Reseña: Youth Lagoon /// The Year of the Hibernation

Youth Lagoon
The Year of the Hibernation
Fat Possum
8.4

Por: Luis Arce (@lsfarce)

Algunos discos se desenvuelven con una cadencia tan natural como el paso del día, y terminan por presentarse como una experiencia mucho más natural, mucho más intrínseca y mucho más intensa de lo que esperábamos. Estos casos musicales que parten desde una intimidad desenfrenada, a veces desde las puertas cerradas del cuarto, no son pocos; pero sí han alcanzado un grado verdaderamente sublime en álbumes como It’s Wonderful Life o algunos trabajos de Daniel Johnston. De tales exposiciones pueden esperarse algunas cosas, una producción delicada, melodías que son guiadas mucho más por intuición que por el intelecto, y claro, un lirismo intrincado pero capaz de hacernos ver las tenues sensaciones del artista.

Con apenas 22 años de edad, el joven Trevor Powers, desborda su álbum debut en emociones, infesta cada canción con vulnerabilidad y empatía, como aquellos días en los que se está contento dentro de casa, sabiendo que afuera, el sol es radiante. Radiante, esa quizás sea la palabra. En el álbum no hay una sola canción que no sea radiante, que no parezca salida desde la profundidad del corazón de Powers, y grabada una cabaña o un pequeño cuarto a la altura de una colina por donde corre un río, y los árboles dejan ver pocas cosas, excepto la luz solar. El brillo de cada una de ellas se muestra tan pronto el escucha está sumergido en la canción.

Ya con “Posters” y “Cannons”, es difícil no sentirse comprometido con la pacífica intimidad que Powers propone en su música. Las melodías son manejadas por la explícita sensación de estar contemplando algo, y en la música de Youth Lagoon aparece de todo, árboles en llamas, automóviles en llamas, pósters, habitaciones separadas, serpientes, días soleados en invierno, etc. Difícil no dejarse conmover por la repentina explosión melódica de “Posters”, y sobre todo por la dulce empatía que uno puede escuchar en la fantástica “17”. Que contiene también una de las letras más bellas del disco, al recordar con agrado y ansiedad las palabras que su madre le dijo, mientras Trevor era todavía un muchacho con la cabeza de muchos lugares. Lo retomo más adelante.

Grabado durante esos momentos convulsos de la vida, que tiempo después resultan enternecedores, Trevors coloca cada pieza en su lugar, ya aquellas que son participes de la decepción y el adiós inevitable como en “Montana”, ya la proyección de una relación amorosa que se marchita de una manera casi cruel durante “July”. Aún así, la luminosidad de los arreglos, y la exquisita colocación de las melodías garantizan al escucha una experiencia mucho menos deprimente.

The Year of Hibernation es uno de esos álbumes tramados con una delicadeza, espiritualidad y simpatía por grabar y escuchar música, que atraviesan por mundos imaginarios, propuestos de antemano ante la pérdida de algo que posiblemente se queda en el camino cuando tenemos que “madurar”. En algún momento del disco parece que todo se desintegra, pero dejando las herramientas suficientes para comenzarlo todo de nuevo. Posiblemente desde el cuarto, ahora con la ventana abierta. Mirando como afuera, el viento se queda quieto sobre la hierba.

Simplemente se trata de una exposición que el álbum fórmula para sí mismo –retomando “17”: “Don’t stop imagining/The day that you do is the day that you die”. Es bueno saber que por lo menos en “Hibernation”, esa imaginación ya tiene un lugar donde puede resguardarse.

Canciones recomendadas: Posters /// 17 /// Daydream /// Montana

MP3: Youth Lagoon /// Cannons

Videos: Youth Lagoon /// Montana