Black Rebel Motorcycle Club @ Vive Cuervo Salón

Foto: BigIdeas (OzCorp)

Si eres fan de Black Rebel DEBISTE haber estado ayer. Con esta frase los que fuimos estaremos recordando los muy buenos momentos que hubo en este concierto; los que no fueron, debo decirles que se perdieron de un perfecto concierto que mostró hasta el último aspecto de la banda, sin dejarnos con la célebre: “Uy, no cantaron _______”.

Para empezar la noche estuvieron Los Weed desde el sur de la ciudad, que la verdad en esta ocasión sí hubo concordancia musical con el telonero y grupo estelar (no como en aquella vez que le abrió Control Machete a U2 y a David Bowie). La reacción de un público, que llenó a ojo de buen cubero un 60% del foro, no fue mala, ya saben uno que otro aplauso y grito, pero lo que se me hizo de muy mal gusto es que ni siquiera se despidieron de la audiencia, sólo el baterista se despidió. Oigan, ya sé que no fuimos a ver a los teloneros, pero por respeto a la audiencia mínimo se hubieran despedido.

Una de las cosas que pasan hoy en día es que con la gran cantidad de bandas nuevas, y discos que le dan seguimiento a la carrera de una banda, uno se llega a perder de muchas cosas o descuida a bandas que alguna vez estuvieron en el top musical personal. Black Rebel no sólo logró salir de esa montaña de discos empolvados, sino que realmente demostró que son una gran banda que no sólo hace brincar a la audiencia con sus sencillos, sino que musicalmente son audaces y versátiles.

La primera parte del concierto soltaron la parte más rocker de su repertorio como “666 Conducer”, “Stop”, “Weapon of Choice”, “Red Eyes and Tears”, “Six Barrel Shotgun”, “Shuffle Your Feet”, “Love Burns”, o “Howl”. Como en casi todos los conciertos hay canciones que son para descansar o dan un “bajón”, pero aquí pasó que Black Rebel extendía las canciones y empezaban a hacer lo que normalmente es muy mamón en los conciertos: el hacer poses con la guitarra o hacer solos, pero ellos lograron que con toda la influencia blusera le diera sentido a estas extensiones de canciones ya que casi al igual que el jazz tienen la libertad de hacerlo para nutrir las canciones. La verdad es que ahce mucho no disfrutaba que alguien hiciera eso.

Hubo varios encores, el primero (y uno de los más “deliciosos”) fue cuando Peter Hayes tocó las canciones más folk del grupo como “Fault Line” con sólo una guitarra acústica y la harmónica, haciendo un simulacro de cómo hubiera sonado Bob Dylan en el Newport Folk Festival. En otro bloque Robert Levon arrastró el micrófono a una pequeña pasarela donde tocó canciones más íntimas como “Mercy”, teniendo un contacto más cercano con la audiencia.

Para el último bloque soltaron las bombas que los dieron a conocer: “Whatever Happened to My Rock and Roll (Punk Song)” y “Spread Your Love”, con la cual cerraron un concierto que gana de nueva cuenta el respeto que había olvidado que le tenía al grupo.