Reseña: Gorillaz /// Humanz

May 3, 2017

Gorillaz
Humanz
Warner Bros.
7.5

Por José Marr‏ @JR_Marr
Crazy Rhythms Music

Tras largo tiempo sin sacar nuevos proyectos, pero donde Damon Albarn cedió para volver del retiro con Blur es que también se ha dado a la labor de dar continuidad a aquella banda virtual que le dio muy buenos frutos en la década pasada, siendo la más importante, popular y la que mayor cosechas terminó dando alrededor del mundo, estoy casi seguro. Empoderándose como una banda tanto experimental pero sin dejar costumbres sonoras que trae el ex miembro de Blur, su regreso con antecedentes como Demon Days y el lujoso Plastic Beach, auguraban que Humanz de Gorillaz sería su entrada a la década experimental del Hip Hop y quizá -sólo quizá- lo hagan de una manera formidable en días donde se ve un fugaz establecimiento de subgéneros vanguardistas revestidos con los temas actuales que nos asechan en la vida real, tanto políticos como existenciales.

Comencemos por el hecho de que Humanz no genera decepción desde esa parte, era lo que se esperaba, pero no de la forma tan insípida y prefabricada que lo hace. Ya después los problemas grandes surgen desde cómo esta producido el álbum, es una montaña rusa, no de emociones, sino de altibajos, tanto de calidad como irregularmente temático. Como un ejemplo de esto, se encuentra en el primer cuarto del álbum “Ascension“, “Strobelite“, “Saturnz Barz” y “Momentz“, cortes que le pertenecen más a quien hace el featuring porque de Damon hay muy poco. Uno puede creer que con 20 canciones era necesario meter interludios, y lo hicieron, pero también de manera errada. La transición de algo como “Ascension“, refrescante desde la parte de Vince Staples y su colaboración, como los efectos temáticos y la base de sonido, para pasar a algo como “Strobelite“, que aunque no mala y siendo un punto de referencia, es totalmente alineada a lo retro y no tiene punto conexo con “Ascension“, o propiamente con “Saturnz Barz“, una pieza inclinada al lado futurista con un estilo vocal de Dancehall que trae de la mano Popcaan; aunque agradable y fiestera, no suma propiamente a la idea de Humanz que desde aquí, ya está mermada.

En cambio, “Momentz” se luce más de lo que se espera como single, principalmente por lo que hace De La Soul que propiamente la producción de la canción, es bueno ver cómo el colaborador supo mantener el flow de una manera fluida y bastante remarcable. Cabe decir que la letra es la que encripta mejor el que se podría llamar concepto del álbum. Trae a la narración los momentos que queremos revivir de una forma directa y poco evasiva. Pero así como hay lapsos donde Damon no aparece y otros bien equilibrado, otro de los problemas surge cuando se ve participando a los colaboradores poco o nulamente, como es el caso de Danny Brown en “Submission“, que la sostiene básicamente Kelela, porque la canción posee la atmósfera con cual la voz de ella se adecua más, en cambio Danny Brown se ve perjudicado, poco suma su perspectiva, aun cuando se aceleren los BARS de la canción.

Y aunque muchos de estos tracks resguardan su encanto, no puedo decir lo mismo de “Andromeda“, quizá la que ha funcionado mejor para la promoción pero a fin de cuentas, básica, con un sintentizador que estorba más de lo que debería, anti climática. Y aunque escuchar la voz de Albarn es complaciente por la familiaridad y su pereza sedosa, la melodía ya es otro asunto demasiado predecible con unos efectos de sonidos que hacen mancuerna con lo que quiere decir la letra, y aunque “Busted And Blue” rescata ese encuentro nostálgico entre “Andromeda” y su desconjunto, mucho más convincente y hermoso es su apartado lírico.

No es hasta que llega el Interludio “The Elephant“, que anuncia quizás la mejor parte del álbum, “Hallelujah Money“, se resume en lo que debió ser el álbum desde su comienzo; es fatídica, sí, y un tanto apegada a un sentimiento de pánico del liberalismo, pero su ambiente es en lo general, sutil, con un Benjamin Clementine que le agrega mucho al sentido de las letras de la canción. Luego está el paso a un wholesome político como lo es “We Got The Power“, que aunque buena y certera al ir después de “Hallelujah Money“, es bastante simplona en sustancia, los coros parece ser que están para crear reacción artificial, el sonido demasiado nítido es un contraste con lo anterior y por tanto no llega a dar fe y credibilidad en lo que sea que quiera comunicar, si por el título pretende ser un himno, nunca lo será.

Sobresaturado de artistas, de sonidos, de ritmos, de géneros, de colores, de contrastes y aún así con un modelo algo disfuncional para el caso, agregar interludios en algo tan largo y a la vez tan inconexo, hace pesada y tediosa el ya de por sí laberíntico recorrido, no existe un todo en todo Humanz, tomando en cuenta que Damon colaboró con la mayoría de los artistas para impresionar a su hija y no porque persiguiera los propósitos que lo llevaron a crear Plastic Beach, buscando gente que se adecuara a lo que pretendía. Experimentar sin saber qué es lo que se quiere lograr como resultado es un suicidio. Si los Gorillaz querían ser humanos, aquí no lo han logrado, no han tenido suerte con la evolución. O quizá sólo Damon Albarn no debió haber olvidado la computadora en un taxi.

Post escrito por: Jose Marr

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