Taraf de Haïdouks @ El Plaza Condesa

October 26, 2015

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Por Diego Álvarez Rex
Fotos Yunuén Velázquez (OCESA)

Aunque es sabido que la serie de conciertos que El Plaza Condesa solía organizar hace unos años, Latidos del Mundo, resultaron no tener tanta audiencia como esperaban, una de las vertientes del World Music que sin duda encontró hogar en ese foro es la música Balcánica, estilo que hasta festivales ha germinado en el recinto y razón por la que no fue sorpresa que el recital de Taraf de Haïdouks anoche fuese prácticamente lleno total.

Con una trayectoria que independientemente a los más de 25 años de tocar en todas partes del mundo, el grupo ha ganado más y más notoriedad al ser de los pocos sobrevivientes de la música folclórica rumana que conservan un estilo prácticamente puro, es decir, sin mezclar otras vertientes que le den contemporaneidad o vigencia en el mundo del Pop, es esencialmente música Gitana romaní sin tapujos y es entender de donde viene el encanto de agrupaciones modernas como Beirut, DeVotchka y por supuesto, Gogol Bordello (con quienes han hasta compartido escenario).

Un poco pasadas las siete de la tarde, el ensamble tomó el escenario y aunque calentaron unos breves minutos el acordeón y el clarinete, al momento de entrar el violín la fiesta en domingo se desencadenó, y aunque uno esperaría que un recital de “música del mundo” tuviera a todos aplaudiendo y moviendo la cabeza de un lado sobriamente, una enorme sección de la sala brincó como sí no hubiera mañana, tronando los dedos y alzando los píes como sí el suelo estuviera en llamas por las más de dos horas de concierto que darían.

Aunque Marius Manole, acordeonista, intentara dirigirse al público en una extraña e inexplicable mezcla de español, inglés y rumano, lo que el público pedía era música, era baile, y a pesar de que el micrófono del violín se puso rejiego un par de minutos, como sí de “carreritas” se tratara, la banda soltó tema tras tema anunciando el fin de una gira por México que incluyó una parada al Festival Cervantino en Guanajuato y una ecléctica visita al Festival Coordenada en Guadalajara.

Tras un encore que inclusive prendieron las luces y sonaba música de fondo sonorizando la retirada a puertas abiertas, la banda regresó una última vez para interpretar el tema gitano que inspirara las reversiones de “Drang Nach Osten” y “Kalasnjikov” que a muchos les hicieron invitación original a este género tan peculiar, y que por lo mismo, cuando Taraf de Haïdouks cerró su concierto con una pieza tan emblemática, no quedaba más que unirse a la fiesta y bailar como sí no hubiera un mañana.

Post escrito por: Diego Álvarez Rex

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