Entrevista /// The Guadaloops: Sus raíces y desarrollo a través del tiempo

December 11, 2018

Cortesía La Tuna Récords

Por Axel Valerio

A lo largo de mi colaboración con MHR ha sido difícil separar el gusto que tengo por las bandas al escribir sobre ellas, sin lugar a dudas, como periodista musical, tengo que distinguir sus emociones al momento de hacer las preguntas, para realizar una descripción.

Por primera vez, me atrevo a decir que The Guadaloops es un proyecto del cual no se puede encontrar comparación, que con tiempo y dedicación pueden llegar a ser uno de los pilares de la música contemporánea en México, los elementos y el talento lo tienen, el tiempo lo dirá todo.

En una entretenida charla con Fermín y Ferdinand, nos dieron detalles de cómo se conformó la banda, el proceso creativo de sus producciones y una sorpresa que está pronta a suceder.

Foto: Orlando González instagram.com/_orlandogzz_

Entiendo que la palabra loop y Guadalupe hacen una referencia a los máximos símbolos, el folclor, la fe, la esperanza y la madre, pero, a grandes rasgos, ¿qué significa para ustedes el nombre de The Guadaloops?
Fermín: Para nosotros es un juego de palabras, la manera en que empezamos a hacer música y que da continuidad, siempre hay una parte que se repite, un bucle de sonido, eso significa. En realidad, lo mismo que me acabas de decir es un juego de palabras, y ahora adquiere un significado mayor desde que “soy el de Guadaloops” y esto es mi día a día, está loco, es como ir acogiendo un nombre o un apellido, más bien.

El proyecto se conforma en el 2012, entiendo que tú y Ferdinand se conocen desde la escuela, tú estudiabas economía y posteriormente se encuentran los dos estudiando música ¿Cómo se fue conformando la banda?
Fermín: Esos datos son correctos, nos conocimos en una escuela de música y empezamos a colaborar, digamos a tallerear; la onda era producción, porque los dos éramos alumnos del main de producción. Independientemente de que cada quién estuviera en su carrera estábamos juntos en la producción, así que, de repente, nos encargaban proyectos juntos. Fue a raíz de un curso de verano con el productor Balta Hinojosa que ya falleció (trabajó con Ximena Sariñana) que hicimos algunos trabajos; incluso lo empezamos a hacer como gusto, pero en realidad nunca llegó a mucho más. Pero después nos volvimos a juntar, ya pasados unos años de que yo había salido, y ya nos vimos más para tocar en vivo.

Ferninand: Ya lo tope acá, yo andaba de viaje y rentamos un estudio, nos pusimos a maquetear algo, de la nada nos dio por hacer lo que hacíamos en la escuela, grabar y tirar ideas. Me acuerdo que esa vez salieron 12 maquetas que se perdieron.

Foto: Orlando González instagram.com/_orlandogzz_

¿Cómo fue la integración de los demás integrantes?
Ferninand: Franco era un pinche vagabundo (risas), porque su novia lo acababa de correr de su casa, ya para ese entonces éramos compas de él; cuando lo corre su novia fue que nos hicimos más compas y empezamos a hacer colaboraciones. En específico la de “Yo no sé sentir”, y entonces el vato dijo: “Oye hay que hacer algo más” y nosotros bien prendidos le dijimos: “Claro”; él nos dijo: “Saben que no tengo cantón ahorita” y le dijimos: “Tenemos un sillón”. Y así nos pusimos a hacer bastantes rolas, sin dinero pero con mucho tiempo, esto fue con Franco en el 2014. De ahí, con Bernardo, nos movimos de depa y él vivió también con nosotros, él venía de Monterrey, poco a poco lo fuimos uniendo al tema de en vivo. Después de ahí se une Sami en el 2015 que es la batería. Y de ahí por fin tuvimos una alineación estable en el proyecto, todo fue más formal porque al principio fue mucho de hacer rolas medio para cotorrear, para ver qué pasaba; fuimos tocando un poco más en serio, para que el proyecto tomará seriedad. Alguien que siempre se nos olvida mencionar es Duqui que, digamos, él era parte esencial de la banda. Él documentaba, hizo nuestro primer video y éramos como muy unidos, la neta, siempre fue parte fundamental de esa primera etapa de The Guadaloops. Por otro lado también está Ramiro Medina, un vato que nos está documentando desde hace seis años; hay un documental de The Guadaloops, hubo un primer corte que se fue a concurso y llegó al festival de Amsterdam, es algo que no se ha visto aquí. Al final siempre rodeado de gente chida que son parte esencial de la historia de la banda.

¿La banda empezó en Monterrey desde el 2012?
Ferdinand: Es importante mencionar que la banda inició empezó aquí en la CDMX; el porqué de iniciar el proyecto aquí fue por toda la situación que empezó en el norte de la República. Toda esta onda de la guerra contra el narco, todos esos años sabemos que fue difícil, y fue a partir de que cerraron muchos venues que Fermín y yo dijimos: “¿Qué vamos a hacer cuando nos graduemos de aquí?”, entonces nos venimos completamente por eso.

Son dos voces en la banda tú y Franco, ¿cómo es que hacen mancuerna para componer?
Fermín: Al principio yo era el frontman. Nunca estuve tan a gusto, después entró Franco haciendo el paro con eso en vivo y ya me colgué la guitarra, porque al principio yo no tocaba con la guitarra. Me movía y hacía todo lo correspondiente a un frontman, estaba padre, me gustaba hacer eso pero me causaba inseguridad y este vato llegó a reforzar esa parte lo cual me permitió enfocarme a dirigir el ensamble y agarrar la guitarra. Al principio me costó un poquito hacerme a un lado del Rap, pero, ya Franco llena esa parte. Ahora no sólo combinamos eso, Berni también ya tiene una presencia ahí y está padre ver cómo se van formando esos espacios. Ahora ha tocado que la mayoría del concepto lo hago yo, primero, y ya nada más se lo transmito a Franco, el cual es un excelente desarrollador, el desarrolla los rapeos para darle ensamble.

Cortesía La Tuna Récords

¿Qué suma cada integrante a la banda?
Fermín: Lo que suma cada uno es su personalidad. Está padre eso. Con su personalidad también lleva su acervo musical. Ejemplo: cuando vamos de gira se va proponiendo la música, cada quien escucha algo y nos lo compartimos, ahora va siendo más uniforme y moderno el gusto musical, pero en un principio era más ecléctica la onda; de alguna manera se hacía un reconocimiento mutuo de lo que traía en mente el otro, musicalmente, entonces ya entendías por qué reaccionaba así la otra persona al momento de componer o a la hora de actuar en vivo.

¿Qué significa para ustedes ser una banda independiente y cuál sería la recomendación que le dan a las otras bandas?
Fermín: En lo independiente tú haces todo, es un gran aprendizaje; (1) “disfrutenlo” es lo que podría decir y (2) formense, (3) traten de ser organizados, porque no hay un manual en donde alguien te diga cómo hacerlo, en el formato independiente tienes que hacerlo tú, ser tú el organizado, ser tú el que tome las decisiones y llevarlas a cabo, estás involucrado en desarrollo, generación de ideas, hasta tener la creatividad de ver cómo van a salir las ideas. Por ejemplo: las redes, todo mundo sabe que el internet es una ventaja, pero qué tanto le sabes, hay que involucrarse y es doble chamba porque es eso y la música.

Ferdinand: Tienes que ensayar y al mismo tiempo tienes que ver cómo funciona una pauta. Al principio tienes que saber sí o sí todo, desde ensayar, masterizar, postear, hasta hacer flyers, saberle a la distribución musical y leer bastante.



¿Se imaginaron llegar al punto en el que ahora se encuentran?
Ferdinand: Sí, sacamos nuestras primeras rolas y dijimos: “Vamos a estar en el Vive Latino” y ya llevamos dos; obviamente lo dices fantaseando, no sabes cómo será, pero luego ya piensas que es en serio, estamos trabajando, me parece que ahorita vamos como en la rola 50.

Me llamó mucho la atención algo que vi en su Facebook en el apartado de descripción: “Es un sonido neo-mexicano de música que fusiona todo lo que te gusta menos lo que no quieres oír” ¿Cómo podrían describir esto?
Fermín: Creo que somos unos vatos con un buen juicio estético, en palabras sencillas “con buen gusto”, es una pendejada decir que es buen gusto porque a lo mejor a otra persona le gusta otra cosa, pero desde la música que escuchamos creemos que es algo chido, mejor dicho es una declaración de seguridad que fusiona eso que nos gusta, estamos hablando de nosotros. The Guadaloops es una banda que fusiona varios géneros y estilos, medio a forma de experimento, sobre todo en vivo pasan cosas inesperadas.

Cortesía La Tuna Récords

Platíquenme un poco más de la “Viuda”, tengo entendido que es un pueblo y ahí lo grabaron
Fermín: Sí, es un pueblo. Se llama la Viuda y está en Texas, se encuentra a las afueras de Austin. Es un juego de palabras, pero a la vez la que vendió esos terrenos era una Viuda esposa de un ferrocarrilero que se llamaba Cornelia, esa señora vendió esos terrenos.

¿Cómo fue el proceso de grabar la Viuda?
Fermín: Yo me hice amigo de una banda que se llaman “Grupo Fantasma” y tienen varias bandas, es un colectivo. Yo había trabajado con Adrrán, que es un productor muy reconocido en Texas, había chambeado algunas cosas con él de mi disco de mi banda pasada y nos mandábamos chamba por encargo de lo que hago como productor y compositor. En una ocasión yo necesitaba unos metales y ellos tienen la capacidad de grabar metales como nadie en México y entonces yo le pedía cosas, en ese entonces él se encontraba arreglando su estudio y me dijo: “Ahorita no puedo pero háblale a Beto, acá está su estudio”, entonces le hablé (con él no me llevaba tanto, me llevaba más con Adrián) y grabamos unos metales para Caroline.

Es un estudio análogo, está a las afueras de Texas. Es una cabaña afuera de su casa, está lindo y reiteradas veces me dijo: “Cuando quieran venir, aquí está el estudio”. Ya después nos inscribimos al SXSW (South by Southwest) y lo que hice fue hablarle y mencionarle que al otro año iríamos, ya tomándole la palabra; hicimos el plan. Estuvimos 13 días en Austin, tomamos actividades para todos esos días, le dije a Fer que teníamos la oportunidad de tocar, pero que es análogo, vamos a grabar en cintas, grabamos en vivo e hicimos un mixtape, de hecho en un principio se iba a llamar Mextape. Yo escribí como un par de piezas y Fer también; en un ensayo escribimos un tercer tanto, llevábamos seis bases, acabamos de grabar como en unas seis horas. Es una vibra cabronsísima, estar ahí reaccionando a la batería, al bajo, todos sentimos, es como algo muy chido.

Cortesía La Tuna Récords

¿Y en la composición de la letra?
Ferdinand: Es mucho de lo que nos esté pasando; está “Alma Nueva”, yo hice la mayoría de los beats, hago una idea, se la propongo a Fermín y a Franco, si en ese momento les late, ellos me dicen: “Esta rola me dijo esto, me gustaría que hable de esto, le hice un coro, le hice un verso tal” o de plano me dicen: “No” y la guardamos, porque es probable que en un tiempo les vaya a gustar; es mucho de lo que estemos viviendo en el momento, a veces es difícil encontrar, por así decirlo, este triángulo virtuoso en donde todos estamos de acuerdo, ahora es un poco difícil porque somos cinco cerebros, cada disco ha tenido su proceso.

¿Qué sería lo próximo que se viene para ustedes?
Ferdinand: Pues vamos a hacer una sesión en vivo de la Viuda, vamos a tener músicos invitados que van a enriquecer el sonido, lo vamos a sacar el próximo año, y ya hace unos años estamos trabajando en un disco largo

¿Algo que se me pueda estar escapando y quieran agregar?
Ferdinand: Algo bien importante que se nos olvidó mencionar. Vamos participar en el homenaje a un difunto poeta, Mariano Santiago Papasquiaro. La invitación nos la extendió Juan Villoro, un escritor muy importante contemporáneo, después de José Agustín. Tal cual nos encarga esta participación, en donde vamos a tocar una pieza que sólo existirá ahí y nos encanta ser parte de este pedo. Será este 12 de diciembre, aún no lo anunciamos, ustedes tienen la primicia. Está padre para la banda, porque significa donde converge todo el mundo literario con el Rap y con la música y ambas disciplinas se han estado mirando de lejos.

Post escrito por: Axel Valerio

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