Reseña: Peaches /// Rub

October 16, 2015

Peaches-Rub

Peaches
Rub
I U She
7.9

Por Arturo R. Jiménez

Fluidez sexual, identidad de género, heteronormatividad y paridad de género son algunos de los temas que finalmente han sido aborados en el mundo de la música popular por los mismos artistas, medios sociales y de comunicación. Las constantes declaraciones de las estrellas y las vías de expresión equitativas para un público con conexión a Internet han destapado discusiones apasionadas sobre lo que es la sexualidad y el individuo en el año 2015. Es afortunado que, después de un periodo de seis años, Peaches regresa justo ahora con un nuevo manifiesto musical repleto de franqueza y vulgaridad anunciando que Rub llevará todas estas discusiones a la pista de baile.

El impacto que Peaches causó con su primer LP The Teaches of Peaches (2000) dejó a muchos con la boca abierta: ella era una artista violenta que arrojaba su cuerpo de un lado al otro del escenario y que escupía joyas como “Vamos a coger hasta que el dolor desaparezca” y “los hijos de puta quieren coger conmigo, acostarse conmigo, hacer el amor conmigo”. Su actitud era mitad Iggy Pop, mitad Wendy O. Williams y su vocabulario parecía haber venido de Penthouse y la novela Desnuda Llegó la Desconocida, pero esta impresión que arrebataba la atención escondía un discurso poderoso. Peaches exhibió un mundo donde el sistema sexual jerárquico no existía, su placer era lo más importante y la orientación sexual era algo mucho más complicado de lo que todos pretendíamos que era. Todo esto envuelto en canciones de Electro minimalistas y Peaches se encontraba en una categoría por sí misma. Ahora, quince años después la artista lanza Rub en lo que ella describe como “un regreso al sonido clásico de Peaches” en un momento perfecto para que su voz no pueda ser ignorada.

Rub puede ser dividido en dos mitades: En la primera, Peaches conserva el sonido de sus primeros lanzamientos con una pista de acompañamiento sencilla mientras encuentra las rimas más agudas para “clit” o “dick”. En la segunda parte retoma el bullicioso sonido de I Feel Cream (2009) para crear explosiones bailables como “Vaginoplasty”, “Light in Places” y “Dumb Fuck”. Justo entre estas dos partes está “Free Drink Ticket”, la canción más perturbadora que Peaches ha escrito hasta la fecha. Insiprada en un rompimiento con su pareja, la cantante utiliza un modificador de voz para sonar más grave y gruñir frases como: “Estoy en tanto puto dolor en este momento / Quiero que lo sientas / Quiero destrozarte con mis propias manos”. Es un momento áspero en el álbum pero que refuerza la humanidad de una artista que muchos pueden desacreditar como juvenil o perturbada.

Peaches posee muchas armas para dar de qué hablar; es un ícono feminista, sexual, una cantante talentosa, un ejemplo para el DIY, un proyectil sin rumbo en el escenario, una compositora brillante y un símbolo de la vanguardia pero este es el momento de Rub y Peaches tiene en sus manos una doctrina necesaria para el año 2015.

Post escrito por: Art Jimenez

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