Reseña: Villagers /// {Awayland}

January 24, 2013

vilaggerswaylandVillagers
{Awayland}
Domino Records
8.9

Por José Marr ‏@JR_Marr

La primera explicación sobre el número que acredita a este, el segundo trabajo de Villagers, puede atribuírse a que {Awayland} es el primer gran disco del año, el patrón de calidad a superar (Favor de continuar leyendo). El relato comienza hace más de dos años cuando el arribo de la banda de Conor J. O’Brien se adornó de caravanas gracias al renombre que el compositor se había hecho en su natal Irlanda gracias a su carrera solista y con su anterior banda The Immediate, ahora como Villagers, como un reluciente integrante de las filas de Domino Records, en su primogénito Becoming A Jackal dejó claro que era un especialista en el tallado de Folk, que daba escenario para narrar complejidades sobre los problemas que vivía su autor y que son difíciles de descifrar.

La unanimidad de críticas de Becoming A Jackal lo apuntalan como un futuro recuerdo al que algunos le llamaran “Obra Maestra”, mas para desgracia de aquel disco, {Awayland} es excelsamente superior, coloreado por una orquestación discreta y exuberante y además, guíado por interferencias electrónicas y loops electrónicos a manera de clave morse. Desde 2012, cuando el primer adelanto “The Waves” vio la luz, lejos, muy lejos del estilo rústico de Villagers, ahora todo llevaba guía por tintineos, desenvolviendo paisajes electrónicos mientras O’Brien aparece hipnotizante, pero el agitado desenlace es una bocanada de furia grandioso. Sin embargo, la jugada fue efectiva ya que “The Waves” no estableció el molde para {Awayland} y poco después “Nothing Arrived” cambió de nuevo la mirada. Con su acústica refinada y los acentos de piano, entonando con una dulzura pacifica sobre su base rítmica delicada; este era el Villagers de antes pero con un enfoque reluciente.

Al igual que en su pretérito, el autor se cierne en un cuestionamiento para consigo, aún hay algunos pecados que su creador quiere confesar y es por eso que “My Lighthouse” es monástica, y más tarde un demonio lo invade “Earthly Pleasure“, donde hace una especie de invocación que se teje nerviosa y perturbadora en la que O’Brien proclama con mirada baja y oscura frases como “Lucifer is in our court; Beelzebub is in our banks”. A lo largo de {Awayland} es impresionante como O’Brien se encuentra en distintos modos de emoción que provocan su interpretación y eso es más que un testimonio de versatilidad mientras atrás siempre fungen en armonía sus instrumentos. Ahora está “Judgement Call“; persianas de claves, loops y violines para introducción hasta que su compás creciente nunca se detiene sino hasta el eclesiástico final, donde se contiene uno de sus textos más claros al juzgar a la religión mas no a un Dios – Ahora bien, no hay que pensar por mí mismo. No, no es necesario pensar en absoluto. Cuando el equipo dice que vaya, voy -, afirmando siempre “Es una cuestión de criterio”.

Nada lo que ahora es a primera vista de esta obra era audible en “Becoming A Jackal“, pero suena perfectamente compacto, incluso su forma de escribir es un paso más arriba. Aún en el incremente de energía de “Passing A Message” la ortografía en la que crece de ser un Jazz a una especie de Free-Jazz es prodigiosa y por otro lado, ahí resguarda intacta la formula basada en la suma de sus partes en “Grateful Song” que con su sencillez logra eclipsar por un par de minutos en el horizonte de {Awayland}. Como sea O’Brien sólo parece tener el don de hacer cantar todo lo que tiene a su alrededor, por eso también este trabajo explícitamente es ambicioso e innovador, cada canción es una sorpresa, cada canción aguarda un tesoro, como conjunto {Awayland} crece exponencialmente, tanto que la perfección puede respirarse sencillamente.

Video: Villagers /// The Waves

Video: Villagers /// Judgement Call at Other Voices

Post escrito por: Jose Marr

2 thoughts on “Reseña: Villagers /// {Awayland}

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