RPM: 10 años de Brothers de The Black Keys

May 21, 2020

Brothers The Black Keys

I wouldn’t have it any other way:
10 años de Brothers de The Black Keys

Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

La historia detrás de varios de los discos más significativos en el Rock y anexos muchas veces coincide con el dolor, la decepción y las dificultades de sus creadores. Brothers, el sexto álbum de los Black Keys, no necesariamente es una obra maestra, pero sí es, quizá, su mejor esfuerzo hasta la fecha. Y coincide con una historia de dificultades y encontronazos que sus autores vivieron antes de grabarlo, lo cual da como resultado un desmarque de sus demás trabajos. Antes de grabarlo, Patrick Carney, el baterista de la banda, pasó por una complicada separación y un aun más complicado divorcio. Se peleó con Dan Auerbach, la otra mitad creativa, porque éste se embarcó en un proyecto solista sin avisarle, y llegó a considerar abandonarlo. Para no hacer el cuento largo, luego de una serie de confrontaciones, el dúo hizo las paces y se dirigió a los históricos estudios Muscle Shoals en Alabama, sólo para encontrar que el estado de los mismos era deplorable, por ponerlo amable. Prácticamente, y con ayuda de su productor, Mark Neill, tuvieron que reconstruirlos para que estuvieran apenas utilizables. No sirvió de mucho que, además, los estudios estuvieran en medio de la nada y que fuera de grabar no tuvieran mucho que hacer más que beber y pasear por Walmart. Sin embargo, las sesiones fueron productivas y después de unas semanas The Black Keys tenían el esqueleto de Brothers. El álbum sería terminado en Nueva York y California con la ayuda de Danger Mouse.



Brothers, con toda y su accidentada historia, suena fresco. Y que un álbum de The Black Keys suene fresco podía ser todo un logro a esas alturas de su carrera. El dúo siempre se destacó por ese sonido bluesero, que parecía no tener mucho interés en moverse hacia otro lado que no fuera quedarse en sus influencias (Howlin’ Wolf, Muddy Waters, etc). Lo que Danger Mouse había hecho por ellos en Attack & Release con resultados dudosos, aquí parece cristalizarse en algo que podría haber sido considerado una apuesta a largo plazo que estaba empezando a pagar dividendos. “Too Afraid To Love” suena vieja pero innovadora, por ejemplo. “Tighten Up”, el primer éxito que la banda colocó en listas, parece indicar nuevos aires a una manera de componer que para ese momento ya se sentía que le estaban jugando a la segura. “Next Girl”, según Auerbach, fue la canción que hizo que Carney se desestresara y que terminó por arrancar las sesiones de grabación y llevarlas a buen puerto. En “Sinister Kid” se les escucha desenvueltos y pasándola bien en el estudio.

Brothers suena cavernoso y atemorizante, pero es por la nueva etapa a la que la banda estaba entrando. Es una explosión creativa en la que parecían estar echando toda la carne en el asador, con 15 canciones y casi una hora de duración. Pero lo bueno es que no se les acabó la cuerda, más bien los echó a andar y los metió de lleno a la década que tenían por delante.

Post escrito por: Ernesto Acosta

Post Relacionados