Bush
Foto Manuel Castillo @MrCastleManu
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Stone Temple Pilots
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Por Alejandro Martínez “Archie” @mcnarchie
Noche inusual para ir a un concierto. Pues por el simple hecho de ser domingo, el efecto natural ya es distinto. Algunos dirán que no pasa nada y todo depende de las responsabilidades y horarios que cada quien tenga los días lunes. Además, en el Monumento a la Revolución que queda justo enfrente del Frontón México, había transmisión especial de los premios Oscar en pantalla gigante, lo cual hacia que pareciera más viernes o sábado por el ambiente y la cantidad de gente en la calle, restaurantes y lugares para echar trago.
Ya en el recinto presenciamos las dos últimas rolas de Pressive, la banda nacional que se encargó de abrir el mini festival. La audiencia no era demasiada todavía y pocos minutos después fue el turno de ATMA, la otra propuesta mexicana que presento su show y que honestamente desconocíamos. A los dos grupos se les recibió de buena manera y se les desea la mejor de las suertes en su trayectoria.
Poco a poco el Frontón iba recibiendo a más asistentes, y si bien no fue un lleno total, si hubo alrededor de un 80% de capacidad del lugar ocupado principalmente por fans de la vieja guardia (chavorrucos nos llaman) listos para presenciar una buena noche de Rock noventero que justo nos traslado a esos días gloriosos de riffs potentes y melodías memorables. A las 21 horas se apagan las luces y suena una intro de “Trippin’ on a hole in a paper heart” pero con violines y sirvió para la entrada de los hermanos De Leo, Eric Kretz y detrás de ellos Jeff Gutt. “Wicked Garden” es la encargada de abrir la presentación de los californianos, la gente recibe bien la banda que hace unos meses también nos visitó en el Force Fest, sin embargo esta vez mucho más íntimo y con una calidad de audio mucho mejor. De ahí vienen “Vasoline” y “Silvergun Superman“, los asistentes poco a poco coreaban las rolas y la ovación para “Big Bang Baby” y “Big Empty” también fue sobresaliente. Gutt desempeña muy bien su papel de frontman y aunque no es Scott Weiland cumple cabalmente y en verdad suena muy bien todo en conjunto. La interacción con el público no es demasiada y con algunos: “¡Hola México!” o “¡Te amo México!” era suficiente; la música hablaba por sí sola y de parte de los fans se escuchaban algunos: “¡STP!, ¡STP!”, sobre todo con “Plush” que fue unos de los momentos más eufóricos del show. Llegaba el turno de “Meadow“, sencillo del nuevo álbum que lanzaron el año pasado; y ahí el primer fallo en el audio. Llevaba media rola pero no se escuchaba la voz, mientras transcurría la canción la banda le hacía señas de que no se escuchaba, le chiflaron y hasta le gritaban: “¡Cámbiale la pila al micro!”, hasta que se dieron cuenta y mejor optaron por parar la canción, esperar el cambio de micro y volver a tocarla.
A pesar de esa falla, debemos resaltar que el audio estuvo muy bien durante todo el evento y el lugar puede convertirse en uno de los favoritos para este tipo de recitales. Ya en la recta final de la presentación de los STP, pudimos gozar de temazos como “Interstate Love Song” y después en “Roll Me Under” Jeff se sube a las gradas y da un recorrido hasta el fondo mientras la gente lo saluda, lo abraza y le comparte tragos de chela, regresa a la orilla de las gradas y pide a la banda de la zona general que lo cache, se avienta el stage diving y regresa con sus compañeros al escenario. Vuelven las ovaciones de los fanáticos, una pequeña pausa y suena la increíble “Dead & Bloated” seguida ahora sí de la versión original y completa de “Trippin’ on a Hole in a Paper Heart” para culminar con su primer hit y emblema de toda la generación “Sex Type Thing“. Un mutuo agradecimiento entre la banda y el público, y como siempre, algunos nos quedamos con ganas de escuchar temas como “Creep” (que resulto la gran ausente), “Lady Picture Show“, “Sour Girl” o la magnífica “All in the Suit that you Wear” de su disco de éxitos.
Alrededor de las 10:40 se vuelven a apagar las luces y ahora se escucha la intro de “Battle Without Honor or Humanity” pieza que utilizó Bush para entrar en acción y como siempre, realizar un muy buen show lleno de hits. Ellos también fueron parte del Force Fest el año pasado y comienzan con la tremenda “Machinehead“, a diferencia de Gutt de los STP, Gavin Rossdale sí habló mucho más con los fanáticos aprovechando que sabe español. Desde el principio la ovación hacia los ingleses es fuerte y al tiempo que iban sonando “The Sound of Winter“, la estupenda “This is War” (rola que compuso Rossdale por los conflictos racistas en Charllotesville, y que incluyeron en la reedición del Black and White Rainbows. La energía de Gavin hace que este movido todo el tiempo, y la base de Robyn y Corey que suena contundente más el matiz del enorme Chris Traynor en las seis cuerdas, hacen que Bush no decepcione en directo. Continuan “The People That We Love“, “Greedy Fly” y el sexto tema es la clásica “Everything Zen“. Rossdale entre su discurso, volteaba a lo más alto de las gradas y se comunicaba con alguien en especial, no supimos si eran de un club de fans, algún invitado especial o algo así, pero reiteradamente saludaba hacia ese lado.
Era la mitad del show y el turno fue para “Let Yourself Go” en donde Gavin también da su recorrido por las gradas, después de que también había ido al otro lado de los asistentes por el pasillo de carga y descarga del equipo. Con toda la experiencia que traen, la velada se fue tornando más memorable y trancazos como “Swallowed” y “Little Things” provocaban cada vez más el agradecimiento de la gente. Después de otro momento de pausa, se avientan el cover a “Come Together” de los Beatles y se queda solo Gavin con su guitarra para interpretar “Glycerine” y rematar con “Comedown“. Al final bajan a agradecerle a la gente un gran cierre de gira por Latinoamérica y también salen los miembros de los Stone Temple Pilots a despedirse junto a Bush y así terminar una noche de muy buen Rock que a pesar de la pesadez que implica un domingo.
