Entrevista /// Juan Cirerol

Fotos: Roja

Entre un par de chelas y unos cuantos cigarros platicamos con Juan Cirerol, la promesa más joven dentro de la música regional mexicana que nos ha dejado fascinado a muchos.

¿Quién es Juan Cirerol?
Mi nombre es Juan Antonio Cirerol Romero, nací el 8 de junio del 87, soy de Mexicali y soy músico.

¿Cómo comenzaste a interesarte por la música?
Empecé como a los 13 años a oír los discos de un amigo, le robaba cassettes de los Beatles, de Nirvana. De repente un día se me ocurrió pedirle la guitarra a mi prima y sacaba sus canciones, pero mal. Siempre me gustó la música, la batería pero mi amá no me podía comprar una y pues me regaló una guitarra eléctrica.

Ya después me fui enseñando poco a poco a tocar, tomé clases, cursos y empecé a engranarme mucho con eso, ya como a los 15 años era lo único que me importaba. Yo me iba con mi primo Marco a ensayar, salía a la 1 de la tarde y ese vato salía en boxers todo greñudo acabándose de levantar. Siempre fuimos carnales; ese güey entró a un centro de rehabilitación y ahí compuso unas canciones de punk, me las enseñó y las empezamos a tocar. Así empece a saber cómo componer, me guiaba por él.

Después comencé a componer todo yo solo e hicimos un grupo. Él se iba a Tijuana en sus crisis nerviosas y mientras tanto yo hacía cosas diferentes. Un día un vato de una banda muy popular de por acá de Mexicali -que yo era fan de ellos llamada Maniquí Lazer- me invita a tocar con ellos pero en otra banda. Yo dije: “A huevo”. Les hacía segunda, me decían qué tocar y así empece a venir con ellos para el DF y a conocer gente.

¿Que tan diferente era la música que hacías de la de ahora?
Pues antes hacíamos rock, garage o punk; muchas de las bandas de allá como muchas otras de aquí cantan en inglés y a mí me gustaba ese pedo, hasta componía en inglés a veces. Un día Martín y yo, con quien actualmente hago dueto, teníamos una bandilla de punk, con ella hicimos un tour hasta San Francisco, por toda la costa y fue ahí cuando me di cuenta de que no era lo que yo quería hacer, me sentía como falso.

¿En qué género musical te clasificas hoy en día?
Directamente voy como al … mmhh… yo le llamaría como folklore mexicano de Baja California. Le escribo mucho a Mexicali que es de donde soy pues todo lo que soy es de allá, me gusta compartirlo en una forma de intercambio cultural. Lo denominaría como música norteña.

Mi abuelo, que ya tiene 88 años, es vaquero el güey, trabajaba en Texas el vato, escuchaba country, norteño. Él me enseñó -y a todos los sobrinos- música vieja, un chingo de country, norteño. Antes yo decía: “No, yo soy roquero y no puedo tocar norteño, pero de alguna u otra forma, casi involuntariamente siempre supe cómo tocarlo”.

¿Cómo surge el Juan Cirerol que hoy conocemos?
Mi amá se fue a vivir a Puebla y de repente me trajo una guitarra de Paracho. Un día me tomé unas cheves, me relajé en mi cuarto con un cigarro, unos toques como siempre, como le hacemos muchos y compuse 4 canciones que son de las que de repente de pura curada, las subí al Myspace y así fue que me fueron llamando.

El primero que me llamó fue Txema Novelo, el que hizo el video de “Toque y Rol“. Él es como el duro de Vale Vergas Discos y fue como que el primero que le puso la onda. Él fue a Mexicali una vez a hacer un video, un documental o algo así y me grabó unos videos tocando, y poco a pocode acá de este lado (DF) fue por él. De todas maneras yo siempre he tocado donde sea. Si no tengo dinero toco en tacos, restaurantes o algo así.

Estás tocando con Martín del Prado, ¿cómo comenzaron?
Martín es un carnalazo mío de Mexicali, es baterista, es buenísimo. En la época en la que teníamos banda, yo dije: “Quiero que ese vato sea mi baterista. Lo empecé a buscar hasta que nos caímos muy bien y entre otros amigos de la Clica (grupo de amigos) tuvimos una fraternidad muy suave”.

Compuse mis canciones y poco a poco se las fui enseñando a todos, les iban gustando mucho; Martin no fue la excepción, compró una guitarra y me dijo: “¿Qué pedo o qué, un corridito o qué?”. Su papá tiene una maderería y está muy chilo porque ahí íbamos a ensayar.

Comenzamos a escuchar música norteña, estábamos muy familiarizados con ella pero la empezamos a oír más y fuimos sacando canciones entre los dos. Yo sacaba y sacaba canciones… siempre estoy sacando canciones.

Nos fuimos acoplando hasta que le dije: “¡Ah! a pues vamonos a tocar a Hermosillo”. A Marco -con el que empecé- le conseguí un Tololoche, le dije -¡tócalo! y así hicimos una banda: Juan Cirerol y los primos del Norte y ¡pum!, tocamos un par de veces pero mi primo se casó con una morra, se puso a trabajar en otros jales y nos quedamos Martín y yo como dueto.

A veces a Martín no se le mira mucho, casi siempre me miro yo solo pero ya cuando llega él es como ¡pum! un putazote porque el vato toca muy bien, es muy talentoso, es parte fundamental de Juan Cirerol. Toco solo porque de plano no podemos tocar juntos en todos los lugares en los que toco. Martín está estudiando y pues yo le sigo porque es lo que hago. Yo le he dicho: “¿Y si tengo que tocar en otro lugar?”, ese güey me dice: “Pues ¡a huevo! No hay pedo”.

Eres de los pocos músicos jóvenes dentro de este género, ¿crees que hay algún otro?
Hay muchos que manejan el norteño de una forma muy ortodoxa, no conozco a ningún músico de country, todo es muy separado. Yo lo que hago a veces cuando me contratan en Mexicali es tocar corridos. Les toco uno de mis corridos que no son típicos de los que conoce la gente, es mi corrido… les gusta o no les gusta ¿sabes cómo? hay unos que me dicen:“No, un corrido de verdad” y también los toco ¿sabes cómo?.

Yo nomás estoy apegado a la música ranchera y así como que me gusta esa onda, para mí se me hace más madura que el rock. Con el country hay muchas variaciones y hasta se acercan al rock, al rockabilly y esas madres, pero no me gusta tocar rock pues, sólo me gusta tocarlo aquí pues (en casa),  pero para hacer lo que hago y expresarme lo hago con la música ranchera, vaquera ¡a huevo!

Es de familia, es lo que más me gusta, se me hace muy chingón que a mis tíos viejos que me pidan una canción.

Hablando de los corridos, la primera vez que te vi tocar llegaron unos chicos preguntando si era dondelosnarcocorridos ¿Te ha pasado mucho eso?
Si, mucha gente lo asocia con los narcocorridos y sí toco uno que otro. Me gusta la fuerza de la canción, me gusta esa actitud. También te topas con dos-tres razas allá que pues te pagan por hacerles corridos al “Chino”, al “Güero”, un corrido acá que andaba bien loco.

¿No es peligroso?
Pues es como en todos lados hay vatos conflictivos, yo nada más llego a tocar. Sí me ha pasado tocar ahí para “chacas”, ahí  “narquitos” de por ahí pero son muy simpáticos.

Hay güeyes que no son simpáticos o las morras de esos güeyes  pero nunca me ha tocado eso. Allá no es de tocar en lugares públicos, es por contrataciones en fiestas privadas y tienes que tocarles lo que quieren porque por eso te están pagando. Pero pues, yo siempre le meto de mis canciones y van asociándolas, la neta no lo idealizo mucho, yo nomás me pongo a hacer lo mío.

Siendo que tocas algo más mexicano y regional ¿Como se ha recibido tu música?
A mí me va bien, no me ha ido mal. Percibo que a veces les gusta a pura razas como universitarios, artist-ones.

Hermosillo fue de las primeras ciudades a las que empecé a ir y poco a poco la gente fue oyendo y oyendo hasta que empiezas a tocar y te topas con que se saben muchas canciones. He oído que con eso la cuajas para seguir chambeando, ya el dinero es aparte, porque no es como que hagas un chingo de dinero pues, no creo que nadie lo haga, esperemos que igual después.

La neta a mí lo que siempre me ha interesado de la música es el desahogo espiritual, no es el llegar al escenario. Es bonito que te aplaudan, es lo que conlleva la vida de un proyecto artístico, la expectación de la gente, pero yo me desahogo, puedo curármela yo solo, reirme, o cuando ando agüitado ahí lo descargo.

Tus letras son de amor, desamor, de los gringos, de los yankees, de la vida en Mexicali. ¿Las letras son tu vida? ¿Qué es lo que te inspira a escribir?
Yo lo manejo como poesías. Antes de empezar a tocar en un grupo escribía poesía, se la escribía a muchachas que me gustaban pero no se los enseñaba. Me inspiran las morras, las mujeres, me gusta escribirles, agarro una musa y le canto a ella.

Me pongo un cuaderno enfrente, una guitarra y escribo algo. Muchas veces es una invención, una situación inventada de algo en alusión a algo que me pasó. Aunque hay otras veces en que sí y escribes algo que es como un diario. Yo escribo como días, un día completo, qué te sucedió ese día, tal día, puede pasar un rato, te acuerdas, y lo escribes, aquel día.

Las ideas deben salir puras, si lo piensas demasiado sale la idea de la idea, entonces es la idea fabricada. Las canciones que a la gente se les quedan más presentes les gustan por eso.

¿Cuantos discos tienes?
Tengo grabaciones, los manejo como discos en los shows para venderlos como pequeñas colecciones de música. Disco así como oficial y bien maquilado. Ahorita esta Ofrenda al Mictlán que es el primero que grabé en el 2009 con Vale Vergas Discos.

Pienso grabar un disco pronto, ya estamos en esa onda así como más formal, para expandir más, hacerlo más accesible. Estoy trabajando con gente que le tiene mucha confianza a esta onda y tenemos planeado hacerlo bien.

Txema tiene sus planes con “Ofrenda al Mictlán” ya que todavía no lo terminamos de explotar. Ahorita lo voy a seguir promocionando y a su vez vendiendo otros disquitos que hago, yo los maquilo y se venden como pequeñas colecciones.

Ya sabes, el disco en sí de que ¡puta! sacamos un disco pues no, nada más es como grabar todo y tenerlo en constante movimiento para seguir tocando, porque es lo único que se puede esperar.

¿Has pensado en tocar en EUA? ¿Han surgido oportunidades?
Sí han llegado, he tocado en los pueblitos de California, los más cercanos de Mexicali pero pues como se me venció la VISA estadounidense no tengo pensando ahorita hasta que la saque.

¿Cómo se entera la gente de Juan Cirerol?
Fíjate que, si la música es buena llega a muchos lados y pues diría una mentira si no creyera que mi música es buenísima y por eso es que yo creo que se rola tanto. Cuando una música es mala nadie la oye y ahorita ya como que hay mucha gente en muchas partes que van a vernos.

¿Tienes algún manager? ¿Cómo te manejas?
Tengo algunas personas que como que me bookean shows. Apenas comenzó eso de cuando vine al DF hace 2-3 meses, pero no, yo hago todo. A mí me contactan, hablan conmigo, conmigo se negocia y todo queda como en familia, muy curado.

Igual y después se vaya a necesitar, en lugares de más feria donde se necesita más protocolo, pero yo por lo pronto hago todo. Es muy redituable ser independiente, yo solo hago mis discos, le gano todo.

La verdad no sé que onda con las disqueras grandes, he conocido 2-3 artistas famosos y nunca les he preguntado por qué están en una disquera; quizá ya lo necesitan o les conviene pero ahorita yo estoy a gusto así, ya si llega a haber una disquera, ya miras que onda.

¿Que onda con tu blog Claroquenomorire?
Siempre he escrito, es lo que escribo todos los días. Encontré eso de poder publicar, siempre he querido publicar un libro ya después igual se puede hacer, tengo uno corto y miles de poemas.

El blog Claroquenomorire ahí esta, son como poemas o relatos cortos, muy influenciado por Bukowski. Ahora ya uno tiene que ser más formal y eso, antes me valía verga todo, escribía un tanto obscuro, es lo que me gusta. Cuando ando más emputado es cuando escribo más, descubrí a Bukowski y me identifiqué con él. Así es la música y así es lo que escribo, puras narraciones, observaciones, mitos, supersticiones, todo lo que pienso  y se me viene a la mente lo escribo, a veces lo hago con música a veces dejo de escribir música y sólo escribo, siempre de una u otra forma estoy creando algo.

¿Te gustaría añadir algo?
Comuníquense al Facebook, ahí estoy para servirles, para mí es un placer ir a tocar a otros lugares, conocer gente.

Descarga desde la página de Vale Vergas Discos el disco completo de Ofrenda al Mictlán aquí

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