Reporte MHR desde Argentina: Flor Braier

“Soy una hiperventilada de la búsqueda. Este va a ser un disco lleno de cositas, cosas y cositas”

Por Carolina Vaccia, corresponsal en Sudamérica

Desde Argentina, Flor Braier nos cuenta de su trayectoria y del proceso obsesivo-creativo que ha acompañado a un tercer disco próximo a editarse.

Es verano en Buenos Aires y pocas acciones logran aplacar la sensación adormecedora de los 35 grados de un día de enero, condimentado con una humedad sofocante. Con el cuerpo y la cabeza pegajosos y lentos, lo único que queda activo son los sentidos. Fue en una de esas tardes en que escuché a Flor Braier, cuya música terminó entregándome el toquecito de frescura que justificó mi caluroso malestar.

Esta compositora -un poco argentina y un poco catalana- está en pleno proceso de grabación de su tercer disco. Su música sutil y delicada, en una primera escucha, parece ser sacada del playlist de una adolescente enamorada que se apoya en las notas del Indie Folk para pasar sus días.

Sin embargo, cuando pones más atención y la ves tocar, te das cuenta de que aquí hay camino recorrido, que por esas notas han pasado varias historias, de esas que marcan y uno que otro amor, y que las emociones descritas no son pasajeras, son esas que fueron dejando cicatrices. Así, esta compositora logra la mezcla perfecta entre la inocencia –con melodías juguetonas y casi infantiles- y la profundidad de sus letras e intensidad emotiva con la compone y toca.

La música es parte de su vida y está presente en sus primeros recuerdos: “Mi padre toca el piano y me consta que yo me dormía más tranquila cuando lo escuchaba de fondo”. Y Junto con sus primeros pasos físicos, vinieron sus primeros pasos musicales. Desde muy niña hacía mini composiciones con un pianito en forma de guitarra eléctrica hasta agotar sus pilas y así siguió componiendo sin parar hasta hoy, en sus 36. Pero pasaron mucho años para que se decidiera a mostrar su trabajo.

Todo este mundo de fantasía musical privado se rompió hace un tiempo, cuando sus amigos le pidieron que tocara para ellos: “Compramos un par de vinos, cocinamos y yo toqué muy nerviosa un set de 8, 9 temas míos sola, con la guitarra. Fue una noche muy especial. Sentí que abría algo muy íntimo hasta entonces: mis canciones. Por suerte gustó y me convencieron de tocarlas en vivo. Fue ese empujón necesario para salir del closet y ahí empecé a hacer fechas, a grabar y no paré más”.

Flor Braier es un claro ejemplo de que, más que nunca, las fronteras de las distintas expresiones artísticas son borrosas y que los episodios, hasta los más nimios, aportan a la creación. Escribe poesía, es actriz, ha dado clases de literatura y escritura creativa y, entre todo eso, vive el día a día y hace música.

De ahí que sus influencias son mucho más que musicales: “¡Tantas!… En distintos momentos me interesaron cosas tan diversas q no sabría decirte qué me influenció más, soy muy camaleónica. No sé bien, dónde y cómo se arma ese caldo de influencias que después se plasma en la música propia… La música no se nutre sólo de influencias musicales. La música está en todo. Y me parece increíble”.

¿En qué se traduce su trabajo en lo concreto? Tiene dos discos a su haber y uno en pleno proceso creativo. Todo 100% trabajo independiente.

El primero llamado Pony Feelings (Grabado en Barcelona, Londres y Buenos Aires y editado en Argentina en 2011) fue un primer ejercicio, intencionalmente, sin un concepto muy claro detrás: “Los temas fueron grabados adentro de una carpa con un amigo en Brighton, con una grabadora analógica -una Nagra- de los 60s, q se usaba antes para grabar sonido en cine, otras canciones están grabadas en un baño en Buenos Aires, otras en un estudio en Barcelona. No hay unidad y la idea es que no la haya”.

Después, en el 2014, vino un segundo disco llamado Río (grabado en Buenos Aires y editado en Barcelona ), donde ya se percibe una idea musical más clara: “Si Pony Feelings es más un puzzle muy movedizo, Río es todo lo contrario, es un EP donde las canciones forman un todo muy fluido. Es un viaje sonoro con una búsqueda de unidad musical clarísima”.

Hoy se encuentra grabando su tercer disco, en el que Flor Braier y Rado Valente son co-productores artísticos. Para ella este es un trabajo cargado de intensidad: “Creo que como jefa soy tremenda, lo vuelvo loco porque soy una hiperventilada de la búsqueda. Este va a ser un disco lleno de cositas, cosas y cositas. Él también, por suerte, es muy fan del detalle así que somos buen equipo”.

Así, pensando en su carrera, lo que empezó siendo un proyecto de carácter más bien intimista: “Eso me dio la posibilidad de viajar por un montón de lugares ligera de equipaje -literalmente- acompañándome con la guitarra, tocando en ese formato, sola”, hoy es más bien movedizo e impredecible.

Ese movimiento, viene, por una parte, de la colaboración a través del tiempo, de sus amigos músicos de ambos hemisferios (Argentina: Franco Calluso, Ger Azar, Fer Tur. Europa: Jon Casado, Lorena Cachito, Robin Todd, Raquel Tomás, entre otros) y, por otra, de su deseo de experimentar y su búsqueda incansable, lo que se verá reflejado especialmente en los sonidos. Si bien la guitarra no la dejará de acompañar, así como slides, batería, bajo y sintetizadores, en el presente trabajo está buscando nuevas formas y sentidos musicales.

Por lo que podremos escuchar instrumentos como la viola caipira -típico de la música del interior de Brasil- y algunos nuevos, gracias al aporte de Federico Joselevich Puiggrós –artista electrónico que inventa y arma instrumentos electro mecánicos- cosa que la tienen muy entusiasmada: “Uno es el tubodroide, son unas campanas tubulares que se accionan con pequeños motores y generan un sonido de campanas con una tonalidad disonante. Y el hidrórgano, un instrumento que tiene una esfera de acrílico dentro de la cual hay agua y con un teclado se envían chorros de agua a unas placas de metal, ¡una cosa de locos! También usaremos ambientes y cosas grabadas en distintos lugares”. 

Si bien no sabemos aún con qué nos vamos a encontrar en este tercer disco – que estará terminado para fines de este primer semestre-, podemos intuir que será un trabajo que viene de varias vueltas creativas para llegar a un resultado bastante único. Un trabajo bien pensado pero, sobre todo, bien sentido. Sin duda para refrescar momentos, a esas alturas, en el sudoroso calor del norte o, entibiar emociones en el gélido sur del mundo.

Bandcamp
Facebook
Twitter