Cuauh:
Sobreviviendo por terquedad
Por Eduardo Lara @lalolarete
“Es como antinatural, ¿no? O sea, todos quieren vivir en el DF, aunque cada que tiemble todo se cae, lo salarios son horribles y no alcanza, pero todos queremos estar aquí. Sobrevivimos en un ambiente hostil, y de esa idea nace Cuauh”.
La primera vez que escuché de Cuauh fue en la pasada edición de Ceremonia, abriendo un escenario. “Sí es un nervio bien difícil, ver un escenario así de grande y la expectativa de no saber si vendrá mucha gente o no. Pero al final todo salió bien y la energía fue increíble. Cuando estuve en el Lunario abriéndole a Benee también estaba nervioso, pero de noche y oscuro pues no se ve nada. Ella quería un proyecto de Trap y así fue como llegué ahí”.
Contando con un EP y varios sencillos, la música de Cuauh es cruda, sucia, ruidosa, y muy comprometida con su propia filosofía. “Es que sobrevivimos por terquedad, y parece ser que tenemos todo en nuestra contra. Y eso nos hace muy hostiles, de eso va “Amanecí en el cielo”, la idea de despertar al lado de perros en la calle, y guardando tus bolillos vas por ahí peleándote con ellos por tu propia comida. Esta realidad que nos afecta a todos, seas grande o joven, nos ataca. Y más porque este momento creativo me vino en pandemia cuando había una cierta psicosis en el aire”.
“Me gusta mucho Ari Aster, se me hace un gran director. Sería un sueño poder hacer un video con él, o salir como un cadáver en alguna de sus películas o algo así jajaja. Me gusta tanto porque me hizo sentir cosas nuevas, y creo que cumple una función primordial del arte: quitar lo automático en la vida y hacernos sentir de nuevo. Cuando escuchas una canción que te gusta tanto ¡pum! Tu vida por un momento se des automatiza y te hace sentir de nuevo. No sé si mi música logre eso, me gusta creer que sí y por eso me escuchan; pero esa es una de mis motivaciones para seguir de necio”.
“El reto de Cuauh es saber que en estos próximos meses estaré durmiendo en sillones, lanzarme en mi primera gira por el país yo solo, descubrir a mi audiencia, ver como responden a lo que hago. Me da mucho miedo pero me emociona mucho también saber que ya no tocaré con audiencias de otros artistas, y ahora ya veré por primera vez a las mías”.
“Mi familia siempre nos apoyó a mi hermano y a mi a hacer estas cosas. No teníamos los recursos para poder experimentar en esto, por lo que comencé haciendo esto como cotorreo. Mis primeras bandas fueron con mi hermano, mi papá nos ponía mucha música, mi hermano estudió después composición y el me dijo `no hagas covers, lánzate a hacer tu propia música´ y lo hice. Y así fue como poco a poco a poco comencé a vivir este sueño, el de ser necio”.
