Reseña: TOY /// TOY

TOY
TOY
Heavenly
7.9

Por José Marr @JR_Marr

El significado de hype se ha convertido en un arma de dos filos que la misma prensa inglesa le ha dado a sus bandas nativas antes de siquiera publicar un disco. En muchos casos, los grupos no superan la presión de la responsabilidad para sacar un disco a la altura de la canción/éxito que provoca el revuelo por ellos (The Fratellis, Viva Brother y el caso reciente de Howler), y otros logran salir ilesos con la ayuda de una publicidad mediática (The Vaccines) aunque después terminen siendo una burla para el mundo (Razorlight). Culpa de la prensa presuntamente especializada, culpa de las sellos discográficos, o culpa de los grupos que no mantienen bajo presión su nivel. Nombres van, nombres vienen y parece que no se hayan de nuevo hypes justificados como los de hace 10 años. Afortunadamente siempre se puede estar equivocados y siempre vendrá una en cada 10, conjuntos como TOY para hacer recordar que las bandas inteligentes pueden aprovechar su revuelo como un revulsivo para salir del nido.

Es imposible y TOY no se ha librado de acertadas comparaciones: My Bloody Valentine o Sonic Youth son claros antepasados y más recientemente la semejanza con The Horrors es inevitable. Incluso las portadas de Skying y TOY son consonantes, hay un misterio sonoro escondido tras sus nebulosas llenas de polvo cósmico y materia espacial. Sin embargo TOY se inclina hacia el terreno cuadrado y plano del Kraut Rock, el homónimo debut es un viaje unidireccional en el centro del inmenso infinito, donde las guitarras se consumen entre los lavados de sintetizador, entre polvoriento Shoegaze y voces veraniegas e inertes de su vocalista Tom Dougall. El abridor “Colours Running Out” consolida de inmediato todo lo anterior escrito, apenas comenzando el viaje, el cosmos reacciona sobre los instrumentos rasgando lentamente las guitarras. Demostrado queda que TOY funciona bien en medio del universo, aunque esta es la simplicidad del Kraut rock, pero TOY es el corazón de su propia galaxia y es por eso que temas centrales “Drifting Deeper” y “Motoring” se mantienen cautelosos y adaptándose a lo desconocido en unos cuantos segundos, dando más propulsión en la batería, refinando el sintetizador, aclarando la psicodelia, siempre tienen claro donde están y como deben moverse.

En “My Heart Skips A Beat” TOY se toma un descanso y decide centrarse en el método común de la escritura de canciones de amor, adecuando su estilo en la honestidad de un Pop eclesiástico y atmosférico done casi suena como The Stone Roses. Finalmente, TOY repite el modelo de su canción perfecta, donde rebasados los 4 minutos de duración se vuelven monumentales, los mejores momentos de TOY vienen cuando se extienden en la dimensión del tiempo, ahí está en el centro “Dead And Gone” con una repetida variación de dos acordes que se elevan, se suspenden y suenan turbulentos en su vertiginoso cierre. Pero a la conclusión del disco, “Kopter” desata una oleada de colores y texturas caleidoscópicas, con la fuerza captada en un Rock de Garage y una línea de bajo cayendo en espiral. El último acto de TOY es el descenso a la Tierra y la mayor suma de habilidades del grupo, no me parece exagerado asegurar que esta es una canción a la altura de la obra maestra de Deerhunter “Nothing Ever Happened“, que se acumulan de igual forma en un final heroico, catártico y triunfal.

Lo que se tiene al final, es una banda que lejos de limitarse a ser la onceava versión de alguien más, se toma inspiración del pasado y en una creencia fija mira a las estrellas para hacerse de una identidad, así realmente TOY es una fuente de riqueza de Rock psicodélico ylustrado, y si se pregunta por qué el mundo está tan complacido con el nacimiento de TOY, es porque simplemente son el mejor juguete inventado en el 2012.

Ver: Los mejores discos en inglés de 2012 según MHR

Video: TOY /// Left Myself Behind

Video: TOY /// Lose My Way