RPM: 55 años de Kind Of Blue de Miles Davis

Por: Ernesto Acosta Sandoval (@admiralhalsey_)

Pintado de Azul: 55 años de Kind Of Blue de Miles Davis

En las liner notes que aparecen en la contraportada de Kind Of Blue (1959), Bill Evans dice que es casi imposible explicar la sensación que produce la improvisación. Evans, el pianista en el álbum, sabe de lo que está hablando. Compara el proceso creativo en el Jazz con un arte japonés de dibujo ininterrumpido: el pintor debe pasar la brocha por un lienzo y dejar fluir su imaginación: la precisión es de suma importancia. Escuchar y enfrentarse a la obra maestra de Miles Davis supone un reto similar. Entender que todo, durante los cinco temas que lo componen, fluyen y son parte de un todo que únicamente podemos interrumpir al cambiar de lado el LP. Sólo así estamos cerca de poder describir y explicar la sensación de la improvisación a la que el supergrupo que Davis armó nos somete durante cuarenta y cinco minutos. Un súper grupo compuesto por Julian ‘Cannonball’ Adderley, Wynton Kelly, Evans, Paul Chambers, James Cobb y el mismísimo John Coltrane.

Kind Of Blue fue grabado en apenas dos sesiones en la primavera de 1959 en el Nueva York efervescente de la época. Según Evans, Davis sólo les dio a los músicos algunos lineamientos previo a la grabación. Durante años existió el rumor que el disco se grabó de golpe y en una sola toma, pero con la reedición del 50 aniversario se demostró que hubo outakes y equivocaciones, tristemente derrumbando el mito que se había construido desde entonces. Pero no importa, finalmente la cultura Pop se construye de estos mitos y vale la pena seguirlos perpetuando. ¿Qué ha construido ese mito? Miles Davis, dentro de su patrón de improvisación logró que los solos se integraran a la melodía y al tono general de cada uno de los temas: no se basó en cambios de acordes, ni se basó en estándares preestablecidos. Lo anterior queda clarísimo desde la pieza abridora, “So What”, nombrada así porque mientras el bajo va guiando a los demás instrumentos, metales, piano, batería, estos le responden diciéndole “¿Y qué?”. No sólo en cuestión técnica el álbum se erige como una obra maestra, sino la manera de conjuntar a tres líderes en un sexteto: Davis, Evans y Coltrane se van turnando como directores de la acción, como queda de manifiesto en “All Blues” que abre el lado B y nos lleva de la mano a continuar el viaje con Miles tocando la trompeta con y sin sordina alternadamente. “Flamenco Sketches”, la última pieza, adelanta hacia donde tenía puesta la mirada Davis, su siguiente álbum: Sketches Of Spain causaría aun más revuelo el siguiente año.

Davis siempre tuvo esta tendencia a no dejarse rebasar por lo que estaba sucediendo, no sólo en el mundo del Jazz. En 1959, con el advenimiento del Rock and Roll y géneros afines, empezó a demostrar lo que vendría a hacer en los años siguientes con Bitches Brew, enclavado en la Sicodelia de la época (1970), hasta llegar a las experimentaciones con el Hip Hop en Doo-Bop (1992), siempre aprovechando el momento y afrontándolo con dignidad, sin sonar oportunista jamás, incluso, parafraseando a Chick Corea, creando un nuevo lenguaje en la música. La influencia de Kind Of Blue es incalculable, no es exagerado decir que sin él el desarrollo de la música Pop en los 60s hubiera sido completamente otro: Roger McGuinn de The Byrds quizá nunca hubiera tocado los solos que tocó; Jimi Hendrix no se hubiera atrevido a hacer lo que hizo en Electric Ladyland; Duane Allman de los Allman Brothers tal vez no hubiera tocado una guitarra eléctrica jamás.

Kind Of Blue llega a sus 55 años en plena forma y dispuesto a seguir cambiándole la vida a todo aquel que esté dispuesto a sentarse y dejarse llevar por el lienzo en blanco que supone la primera escucha, y la segunda, y la tercera y todas las demás veces que se ponga la aguja sobre el vinilo y empiecen a sonar esos suaves y estremecedores primeros acordes de piano de “So What”.

Para Emiliano, por iluminar el camino