RPM: 15 años de The College Dropout de Kanye West

February 14, 2019

The Devil’s tryin’ to break me down:
15 años de The College Dropout de Kanye West

Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

La carrera de Kanye West no empezó en 2004 con la aparición de su debut, The College Dropout. Durante años, el nativo de Chicago, fue el patito feo del Hip Hop. Había hecho labores de productor y de remezclador, una que otra colaboración con Jay-Z y había intentado probar suerte con un mixtape. Pero nadie se lo tomaba muy en serio cuando se paraba enfrente del micrófono. Menos cuando, a finales de los noventa, en la estética del género dominaban las posturas gangstas, la híper sexualización de las mujeres y éste hombre tenía otras cosas en la cabeza. Todavía estaban muy frescos los asesinatos de Tupac Shakur y Notorious B.I.G. y la Costa Este y Oeste estaban en guerra. Durante años, nadie tomó en serio a West porque este muchacho rapeaba sobre ser uno mismo, sus preocupaciones respecto a la fama, la soledad en la que a veces se sentía y temas que al Hip Hop le tenían sin preocupación.

The College Dropout tomó casi cinco años en materializarse. West había empezado a trabajar en él desde inicios de 1999 y poco a poco lo fue armando, a base de prueba y error. Aprendiendo y puliendo el oficio, parando la oreja y coleccionando beats y samplers. Cuando por fin apareció, a principios de 2004, tomó desprevenido a más de uno. West fluía con sus rimas, le había devuelto un toque R&B al género, sampleaba a Aretha Franklin y a varios de sus héroes, y cuando no los sampleaba usaba una técnica poco socorrida en ese momento, pero que se convertiría en la marca de la casa: la interpolación. En vez de usar un sampleo, West ponía a alguien a cantar la melodía de una canción que le gustaba y él rapeaba encima (“All Falls Down”). Invitó a sus amigos a los que él siempre ayudó y estos le pagaron con creces (“Never Let Me Down” con Jay-Z, “Breathe In Breathe Out” con Ludacris). Le regresó el humor al género por medio de skits en los que se enfrentaba a un imaginario consejero universitario, y al final entregó un álbum medianamente conceptual sobre mandar todo al diablo y seguir sus propias ambiciones (“Jesus Walks”, “We Don’t Care”). De ahí el título. Kanye West, desde aquí, se construyó como el personaje problemático en el que ha resultado a últimas fechas, megalómano y explosivamente creativo sin temor a querer conquistar al mundo. West siempre fue un provocador, pero de distinta forma a los grandes del gremio. West no quería sacar una pistola y balear al primer policía que se le parara enfrente. Lo que él quería era que el mundo lo conociera y estar en boca de todos pero seduciendo lentamente a quien lo escuchara.

The College Dropout es un manifiesto y una pancarta plantada ante la cara de todas las personas que nunca creyeron en Kanye West. Es mostrar otra cara de la moneda respecto a las falsas limitaciones que el Hip Hop puede imponerse a sí mismo. Es el resultado de años de arduo trabajo y de saber que, al final, siempre se tuvo la razón.

Post escrito por: Ernesto Acosta

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