a primer escucha en “Off the Wall”, “Lost” y “Angles”. Melodías sencillas en escena, pero todas con una ejecución de guitarra impecable, guitarra que cambiaba a cada tema, denotando estilo, cadencia, elegancia y creo aún esa ingenuidad que lo caracteriza.

Lee se toma un respiro y subleva una de las bandas que más le ha gustado en la vida, recordando los adorados setentas que vivió envidiablemente en Nueva York, de donde es originario, en una interpretación exageradamente ruidosa “Thank You for Sending Me an Angel” de los Talking Heads, incluída originalmente en el “More Songs About Buildings and Food” nos recordó de donde vienen y a donde van, y es que de alguna manera, todos los temas suenan poéticos y románticos, pero siempre acompañados de urbanismo y entrega inmediata, “Fire Island” un enérgico power pop rock es una ironía al noise que acostumbra hacer, rasgueos innegables de un sonicyouth plagado de silencios entre nota y nota, para terminar de volarte la cabeza sin miramiento alguno.

En el año 2003, Ranaldo fue elegido número 33 entre la lista de Los 100 mejores guitarristas realizada por la revista Rolling Stone. En el número 34 está Thurstoon Moore. Así que no hay razón alguna para pensar que fue el mejor acto de la noche. Y por si fuera poco Steve Shelley tocó la batería en todos los temas.

Thurston Moore /// Luis Arce
La primera escena involucra al Thurston que todos conocemos y admiramos: sostiene su Fender Jazzmaster con la disciplina que sólo veinte años de fidelidad sonora pueden regalarte. Luego aparece algo más profundo. Thurston Moore es una figura de incomparables efectos. No sólo es un asombroso guitarrista, o un devoto escucha de la música en general. No, este hombre, es definitivamente agitado por un encantador humanismo. Por eso puede comunicarse tan eficientemente con un público que lo observa, ahíto, mientras drena con elocuencia la magnitud de la sonoridad que ha decantado con su guitarra. Imposible no admirarlo. Gustemos o no del noise, o la música experimental, pensar en el orden que Moore subvierte a la apariencia de su música nos sorprende. El hombre, tiene la extraña virtud de generar un público a partir de prácticamente cualquier estilo.

Y así, mientras su espectáculo transcurría y Thurston usaba una y otra vez, referentes hacia Sonic Youth sin abandonar el lado perfomático de singer/songwriter que presentó en su última producción Demolished Thoughts, la noche culminó en la sorpresa, en el júbilo, y en la clara noción de un festival que no se cansa de hacerse un nombre en el inventario de los escuchas. Uno de esos festivales cuya calidad musical nunca se alterará por intereses que coexistan detrás de su formación. El Indie-O, sólo busca aproximar a la gente con un lado más esencial y más centrado de la interpretación musical. En esa materia, este festival es realmente bueno. Esperemos la experiencia se repita para el 2013, y claro, que le bajen un poco al volumen.

Debo resaltar un momento de incertidumbre suspendida que ahogó varios gritos en las gargantas de los asistentes. Cuando Steve Shelley, baterista de Sonic Youth y acompañante de Lee Ranaldo, tomó las batacas para hacer equipo con Thurston. El siguiente movimiento parecía ad hoc a la escena, Lee Ranaldo sube al escenario y junto a dos sonics originales interpreta “Staring Statues”, de Moore; cerrando una magnifica velada. Lamentablemente tal escenario se convirtió en un panfleto más de la imaginación.