Arms And Sleepers @ Bajo Circuito

Por moonman
Fotos Adrián Martz Galicia

Mucho se ha mencionado sobre la muerte de lo “indie” porque ha perdido su franqueza y ha adoptado sistemas que para nada se les puede relacionar con lo independiente. Por lo mismo, es muy fácil que todo mundo se ponga la etiqueta para que al final quede un pastiche extraño cuya autenticidad queda borrosa y difícil de entender.

Esto no pasó en el concierto de Arms And Sleepers. Realmente hace mucho que no volvía a sentir esa vibra franca de asistir a un concierto que tuviera todos los elementos para crear una muy grata experiencia para los asistentes. De entrada fue organizado por los chicos de Pórtico, una publicación gratuita que va por su tercer número, que contactaron a Mirza Ramic ya que estaba organizando una gira en donde también visitaría la ciudad de Guatemala. Las condiciones se dieron y lograron crear un espacio íntimo en medio de una alta temporada de conciertos.

Mirza decidió bajarse del escenario y colocar en una mesa todo su cerebro digital que consistía en laptops y demás artefactos para recrear todo lo que en sus estudios particulares y salas de ensayo fueron creando. La gente se fue acercando tímidamente hasta quedar literal a unos centímetros de él, pero la propia música fue envolviendo a todos para crear una comunión en donde todos se movían al unísono.

Su set consistió en sus últimos EPs, que afortunadamente han tenido un tiempo de lanzamiento muy constante. Sus canciones tienen esas progresiones que te atrapan de inmediato y que automáticamente hacen que tu cerebro empiece a crear imágenes cinematográficas, por lo que había muchos asistentes que simplemente cerraron los ojos y dejaron irse. Para los que no lo hayan escuchado es una mezcla entre Moderat, Bonobo, Nicolas Jaar o Caribou con un poco de RJD2.

A casi una hora del set decidió parar para hacer una sesión de preguntas y respuestas entre los asistentes. Ahí supimos más de Arms And Sleepers, como el por qué la otra mitad del proyecto no fue (porque estaba cursando actualmente en un doctorado) o que recientemente estaban firmados por esas grandes agencias de representación y que simplemente los despidieron, por lo que él decidió retomar lo más básico y dejar de tratar a personas que sólo conocía por correos electrónicos y hacerlo más personal, de ahí la decisión que todo fuera más íntimo como cuando comenzó su proyecto. También le pidieron que cantara, pero él dijo que no tiene voz para ellos y que por lo mismo invitaban a algunos vocalistas para que lo hicieran.

Volvió a despegar el viaje para terminar con “A Thief is a Thief is a Thief“, una tremenda canción de levanta, te mantiene en el aire y te aterriza con suavidad. Al final hubo una pequeña firma de autógrafos en donde mutuamente se mostró un afecto y nos dejó claro que un concierto es creado por ambas partes: músico y audiencia. Lástima para los que se perdieron de esta gran experiencia, difícilmente se pueden repetir estos momentos.