MØ @ Plaza Condesa

June 4, 2015

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Nicola Cruz

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Por Diego Álvarez Rex
Fotos Roja (Claudia Ochoa)

Más que notar la impresionante e inmediata conexión que hace la cantautora danesa con el público nacional (y seguramente con el del resto del mundo) es el mensaje que claramente resuena en la juventud presente, y es una especie de lamento o bien ‘berrinche’ adolescente que ruge como sí no hubiera un mañana, o bien, porque no se quiere vivir el mañana.

Con un nivel de exposición que solo un monstruo discográfico como Sony le puede dar a un artista, pasó de probar suerte en clubes daneses a enfrentarse a enormes teatros por todo el globo en menos de año y medio, y más allá de colaboraciones con Iggy Azalea o Major Lazer, su nivel musical muy a la par de la ‘nueva oleada’ de electro pop europeo muy del estilo James Blake, SOHN y FKA Twigs que mezclan el soul y el llamado Post Dubstep en un devenir sonoro tan emotivo como bailable, fue el principal protagonista de uno de los mejores recitales que ha visto El Plaza Condesa en lo que va del año.

Una noche que inició con un inesperado invitado en la consola, Nicola Cruz, DJ ecuatoriano de lo que el llama Andes Step aludiendo al hecho de que mezcla ritmos folclóricos andinos con beats electrónicos en una simpática y amena ejecución que aunque interesante, poco inmutó al público que parecía no saber hacer otra cosa más que pensar y respirar por , ya que inmóviles e inmutables, permanecieron en silencio durante su set y apagadas las luces a las 10pm, todos se apachurraron lo más cerca del escenario posible.

Una batería electrónica, una consola y una guitarra más un montón de efectos vocales arrancaron con “The Sea” que retumbó por todo El Plaza pero claramente más tronaba dentro de los presentes que gritaron hasta desgarrarse gargantas en cada movimiento de la cantante para envolverla en el concepto al que más se le ajusta su actitud y presencia: “Súper estrella pop”; algo interesante a señalar es que piezas como “Fire Rides”, “Waste of Time” y “Never Wanna Know” pudieron haber brillado por la voz limpia de pero una serie de capas, no precisamente playback sino efectos en loop, saturaron la pista vocal dándole una nueva textura de mucho más grosor, aunque por momentos pareciera que lo único que no se escuchaba era la voz real de la originaria de Odense.

La energía de en escena también es factor vital para tener a todos sin parpadear ya que es única en sus contemporáneos, en lugar de salir y cantar y explotar alguna imagen de lolita o femme fatale, la vocalista sale y a brincar, patalear y alzar el puño como bien dice el inicio de este texto, como el ‘berrinche adolescente’ musical más claro que pide no saber nada del mañana, ruega no volverse adulto y que por más que se esfuerce parece no entender el mundo que la rodea… pero pide solidaridad, que no se le abandone y se le una en su cruzada por la supervivencia.

El éxtasis fue total, y en un recital complementado con un cover a Spice Girls y proyecciones que incluían desde películas clásicas, material de archivo y hasta princesas Disney, la danesa dejó detrás de sí un publico de rodillas en un recinto casi a reventar, ¿qué deparará a alguien que en tan poco ha logrado tanto? ¿qué tanto durará esta esencia de postergada juventud que declama en cada letra? Sí se puso atención, no es algo que nos deba preocupar porque lo importante es vivir el hoy.

Post escrito por: Diego Álvarez Rex

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