My name is Might Have Been:
20 años de Celebrity Skin de Hole
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
Pongámoslo muy en claro de una vez, Hole es Courtney Love, y Courtney Love es una mujer talentosísima a la que ya estuvo bueno de denigrar y achacarle culpas que no le pertenecen. Con sólo tres álbumes durante la primera etapa de la banda, Love dejó muy en claro que no se andaba con rodeos a la hora de tomar una guitarra y destrozarse la garganta. La sensibilidad que hay en Pretty Inside, Live Through This y Celebrity Skin tiene distintos matices y distintos niveles de distorsión sonora. Pero cada uno representa una etapa en su vida y en sus demonios internos contra los que siempre ha luchado y nunca le ha interesado mantener ocultos. Live Through This (1994) es una obra maestra improbable resultado del momento en el que estaba sucediendo cuando, sin deberla ni temerla, se encontró en medio del spotlight mediático que significaba estar ligada sentimentalmente a Kurt Cobain. Ese segundo álbum es ruidoso, doloroso y aterrador desde la portada. Pero hoy nos ocupa el veinte aniversario del tercer y último álbum que lanzó en los noventa, Celebrity Skin, que también debe ponerse a la altura que alcanzó con su segundo álbum.
El tema central de Celebrity Skin es el agua, en general, y una sensación de asfixia y de imposibilidad de salir a la superficie, en particular. Como cuando sueñas que te estás ahogando y luchas por evitarlo. Eso es lo que Courtney Love parecía estar sintiendo cuando escribió las doce canciones que contiene el álbum, después de los complicadísimos años posteriores al apocalíptico 1994. Celebrity Skin es una reflexión a distancia de la época dorada del Grunge, cuando ella era la reina, que abarca la fama y sus consecuencias (“Celebrity Skin”, “Use Once And Destroy”), la presión por mantenerse actual (“Awful”, “Reasons To Be Beautiful”), una búsqueda por una vida menos enredada (“Malibu”, “Northern Star”), la necesidad de no olvidarse de tener que respirar (“Dying”). Todo empapado en capas y capas de guitarras glam, baterías tupidas, melodías aparentemente Pop y la desesperación que siempre caracterizó su voz y que parecía disfrazar el desgaste de ser ella. Auxiliada por Billy Corgan, en un momento en el que al frontman de Smashing Pumpkins parecía ya no interesarle el Rock tradicional, aquí Love logra salir a la superficie gracias, precisamente, al rock más tradicional que Hole llegó a tocar, ayudándole además a la cantante, a ponerle punto final al Grunge.
Veinte años después, es necesario recordar, o enterarse, que Courtney Love no fue la mala de ningún cuento. Celebrity Skin es el recordatorio y el documento para cualquiera que se niegue a verlo.
