Por @Lalecce
Foto Beno Ramirez
Las butacas de prensa en el Auditorio Banamex deberían de vivir aisladas y ser un caso de observación. Llenas de snobs, “periodifans”, gente que no sabe a quien va a ver y gente que quiere ver un concierto.
Eran las 20:45 y llegué ‘raspando’ al recinto de Fundidora para un concierto más del año. The Vaccines ya había iniciando con “Teenage Icon” y la parte baja del Auditorio ya estaba a la mitad de su capacidad. Supe de gente que fue sólo a verlos a ellos. Que disfrutó escuchar las nuevas canciones de los ingléses: “Dream Lover” y “20/20“. Se que decir que The Vaccines resuelve de manera exacta su papel como telonero es un cliché, pero es que de verdad lo hace. La banda es una banda que sería feliz con sus fans en un recinto más pequeño, ellos solos, o a la mitad de cualquier festival del mundo. Definitivamente una de las mejores actuaciones que veremos de un “abridor” durante este año. Más aún cuando cuentas, y cierras tu presentación, con canciones tan poderosas como “If You Wanna” y “Norgaard”.
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Ahora les voy a explicar porque mi amargura del primer párrafo. Justo acababa de decir que cada vez me era más complicado escribir reseñas de conciertos. ¿Es que qué dices?: “La banda salió al escenario, dio lo mejor de si y tocó sus éxitos. La gente cantó y bailó…” eso sin mencionar la ridícula cantidad de celulares que graban durante todo el concierto (esta última línea puede aplicar en cualquier reseña de cualquier concierto del mundo).
Pero algo pasó a las diez de la noche mi “hate” empezó a cambiar. No soy el fan más declarado de Interpol pero me gustan un poco más de la media, por decirlo de algún modo. Un escenario simple, luces, pantalla y la proyección de las manos femeninas de la portada de su nuevo disco: El Pintor. Empezaba a sonar “Say Hello To The Angels” y aún considerando lo buena que es esa canción, todo iba normal. Siguió “Anywhere” y “My Blue Supreme“, ambas del último disco de los neoyorquinos sonaban fino y todo parecía indicar que tendríamos un vendaval de hits y paseos por el nuevo disco. Pero algo pasó después de “Evil” y “Leif Erikson“. Los que fueron dirán que lo que pasó fue que en “My Desire” la proyección de las manos pasó a ser una proyección de visuales, prefiero pensar que a partir de ahí Interpol quiso que ese concierto se volviera casi biográfico.
Cada canción contiene un material visual excepcional, y todo estéticamente se vuelve exacto. La selección del playlist es quirúrgica, pasa por todos los momentos de la banda como si fueran uno solo (si, ya me se el chiste de que todos los discos de Interpol son una canción muy muy larga), como si un corazón decepcionado fuera eterno y es que creo que eternamente hay corazones que se reflejan en la música de esta banda.
Mi momento épico fue “The New“, a mi gusto la mejor canción de Interpol. Y si, los visuales seguían siendo piedra angular del gig. Hagan de cuenta que el intro parte el concierto para llevar por la atmósfera más suave y melancólica del concierto. Casi 6 minutos de absoluta perfección.
Para ese punto la banda ya nos tiene a todos. 5 mil personas celebrando cada uno de los tracks siguientes. Terminan en lo alto con “Not Even Jail“, para después dejar al lugar brincando con “Slow Hands“.
Obviamente iba a haber encore y este se compuso de otras tres joyas: “All The Rage Back Home“, “NYC” y “PDA“. El segundo encore terminó el concierto con “Untitled” canción que suena amenaza pero en realidad es una promesa.
Y así terminó un concierto fino, de esos que no se olvidan y hacen recordar que nunca hay que dejarnos de sorprender.
Setlist
Say Hello to the Angels
Anywhere
My Blue Supreme
Evil
Leif Erikson
My Desire
Rest My Chemistry
Everything Is Wrong
The New
Lights
Breaker 1
Pioneer to the Falls
Not Even Jail
Slow Hands
Encore:
All the Rage Back Home
NYC
PDA
Encore 2:
Untitled
