Steven Wilson @ El Plaza Condesa

March 12, 2016

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Por Jorge Vigueras
Fotos David Barajas @DavidDBarajas

Con puntualidad británica, el concierto dio comienzo a las 9 en punto proyectando videos de palomas, parques, calles y edificios. De fondo podía apreciarse levemente sonidos de niños jugando y ruido urbano. Levemente se escuchaba unas notas repetitivas de un sintetizador que subían de volumen, mientras que al mismo tiempo las luces del recinto comenzaban a apagarse. La proyección se detuvo en un edificio que fue filmado por muchas horas sin cambiar de toma y que se van viendo todos los cambios que iban ocurriendo durante el transcurso del día hasta llegar la noche y así el reloj marcar las 9:08 de la noche para dar pie a la entrada de los músicos al escenario. Steven Wilson comenzó con “First Regret”.

Wilson saluda a la gente y cuenta una pequeña anécdota relacionada con que dos días antes de su show en la Ciudad de México, se había presentado una de las más fuertes tormentas de la historia de este país y, él agregó que imaginaran lo que era vivir ese mal tiempo volando en un avión para tratar de aterrizar en México. Decía que le seguían temblando las manos después de tan desagradable experiencia. Finalmente, explicó la estructura del concierto, dijo que se dividiría en tres partes: La primera con temas de su más reciente producción, la segunda con canciones de Porcupine Tree y, la tercera con cosas viejas.

A partir de la canción “Hand Cannot Erase”, el bajista sacó un Stick y no dejó de repetir usarlo en varias ocasiones con extremo virtuosismo.

En su gira lo acompaña la cantante israelí Ninet Tayeb, la cual no pudo presentarse la noche de ayer debido a que estaba en Los Ángeles, pero Steven aseguró que para el concierto del domingo 13 ya estaría en México.

Continuó con una canción triste, “Perfect Life” en la que al mismo tiempo pasa una película animada en la que se puede apreciar una mujer con los ojos rojos e hinchados por tanto llorar. Lava trastes, arregla y limpia su casa, asea el cuarto de los niños en donde se encuentran dos camas, ordena los juguetes. Un día, rompe la rutina al cortarse con un plato mientras lo lava y comienza a sangrar, enojándose y aventando los platos al piso, tirando sillas, arrojando todo lo que está a su paso, así golpea algo que hace caer un periódico al piso poniéndose leer la nota que decía: “Un padre y sus hijos mueren en tiroteo“. La madre sale de su casa, mira al cielo y grita a todo pulmón dejando a todos perplejos por las imágenes y la intensidad de la música de la canción.

El sonido del concierto fue espectacular, muy claros cada sonido de los instrumentos, así como también de la voz. Sólo hubo un pequeño error técnico a la mitad de la canción “Routine” en donde se escuchó un fuerte tronido y posteriormente se dejaron de escuchar los instrumentos por unos segundos. Ahí se pudo apreciar el profesionalismo, la experiencia sobre escenarios y el manejo excelente de un artista sobre un escenario cuando todos continuaron su parte hasta que el sonido nuevamente se integró y así terminaron la canción como si nada hubiera sucedido.

Steven Wilson comentó que le dolía la garganta y estaba perdiendo su voz, tosió un poco y así continuó introduciendo a sus cuatro acompañantes, Dave Kilminster en la guitarra, Adam Holzman en los teclados, Nick Beggs en el bajo, y, burlándose un poco de Craig Blundell que tenía un baterista guapo.

Después de casi hora y media de concierto, hizo un intermedio de cerca de 15 minutos.
De vuelta al escenario, preguntó a la gente si querían escuchar algo nuevo e interpretó “My Book of Regrets”, que es el track número 1 de su EP 4 ½ .

Index” fue una de las canciones que más prendieron a la gente, mientras la banda tronaba los dedos, imágenes sincronizadas iban cambiando detrás de ellos. Fuertes distorsiones causadas por combinaciones de sonidos de instrumentos e imágenes de maniquíes.

Wilson habló de cuando se enteró de la muerte de David Bowie. Agregó que existía una casualidad que ambos tenían un tema llamado “Lazarus” de Porcupine Tree y era esa la razón por la que la tocaría para los asistentes al concierto.

Tocó otros temas de Porcupine Tree como “Dark Matter”, “Don’t Hate Me” y “Sleep Together” que fue fascinante y puso a la gente a gritar como locos.

Llegó la hora del encore para entrar a la parte final, donde tocó un par de temas más, otro de Porcupine Tree: “The Sound of Muzak” y cerrando su presentación de tres horas con “The Raven That Refused To Sing”, tema lleno de nostalgia y tristeza, acompañado de un video en el que un viejo que vive en una cabaña en el bosque, extraña y recuerda a su hermana, teniendo a veces alucinaciones de sombras con la silueta de ella. Por la ventana puede ver que hay un cuervo, le pone una trampa y así, cazándolo lo trata de alimentar y domesticar sin éxito alguno. Un día, la sombra de una mano con grandes garras trata de atraparlo cuando aparece la sombra de su hermana para salvarlo, la mano atrapa a la niña dejándola tirada. El anciano, enojado sale de la cabaña con la jaula del cuervo agitándolo haciendo que éste se golpeara hasta quedar inconsciente. Arrepentido, el viejo entra a su casa y ve por la ventana una nube negra que no le permite ver nada. Agarra la jaula, abre la puerta de la jaula y deja volar al ave. Su hermana aparece y lo llama con la mano. El viejo da un paso hacia la oscuridad y al llegar con su hermana se toman de las manos y el concierto llegó a su fin.

Post escrito por: Jorge

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