RPM: 15 años de American Idiot de Green Day

September 19, 2019

american idiot

I beg to dream and differ:
15 años de American Idiot de Green Day

Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

Después de Dookie, Green Day vivió el peor lado de la fama y el estrellato en el Rock: la presión de repetir o sobrepasar el éxito de aquel debut en una discográfica mayor. No lo lograron. Se hicieron de una fanbase leal (habiendo sacrificado la que ya tenían previo a aquel álbum), que les aplaudió Insomniac (1995) y Nimrod (1997). Incluso tuvieron algo parecido a un éxito con un sencillo de ese último disco, pero nada a la altura de lo de antes. Esa misma fanbase se rascó la cabeza cuando Billie Joe Armstrong, Mike Dirnt y Tré Cool lanzaron Warning en el 2000. ¿Los punks que iniciaron una guerra de lodo sobre el escenario de Woodstock 94 se estaban volviendo Daddy Rock? ¿Qué era esto? En detrimento de las ventas, pero en ascenso en su calidad compositora, el trío estaba en una encrucijada al inicio del siglo XXI. O hallaban la manera de repetir el éxito sin sacrificar su visión artística, o Green Day se acababa de una vez por todas. En una de las reinvenciones más extremas que un grupo haya dado en años recientes, se fueron por el primer camino.



American Idiot es un Green Day sobrepasando el desmadre y el enojo adolescente para dar pie a una banda que quería alcanzar las alturas del The Who operístico y el The Clash más políticamente consciente. ¿Lo lograron? A 15 años, la banda sigue estando en plena forma, como se vio en el Corona Capital de 2017 y ese épico cierre de tres horas en el escenario principal. Y todo fue gracias a las decisiones que tomaron en 2004. American Idiot es una ópera Punk-Rock que retrata la desesperación del momento histórico que estábamos viviendo en aquel entonces. Estados Unidos estaba enfrascado en una guerra sin sentido y que aparentemente no tenía final, parecía como que todo el mundo se hubiera vuelto, en efecto, idiota, y la generación más joven no tenía idea de hacia dónde moverse. Que quede claro que estoy hablando de 2004, no de 2019. Todo visto a través de los ojos de un personaje llamado St. Jimmy, en voz de Armstrong. Al crear a un yo alterno, el cantante tuvo oportunidad de expandirse en territorios sin explorar para la banda previamente. Mini-suites de diez minutos (“Jesus Of Suburbia”, “Homecoming”), Power Ballads (“Wake Me Up When September Ends”, “Give Me Novocaine”, “Boulevard Of Broken Dreams”), coros épicos (“Are We The Waiting”, “Holiday”), y en general un nuevo estilo lírico, pero sin perder casi nada del filo de antaño (“St. Jimmy”, “American Idiot”, “She’s A Rebel”). El concepto de una ópera Punk no era nada nuevo, Hüsker Dü lo había hecho en 1984 con Zen Arcade, pero Green Day lo masificó como nadie hasta ese momento. Y que conste que eso no tiene nada de malo. A diferencia de cuando dieron el salto a una disquera grande, aquí los viejos fans (los de los noventa) no se alienaron, y su fanbase creció exponencialmente. Los fans que se habían rascado la cabeza cuatro años antes, ahora entendían que Warning sólo había sido un prólogo (quizá un poco fallido) para la gran novela americana sonora que los de California tenían pensada.

Diez años después de Dookie, Green Day se volvió por un momento la banda de Rock más grande del mundo, aun contra todos los pronósticos y, chance, hasta sus propias expectativas. El impulso que American Idiot le dio a Green Day se sigue sintiendo hasta la fecha.

Post escrito por: Ernesto Acosta

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