Moonage Daydream:
Desconfigurando a Bowie
Por moonman
Encapsular una entidad como Bowie es un trabajo complicado, y más si consideramos su versátil y cambiante estado: puede ser líquido, sólido pero primordialmente gaseoso… y es que solo se me ocurre esta comparativa luego de ver el viaje que Moonage Daydream ofrece, que a pesar de tener una estructura definida, por momentos se vuelve algo onírico y libre, tal como su creador quiso que comprendiéramos su legado.
A pesar de ser lineal, es interesante ver cómo cada era de su carrera artística comenzaba a interconectarse con el futuro, por lo que las referencias y el increíble material recopilado comienza a dialogar basándose en momentos o conceptos que quería explorar. Un ejemplo: vemos a un Bowie de los 2000s bailar mientras describen sus primeros años.
Este meticuloso trabajo lo realizó Brett Morgen, quien ya lleva décadas dedicado al documental musical: desde Kurt Cobain hasta la historia de la Música Negra en Estados Unidos. Justo como el póster indica, la obsesión de Bowie por los viajes lunares, y el universo (del cual ahora forma parte) se convierte en el escenario para ir viajando en el tiempo y descubrir mediante sus canciones en formato en vivo o remixes actuales hechos por su cómplice Tony Visconti de distintas décadas.
Desde las nuevas versiones “Hallo Spaceboy“, “Modern Love“, “Let’s Dance” o “Sound And Vision” con imágenes inéditas o que no llegaron a la sala de edición de sus videos, vamos viendo, como un espíritu en busca de un cuerpo, todo lo que Bowie nos heredó en vida, así como pequeños datos personales que por su talento han quedado minimizados y opacados.
Definitivamente Moonage Daydream es toda una experiencia que al ser vista y escuchada en una pantalla como IMAX sí le da una dimensión totalmente nueva a su legado. Así que si piensan que esta es otra artimaña barata para seguirle sacando jugo a su legado, no, no lo es, porque su valor radica en darle una nueva dimensión a la estrella negra de Bowie.
