Paul Banks
Banks
Arts & Crafts México
7.5
Por Marco Avre @moody_
Al leer el título de este álbum uno pensaría que Paul Banks haría algo muy suyo, que sería un disco con un sello sónico muy alejado de sus tiempos en Interpol y su anterior intento de solista bajo el seudónimo Julian Plenti, pero la realidad es otra, Banks, el primer disco de Paul en donde utiliza su nombre real, no ofrece mucho que no le hayamos escuchando en producciones anteriores, ya sea, a lado de su banda o en solo.
Y es que la virtud de Paul Banks, es también su maldición, su característica voz era uno de los hitos más importantes de Interpol, las guitarras oscuras, la importancia del bajo, los ritmos típicos del post-punk, todos podían ser pasados por alto y comparados con otras bandas clásicas y actuales del género, pero la voz de Banks, era inconfundible.
Para su debut como solista, Banks decidió salir bajo el nombre Julian Plenti, y eso era lo único que lo separaba de su carrera en Interpol, las canciones tenían básicamente las mismas fórmulas, los ritmos no variaban mucho y las letras, eran, por razones obvias, muy parecidas a las de la banda.
En Banks las cosas no cambiaron mucho, en todo caso sí hay una mejoría en términos de producción. “The Base” es un ejemplo de una canción atiborrada de capas de instrumentos y efectos perfectamente ejecutados en la música, la guitarra sigue luchando por el protagonismo con la voz de Banks que suena mejor que nunca, Paul la hace flexible y la manda a lugares a donde no la habíamos escuchado llegar, pero probablemente, abrir un disco con la carta más fuerte, cause decepción con el paso de los minutos.
“Over My Shoulder“, “Arise, Awake” y “Young Again” suenan más a Julian Plenti que a Interpol, incluso por ahí se escuchan dejos de rock clásico, la composición muestra cierto parecido con la de canciones de America, banda que Banks ha covereado en sus presentaciones en vivo. Ya sea como influencia o como gusto arraigado, se escucha su eco en varias canciones del disco.
“Young Again” sirvió como sencillo oficial, y es una de las canciones más divertidas del disco, la travesura de Banks radica en la ironía y pesadez con la que canta el coro: “I’m young again, thanks a lot”, es claro que Banks no se está haciendo más joven, pero al menos, su sentido del humor está cambiando, al parecer le preocupan otras cosas, el dramatismo e intensidad que delataban las letras de Turn On The Bright Lights de hace 10 años, se nota un poco deslavado, y quizá no sea por falta de ganas del autor, quizá es la edad qué lo lleva a explorar territorios lejos de las luces de Nueva York.
Y a pesar de que el disco no vuelve a encontrarse en un punto tan alto como en “The Base“, sí guarda algunos temas fuertes para el final: “I’ll Sue You“, “Paid For That” y “No Mistakes” serán las favoritas de los fans de Interpol, tal vez musicalmente no se encuentren en muchos puntos, pero el peso del sentimiento que encuentra salida en la voz de Banks, se aprecia mejor en estas canciones que en cualquier otra del disco.
Banks no es un gran disco, musicalmente hablando, ni siquiera nos da pistas del camino que Paul Banks desea que su carrera tome, por un lado, jugar con su nombre una y otra vez le resta un poco de credibilidad, pareciera que sus discos en solitario son más una distracción que un proyecto serio fuera de Interpol, pero por el otro, la música contenida en ellos habla de un artista que deja mucho en cada canción, y tras darle varias vueltas al disco, uno no puede evitar más que sentir cariño por él y por una de las figuras que en algunos años será recordada como clave en la historia del Indie en la primera década de este milenio.
Paul Banks por sí solo no es Interpol, pero al escuchar Banks, es imposible negar que mucha de la majestuosidad de la banda, viene de su cabeza, de su guitarra y sobre todo, de su garganta.
Escucha: Paul Banks /// The Base
Video: Paul Banks /// Young Again
