RPM: 40 años de Singles Going Steady de Buzzcocks

September 12, 2019

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I’m not on the make, I just need a break:
40 años de Singles Going Steady de Buzzcocks

Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

La relación de Estados Unidos con una gran parte de la música que viene de Gran Bretaña es complicada. Por alguna razón, durante los sesenta, setenta y parte de los ochenta, los ejecutivos de las disqueras eran miopes respecto a lo que podía o no pegar en sus tierras. Las disqueras bloqueaban lanzamientos, o en el mejor de los casos, dictaban el contenido de los álbumes para, según ellas, acoplarse al gusto de los consumidores. Tijereteaban a su antojo álbumes que artistas y productores concebían más que como una simple colección de canciones. Los principales afectados fueron los Beatles, los Stones, The Who, y los Kinks en los sesenta. En los setenta, la costumbre no cambió y The Clash, en Estados Unidos, terminó lanzando su primer álbum como su segundo porque a alguien en la disquera no le gustaba el orden y la selección de canciones que ese fragmento de perfección musical representaba. Muchas veces, esas colecciones especiales eran un desastre, y no le hacían ningún favor a los artistas.

En 1979, los Buzzcocks, en el Reino Unido, ya eran una banda establecida. Llevaban dos años de giras, gozaban de cierto éxito y rotación radiofónica, y ya iban sobre su tercer álbum. Una de las bandas clave de la primera oleada del Punk británico, Pete Shelley, Steve Diggle, Steve Garvey, y John Maher, fueron de los primeros en meterle un poco más de melodía a los guitarrazos y su estilo era entre frenético y amigable, pero sin perder nunca el filo. Para 1979, llevaban ocho sencillos que, si bien, no habían sido masivamente exitosos, les habían dado una posición cómoda. Pero en Estados Unidos, la banda era prácticamente desconocida.



Ese año tenían una gira en puerta que les introduciría a los oídos americanos. Pero no tenían nada qué promover porque sus álbumes no habían sido lanzados. A un ejecutivo se le ocurrió armar una compilación de sus sencillos para promocionarlos y a ver qué salía. Estoy seguro que casi sin darse cuenta, su decisión daría pie a uno de los mejores álbumes de la historia. Singles Going Steady es un trancazo. Como no había sucedido con una situación parecida desde que a alguien se le ocurrió armar Meet The Beatles! en 1963 para dar a conocer a los de Liverpool. Al de los Buzzcocks le ayuda mucho la estructura: dieciséis sencillos en un LP. En el primer lado, los lados A, en el segundo, sus respectivos lados B. Así, esto es pura dinamita sonora. Pura canción que ya había probado su valía de un grupo que jamás defraudaba, hasta ese momento. Si a alguien no le había entrado el punk, en primer lugar, o los Buzzcocks, en segundo, este era el documento esencial con el que había que clavarse. Las piezas clave para entender de qué se trataba todo estaban aquí: “Orgasm Addict”, “What Do I Get?”, “Ever Fallen In Love (With Someone You Shouldn’t’ve)”, “Promises”, “Everybody’s Happy Nowadays”.

Singles Going Steady es de esos míticos álbumes en donde no hay relleno, no hay piezas sobrantes, ni hay tiempo muerto. Fue el álbum que le vino a dar terapia de electroshock al, para entonces, moribundo Punk norteamericano, y que provocó, sin temor a exagerar, que existiera el Punk californiano y el hardcore representativo de los ochenta. Todo gracias a algún güey de traje en una oficina que se sacó de la manga una estrategia publicitaria.

Post escrito por: Ernesto Acosta

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