Reseña: The XX /// Coexist

The XX
Coexist
Terrícolas Imbéciles
7.0

Por José Marr ‏@JR_Marr

2009 fue uno de los años más sorprendentes y activos en lo que va del milenio. Fue un año de pasos trascendentales en la creación de sonidos ya que Dirty Projectors, Animal Collective y Grizzly Bear ingresaron a la élite del indie-rock con sus discos maravillosos. The Antlers se ganaron la admiración de propios y extraños con Hospice y, surgió la gran revelación de The XX con un debut homónimo ya alabado incluso antes de que este saliera al mercado. XX fue un asunto apasionante de R&B inmerso en un infinito profundo y oscuro, con dos amantes llenos de nostalgia en la penumbra del arrepentimiento, increíblemente jóvenes pero con un talento genuino a comparación de lo que sonaba en ese entonces. 36 meses más tarde el ahora trío continua arraigado a su fórmula que los llevo a ganar un Mercury Prize, básicamente el grupo no ha cambiado los elementos de su XX: dubstep inerte, experimentación sutil con la electrónica, reverberación profunda donde el tiempo y espacio no importa, los puntos de guitarra mínimos y a la vez seductores.

Pero ahí, en la línea donde el disco debut fue un éxito patentado por Romy Madley Croft, Oliver Sim, Jamie Smith y la ahora ex-integrante Baria Qureshi, se encontraba la posibilidad de que sin las adecuadas precauciones a su genio minimalista, XX fuera de ser un ensueño a un pseudo arte frustrado. Gracias entonces a los lienzos ligeramente bailables y los discretos ganchos de bajo, el primer disco funciono mejor de lo esperado, esto, es de lo que se ha olvidado Coexist quien es más lento, más denso, más lánguido, más serio, y esto en conjunto suma un disco que no necesariamente busca llevar a un grupo al siguiente nivel de su música.

Las canciones continúan profundamente ahogadas en el reverb de los sueños, mezclada con la justa cantidad de angustia. La diferencia es que son aún más lentas y predecibles; con excepción de “Chained”, todo pulso de bajo ha sido contrarrestado por la depresión interpretativa de Romy Croft, que por cierto, es excelente. Especialmente el enfoque de las melodías y estribillos dibujados de forma tenue sobre la música sigue con el mismo estándar de calidad, pero, al final de todo este despliegue de The XX haciendo prácticamente nada en progresar su sonido, por lo que para los que tenían una alta expectativa por Coexist podría resultar ser una continuación frustrada.

Seguro muchos pensaran que el encanto de Coexist yace en transmitir los mensajes de amor fracturado con el genial dueto de voces de Croft y Oliver Sim, argumento que es cierto. En la lírica los temas poéticos de amor podrían ser repetitivos, pero esto es lo que se conjunta con la voz frágil y el magnetismo que hay en sus interpretes. Entonces es sólo siempre las voces flotando por el aire turbio y la ambientación frívola y vacía, con las escasas excepciones de temas como “Chained” con un espectro más grande de beats huecos y un juego más activo en los tambores de acero. “Sunset” que se desplaza sobre un bajo palpitante encontrando la sincronía con los latidos del corazón del oyente, ademas de que la voz de Croft y Sim en momentos se suspenden sobre brisas densas del entorno y logran ascender su música a como lo fue su debut. Por último “Swept Away” es de lo más completo del disco, al desenvolverse a través del medio sofocado, The XX libera un poco de su dinamismo pasado y ensambla estructuras más integras tanto de pianos, bajo y batería con un filtro inicuo en los altavoces.

Sus detractores opinan que aún con lo poco rescatado, Coexist ha perdido tensión y total fuerza en la conducción, inconsistencia y por consecuencia, impulso. Parece inadecuado para Jamie Smith quien se había encargado de un par de remixes bastante interesantes durante el 2011. Es como si la banda haya decidido por desintoxicar su sonido e ir de lo mejor a lo extremadamente mínimo, incluso en sus letras, cuando hace dos años el tema era escribir sobre el sexo de una forma sutil. Es probable que The XX se esté convirtiendo en una banda sobre-valorada, lo que es verdad es que parece que la llama de su ingenio se está apagando lentamente.

Video: The XX /// Angels @Tokyo