La Habitación Roja + Alondra Bentley @ El Imperial

La Habitación Roja

Alondra Bentley

Fotos: BigIdeas (OzCorp)

“El jueves será el día de las complacencias y peticiones”, dijo Jorge Martí, cantante de La Habitación Roja, durante su corta presentación en el Sounds from Spain. Bueno, el jueves había llegado y desde que se plantaron en el escenario, la avalancha de voces no se tardó en aparecer. Aún cuando en un principio el lugar se observo lúgubremente vacío para cuando salió el grupo de Valencia, la cosa ya era mucho más respetable.

La encargada de telonear el evento fue Alondra Bentley, que ahora, a comparación de su presentación del Sounds from Spain, solo consistió en su melodiosa, suave voz y una guitarra. Sus canciones, despojadas de los arreglos que ejecutaban sus acompañantes, sonaron obviamente desnudas, armazones a las cuales se les puede agregar infinidad de capas y sonidos; el mayor problema es que el cuchicheo natural del lugar se lograba colar en las notas causando a veces una injusta distracción.

Después de un cambio rápido de equipo (más bien, colocación de), La Habitación Roja arrancó con “Largometraje” tomando por sorpresa a todos; a partir de ahí continuarían una tras otra la interpretación de canciones emblemáticas, aún cuando se lograron colar un par de canciones de su nuevo disco (Universal) el setlist consistió principalmente en oldies, canciones que se podrían volver himnos si tuviesen una difusión mas masiva en el país (en el caso “Nunca ganaremos el mundial”, la canción sigue teniendo bastante vigencia en México), pero aún así la gente continuaba gritando e implorando por más canciones, parecía que no alcanzaría la noche para tocar todo lo requerido, no tanto porque no quisieran sino por el tiempo permitido por el lugar. Se volvió una carrera a contra reloj, y todo fue acelerado (especialmente “Por ti”) para meter el mayor número de canciones en el menor tiempo posibles. Cuando se tocó “Cajas tristes”, la banda se retiró y el DJ empezó a poner la música para corrernos, pero después de 5 minutos, la cortaron y para beneplácito de todos, la banda desfiló nuevamente al escenario, diciendo que habían logrado negociar un par de canciones extras. El griterío aquí alcanzo niveles de histeria, todo mundo querían que tocaran la suya. La noche cerró con una muy emotiva: “Los últimos románticos”… de verdadera lagrimita. Cuando terminó, ahora si el DJ no permitiría más interrupciones y para muchos llegóel momento de cazar los autógrafos.