Paul McCartney @ Zócalo

Foto Salvador Bonilla / Antonio Sánchez (cortesía Rolling Stone México)

Foto Salvador Bonilla / Antonio Sánchez (cortesía Rolling Stone México)

Foto Salvador Bonilla / Antonio Sánchez (cortesía Rolling Stone México)

Paul McCartney @ Zócalo

Por moonman

Al sumar un Beatle + Zócalo era evidente que daría como resultado algo memorable que se quedará en la memoria de las más 200 mil personas que asistieron de forma gratuita.

Los 12 mil pesos que costaban los boletos hasta adelante en el Estadio Azteca fueron comparables con los días que muchas personas acamparon previo al concierto, pese a las advertencias a la ciudadanía de no hacerlo… pero es un Beatle, es parte de una de las bandas que particularmente en México han sido recibidos con un gran cariño (sólo bastaba ver en los noticieros a señoras de avanzada edad “washa washeando” “Yesterday”).

Fue así como aproximadamente a las 6 de la tarde, la explanada del Zócalo con su 90 mil personas llenaron el espacio gracias a la expectativa de una producción que ha recorrido el mundo y que hoy en día es lo más accesible para tener un pedazo en vivo del cuarteto de Liverpool.

A diferencia de las pasadas ocasiones en las que se había presentado Paul McCartney, se sintió una vibra más positiva, ya que aquí fue más democrático (es peligroso usar esta palabra en estas épocas) en donde la persona que realmente quisiera ir sólo tenía que formarse en vez de pagar cientos o miles de pesos por ello. De ahí que se viviera un ambiente familiar, sobretodo de personas que vivieron en carne propia la Beatlemanía, en donde transmitieron a las siguientes generaciones el gusto por esta banda que crearon himnos de estadio sin saberlo.

El setlist obviamente recayó en la discografía Beatle al tocar 26 de las 40 canciones que cantó (recordemos que sus canciones se distinguen por ser breves, explosivas y pegajosas) las cuales se combinaron con algo de la discografía de The Wings (que cuando tocaba una de sus canciones Paul hacía una seña de alas con sus manos) y de sus discos solistas.

Con el inicio “Hello, Goodbye” se metió a todos los asistentes al bolsillo, sobretodo al hacer las mismas bromas de siempre al decir “cabrones”, “chilangos” o “viva México”.

Hubo varios momentos emotivos: uno en especial fue el tributo a George Harrison en “Something” en donde por lo menos las personas que me rodearon soltaron unas tímidas lágrimas que algunos quisieron ocultar y otros no. “My Valentine”, de su última producción Kisses on the Bottom, a pesar de no ser la más coreada encontró un buen lugar en el setlist mientras Johnny Depp y Natalie Portman traducían sus canciones en lenguaje de señas. A los afortunados cumpleañeros les tocó “Birthday” de los Beatles (cuya versión en español es bizarra pero muy disfrutable). “Helker Skelter”, posiblemente la mejor canción rock de los Beatles, sonó espetacular.

Una de las canciones que fue hecha ex profeso para que fuera cantada por una multitud -y que aquí funcionó a la perfección al ser cantada por 90 mil gargantas- fue “Hey Jude” que con sus muy ganadores “na na na na’s” hicieron un momento que será recordado por todos los que asistieron.

Fue así como pasaron 3 horas en donde a todos se les olvidó el cansancio y el que se quedarían sin transporte público, pero todo valió la pena para tener una postal mental más en la cabeza que se quedará hasta que muramos.