Reseña: James Blake /// Assume Form

January 22, 2019

James Blake
Assume Form
Polydor/Universal Music
8.5

Cómo olvidarse de la depresión y disfrutar la vida según James Blake

Por Aarón Cortés

Tras el estreno de The Colour In Anything en 2016, James Blake comenzó una serie de colaboraciones junto a raperos importantes entre los que se encuentran Frank Ocean, Kendrick Lamar, Jay-Z y Travis Scott, manteniéndose activo de alguna forma u otra, mientras trabajaba con alma en su cuarto álbum.

Es así como esta semana al fin llegó a nosotros Assume Form, un disco que ha revelado una nueva etapa en su carrera, lleno de letras coloridas, colaboraciones, sin dejar de lado un par de elementos clásicos en la esencia sonora del productor.



Para comenzar diremos que el mismo Blake admitió que gran parte de la inspiración detrás de este álbum se debe a su novia Jameela Jamil, una actriz británica con la que ha salido desde 2015.

Aunque no se trata de un material conceptual, es bastante obvio al momento de escuchar las letras, que hay espacio de sobra para el amor y la tristeza para a segundo plano en esta ocasión. He aquí una diferencia notable entre sus predecesores, al estar enfocado principalmente en historias románticas con diferentes enfoques.

Claro que también se abordan otros temas como el famoso “Mile High” (al que te unes una vez que tienes sexo en un avión), del que se habla en la colaboración junto a Travis Scott y Metro Boomin. Una pieza de Hip Hop lenta, con percusiones seductoras que han destacado rápidamente entre el resto, e incluso fue liberada como sencillo promocional.

Hablando de los singles, en 2018 James Blake lanzó dos canciones que prometían formar parte de su siguiente material: “If The Car Beside You Moves Ahead” y “Don’t Miss It”. Y a pesar de que sólo la segunda logró entrar en el tracklist oficial, desde ese entonces nos dejó ver que trabajaba en algo mucho más movido, similar a lo que plasmó en su debut (2011) y en Overgrown (2013).

Assume Form cuenta con elementos instrumentales variados entre los que se adaptan las ya características voces múltiples de Blake, percusiones de Hip Hop, notas de piano, beats, distorsiones con consola, así como algunas novedades entre las que encontramos arreglos de violines en la sección de cuerdas en “Into The Red” y hasta ritmos tropicales.

Estos últimos forman parte del intro de la esperada colaboración con Rosalía, donde él mismo canta (una pequeña parte) en español junto a una de las artistas urbanas del momento. Aquí es uno de los tantos temas donde James Blake nos muestra que al fin se encuentra conforme su vida, sin caer en lo excesivamente meloso gracias a los tintes R&B.

De hecho, pareciera que la función de “Don’t Miss It” es mostrar el gran cambio al dejar atrás la depresión, con una reflexión de todo aquello que no disfrutamos de forma adecuada por estar sumidos en ese lugar oscuro lleno de sentimientos negativos.

A pesar de que ésta fue una de las primeras canciones del álbum, aparece en la parte final del mismo como una especie de flashback a los malos días que ahora son cosa del pasado. Todo mientras escuchamos una constante repetición de notas agudas que se sienten como un cálido abrazo en señal de que tarde o temprano todo estará bien

A pesar de ser el álbum que cuenta con una mayor cantidad de colaboraciones, estas siguen recibiendo un peso menor y no abusa de este recurso, marcando así un balance perfecto con el que demuestra que el disco se mantiene en pie por sí mismo y gira en su propia dirección.

La mayoría de estas canciones se encuentran en la primera mitad, dejando únicamente a André 3000 con “Where’s The Catch?” al centro de todo, con un gran estallido digno de escucharse en vivo que nos dice que aún nos queda mucho camino por delante en Assume Form. Una de las piezas más relevantes del álbum, que incluso presume más potencial que la presencia de Travis Scott #sorrynotsorry.

Podría decirse que éste es su trabajo más “Pop” hasta el momento, al ser uno de los más digeribles y cuyos altibajos están bien moderados. Aunque si hemos de señalar los puntos negativos tenemos que hablar de “Lullaby For My Insomniac”, la pieza de cierre que rompe con la energía de las 11 canciones anteriores y nos regala un final tan lento que puede ser desesperante.

Fuera de un pequeño cambio brusco en “Can’t Believe The Way We Flow”, la producción es impecable. Se trata de un trabajo en conjunto con Dan Float, y vale la pena mencionar que esta es la segunda vez que comparte créditos como productor, pues en The Colour In Anything se unió a Rick Rubin, luego de tener el control por completo en sus primeros materiales.

Finalmente entre las canciones que destacadas de Assume Form tenemos a “Are You In Love?”, para aquellos necios nostálgicos que se nieguen a aceptar el cambio, pues sus arreglos son dignos de estar a la altura de su primer álbum; “Don’t Miss It” para los que aman esa parte “depresiva” de sus canciones; el alma de la fiesta con “Where’s the Catch?” y un toque diferente a lo que nos tenía acostumbrados en “Barefoot In The Park”.

La nueva perspectiva de la vida de este productor británico quedó plasmada en canciones llenas de timbres dulces, colores, enamoramiento y 12 nuevos tracks por explotar durante sus próximos shows. Ha tenido muy buena respuesta por parte de sus fans, así que tendremos que esperar para ver si logra pasar al corte final de lo mejor del 2019. Mientras tanto ya podemos disfrutarlo completo.

Post escrito por: Aaron Cortes

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