Reseña: Savages /// Silence Yourself

August 19, 2013

savegesSavages
Silence Yourself
Matador
7.0

Al escuchar Silence Yourself de Savages, me es inevitable no pensar en aquel refrán que dice: “Perro que ladra no muerde”. Y con esto no pretendo insultar a la nueva revelación de cuatro piezas femeninas provenientes de Inglaterra, de hecho lo que han conseguido ha sido tan rápido que casi en poco más de un año de vida del grupo, fue suficiente para conseguir su visita en octubre al Festival Corona Capital, pero tampoco se trata de algo precisamente salvaje u original. Sin embargo, de lo que más puede presumir Savages es de portar sus influencias con una ideología sólida y lograr una personalidad convincente. Porque entonces en ese válido sentido la música de Savages se asienta en una doce de comparaciones desde el Post Punk de Siouxsie and the Banshees y Bauhaus, The Slits, Gang Of Four incluso algo de lo que hacía PJ Harvey algunos ayeres, hasta el New Wave gótico de Joy Division.

Todas estas son las inspiraciones obvias, los parentescos como estrictos regímenes tanto en el sonido como en el mal humor con el que se imprime cada ejecución. Con este acabado pareciera que todo el disco fuese concebido lejos de toda señal de luz, lo cual es un punto a favor, y si sumamos que son chicas que de verdad tratan a los instrumentos a veces sin piedad (“I Am Here“) los vuelve una propuesta convincente. Ayse Hassan es quizá el pilar de Savages, la mujer al mando del bajo quien se encarga de proporcionar los anzuelos más fuertes. El bajo en la mayoría de las canciones se muestra como un neurótico látigo que mantiene dominado al sonido, “Husbands” posee una línea de éste como un robusto mando mientras la guitarra de Gemma Thompson pierde el control y hace batidos de cuerdas, corta y crea ranuras que se llenan con la voz de Jehnny Beth.

Pero así también no podría menospreciar a Fay Milton, la percusión fuerte, impenetrable y también dinámica de “City’s Full“, “Strife“, un minuto de malabarismo sobre tambores en el final de “Hit Me” o “She Will“, en esta última una buena razón del fuerte de Savages cuando suceden espasmos inesperados pero nadie queda fuera de la toma, sus cambios de ritmo son casi impredecibles pero los toman con total control, algo parecido como esas acciones de las que estaba lleno Fever To Tell de los Yeah Yeah Yeahs. La compración vocal de Jehnny Beth con Karen O tampoco es extraña, hay una inspiración de una por la otra, pero en ve de la energía gutural que O Poseía, a veces lo de Beth se siente como una voz quejosa y son pocas las ocasiones en que en conjunción, la música de Savages logra romper su sofocante atmósfera gris, esto sucede en “Shut Up“, su pista estandarte que brilla gracias a musculosos movimientos de bajo, una insistente guitarra y el rompimiento de los metales al mandato de cada vez que se declara “Shut Up!” en medio de una profunda y fría oscuridad.

Así que podría decir que Savages son esos copistas que tienen la capacidad de aprovechar su instrumentación escasa y sus casi inmodificables influencias, lo cual es 100% válido pero no sustentable. Volviendo al refrán con el que inicie mi relato, Silence Yourself logra hacer ruido, logra captar la atención, logra incluso ser convincente, pero nunca “muerde” por ser profundamente convencional y por usar sus significantes sonoros como accesorios comprados y así, no del todo, comprometerse con las sensibilidades artísticas radicales que sostuvieron lo más fértil de esos mismos géneros hace ya algunos años.



Post escrito por: Jose Marr

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