Havalina
Ocho
Por C. Hadad (@HadadDosDos) /// Fotos: Ocho: Selene Ortiz – Havalina: Roja (Claudia Ochoa)
La ciudad de México se está convirtiendo en un paraíso para los melómanos, –y casi de manera inmediata en un infierno– por la enorme cantidad de conciertos que se realizan, no sólo en el año, sino en un solo día. Uno pensaría que esto tendría una consecuencia en la calidad de los grupos, pero es todo lo contrario. Dentro de este universo hay grupos que no tienen tanta exposición ante los medios y el público, y no por eso significa que tengan menor talento que los grupos abanderados. Este problema lo tiene muy presente el programa de la radio Ibero 90.9, Mercado Negro, quienes cumplieron dos años (el 4 de diciembre) de presentar sus sesiones en El Imperial, que tienen una propuesta muy fuerte pero no les garantizan la fama.
La noche comenzó con OCHO, un grupo de Querétaro que tiene una mezcla peculiar de estilos musicales mexicanos como el Huapango, Folclor, Son jarocho, fusionado con elementos de Rock y Sicodelia, que tomaron por sorpresa a los asistentes distraídos al comenzar a tocar “Principio”, ya que la mayoría del público los desconocía. Desde las primeras notas se transmitía la energía, el amor y la paz que posee el grupo, proyectada a través de la sonrisa de Ricardo, vocalista, y por la peculiar máscara de oso que portaba Fernando, el bajista. “Buenas noches y muchas gracias por venir. Agradecemos la invitación de Mercado Negro y los felicitamos por sus dos años. La siguiente canción es para el niño que llevamos dentro, se llama “Todo”” así rompió el hielo Ricardo y comienzan a interpretar dicho tema que comenzaba con la guitarra acústica mientras los demás instrumentos se iban sumando de una manera armoniosa juntándose con la voz, lo que generaba un ambiente de alegría.
Así fueron pasando temas en dónde predominaba una energía positiva y de amor, culminando en su tema más conocido, “Puerta”, comprobando lo imposible, que sonara mucho mejor en vivo generando un trance por todos los sonidos claros que posee la canción, aunado a la recepción que tenían los extraños y conocidos del grupo. “Queremos cantarle las mañanitas a Fernando que hoy es su cumpleaños”, incitó Ricardo al público mientras el cumpleañero se mostraba realmente agradecido por el detalle, formando un momento emotivo que continuó con “Temazcal”, tema que se acompañada del sampleo de una guitarra hindú; misma que sonó en “Ser”, el último tema que mostraba una parte oscura por los sonidos dónde el grupo se dejó entrar en trance al final del tema, ya que todos tocaban de una manera estruendosa y perdidos en los sonidos.
Al concluir la presentación número 12 del grupo queretano que tiene una relación especial con los números, continuó el grupo madrileño Havalina, que a pesar de tener 10 años de estar tocando rock con tintes de Post punk y Sicodelia, era la primera vez que nos visitaban. Cabe resaltar que antes de que tocaran se podía percibir un ambiente que se tornó de cualquier bar, dónde tocaría un grupo de fondo. Error que muchos cometieron.
Entre el barbullo que se percibía se abrieron las cortinas del escenario, se dejaron entre ver tres individuos; Manuel en la guitarra y voz, Ignacio en el bajo y Javier en la batería. Era un escenario sobrio que sin más, comenzaron con acordes oscuros, bajos densos y una batería perturbadora que daba forma a “Norte”, dónde se podía notar la madurez del grupo y de lo cómodos que están en el escenario.
“¿Cómo están? Bueno, somos Havalina y estamos muy contentos de estar esta noche aquí y que estén ustedes para vernos al ser nuestra primera vez en México. Llevamos un par de semanas haciendo promoción de nuestro nuevo disco y estamos muy contentos de estar aquí” nos confiesa Manuel para pasar a “Antártida” e “Imperfección”, que para ese entonces el estruendo del grupo era tal que ya era imperceptible el barbullo y ahora tenían toda la atención. Fueron esporádicos los saludos –no por ello se dejaba de notar la alegría del grupo–, el bajista bromeó diciendo “esta gente nos quiere” al ver un fan que celebraba cada canción, y se dejó escuchar un gran estruendo de aprobación con cada canción que terminaba.
“Bueno, vamos a despedirnos, no sin antes queremos… esto va a ser un poco largo, no mucho, lo prometo. Queremos agradecer a todas las personas que han hecho posible que vengamos aquí a México a tocar (…) ha sido un viaje muy bonito y esperamos repetirlo pronto” se sincera Manuel para después despedir con el broche de oro titulado “Incursiones”; un tema que fue digno de ser el último, por demás de la ejecución del tema original que fue evolucionando conforme llegaba a su final. El vocalista no pudo resistirlo más, decidió bajarse con todo y guitarra con el público para comenzar a tocar una improvisación desde ahí y retar a Ignacio a que se bajará del escenario y que Javier se les uniera con el thom de la batería para seguir tocando y saltando con todos los fans alrededor de ellos.
Es así como aprendimos que no se debe de subestimar las presentaciones de grupos “pequeños”, ya que ellos también saben dar conciertos memorables.
