Pato Watson
Cósmico
We Don’t Play GTRS
Por Tlaloc Ruiz @tlalocorg
Pato Watson es leyenda. Una referencia en los clubes y fiestas mexicanos que sin necesidad de investigar mucho, su nombre es inmediata referencia a una de las figuras claves en el juego del House y el Nu Disco en nuestro país, y su segundo LP solista es toda esa maestría puesta en ejecución.
Fundador del sello We Don’t Play GTRS, mitad creativa de los icónicos NSM… PSM, creativo detrás de la producción de proyectos como Banda Bastön, Instituto Mexicano del Sonido, Métrka y hasta pionero en el sneaker game y los mash ups en nuestro país, no era para menos que el sucesor del aclamado Wato Patson estuviera a la altura creativa de quien como sí nada ha remezclado a Felix Da Housecat, Ladytron y Jamiroquai.
Más que un sabio manejo de tiempos para construir un mood en un álbum tan sensual como espiritual, Cósmico es una invitación a una fiesta diferente. No se trata de los antros de música saturada y ritmos catatónicos que hoy día abundan en los parlantes y audífonos de la ciudad, sino es una puerta a un mind set de ritmos que muchos parecen haber olvidado, ¿qué pasó con las geniales noches de Nu Disco y Electro House que solían crear historia? Pato Watson nos lo recuerda creando no una pista de baile, sino una de despegue para nuestra nave espacial.
Al arrancar con “In” y seguir con “Calling Home”, el álbum calienta rápidamente para pasar a eufóricas manifestaciones como latidos de corazón. Sin mucho diálogo, sin vocalistas invitadas para darnos coros o algo a qué aferrarnos, el disco es etéreo y casi infinito.
La genial “Dancin’” da cátedra de cómo hacer algo bello en beats de una forma tan básica y sencilla, que sin necesidad de meterse en líos o raros experimentos, nos transporta a un momento en el espacio tiempo de vehículos voladores, trajes color cromo y cascos bajo luces incandescentes; con algo de Funk y un poco de Techno, el viaje interplanetario dancístico sigue en “Interplanetario” como si nuestra nave espacial fuera pasando por asteroides con palmeras neón y tragos con sombrillas eléctricas.
Un poco más de una hora dura este deleite de buen gusto; la transición de “Future” a la brillante “Solar” expone su impecable técnica y el gran entendimiento que tiene Pato para no perder el mood de lo que bien podría ser un álbum concepto de total sintonía musical.
Este disco trasciende para trasladarnos por armónicas experiencias auditivas que nos llevan a paisajes fuera de la órbita terrestre. Una placa vigorosa, una invitación al clubbing inteligente y que es sumamente raro hoy día en la producción electrónica en nuestro país. Cosmico es onírico, seductor y una placa atemporal que esperamos llegue más pronto que tarde a los oídos de muchos.
