Juan Cirerol sigue siendo aquel incorrecto, inadaptado y solitario

June 7, 2024

juan cirerol

Juan Cirerol sigue siendo aquel incorrecto, inadaptado y solitario

Por Patricia Peñaloza @patipenaloza

En vísperas de su cumpleaños número 37, el torrente escénico de norteño Punk chicalense, Juan Cirerol, dice sentirse “contento, más maduro, tranquilo, totalmente limpio, gustoso de poder seguir tocando para el público del De-Efe”, ése que lo sigue escuchando con el corazón siempre encendido y una infaltable chela en la mano. “Estoy muy emocionado de volver a la Ciudad de México (actuará el sábado 8 de junio, mero día de su cumple, en el foro Dada X), donde tantos compas me han apoyado, y con quienes me siento muy agradecido”, expresó en charla a distancia desde Mexicali, para MHR.



Tras un breve retiro por rehabilitación de 2017 a 2019, con una pausa posterior por pandemia, Cirerol no ha dejado de estar en activo, sobre todo en el norte de México, donde llena cada vez que se presenta: aforos de entre cien y 300 personas, que es donde más a gusto se siente, aunque también ha estado en festivales como Machaca y Bahidorá, ambos en 2023.

En 2023 estuvo un mes de gira en Chile con El Macha (Chico Trujillo). En mayo de 2024 hizo cinco fechas en tres ciudades de Colombia, donde es bien reconocido en la escena musical independiente. Actualmente está promoviendo el sencillo “Volar”, a dueto con la cantautora sonorense Damaris Bojor y a fines de junio estrenará el tema “Cuerpo frío”, cuya portada fue diseñada por Ed Maverick.

Y es que más allá de sus posibles “escándalos”, Juan Cirerol ha sabido defenderse con lo que mejor sabe hacer: la composición incansable de letras y melodías melancólicas, amorosas, tristes, así como su apasionada ejecución vocal e instrumental sobre los escenarios.

juan cirerol

En la serie de documentales Diamante en el mapa (Enumma Studios, 2023; conducida por el cantautor Clemente Castillo, del grupo regio Jumbo), entre muchas otras declaraciones, Juan Cirerol externa que en su momento de mayor desajuste, por ahí de 2015, que al mismo tiempo era cuando mejor le estaba yendo, y tuvo unas 10 mil personas comiendo de su mano en el festival Vive Latino, coreando sus canciones, él sí “se la creyó”: “Lo peor que me pudo pasar es que me fuera bien”, afirma.

Y eso le hizo mucho daño, a su decir, pues “vio que a la gente le agradaba esa actitud rebelde y antisocial”, y esa aceptación lo hacía sentir más seguro. Sin embargo, su conducta se fue volviendo más errática con el consumo, lo que lo envolvió en una espiral negativa de la que le costó salir, hasta que logró hacerlo con autocrítica, voluntad y ganas de vivir… aunque también por necesidad: “Me volví un prisionero de mis propios actos, pero ya luego salí. Me tuve que levantar el castigo a mí mismo por necesidad económica, porque tengo que comer”.

Sobre la relativa fama que le llegó de golpe sin buscarla, recuerda, reflexiona, divaga: “Pues es que yo era un total desconocido, y a mí lo que me gusta es cantar nada más. En la Ciudad (de México) no me juntaba con nadie, me gustaba estar solo. Los mánagers que tuve me insistían en que tenía que trabajar, y me querían llevar al estrellato, y pues lo único que yo quería era comprarme unas cheves. Le agradezco mucho a quienes me ayudaron, pero yo en realidad era y creo que siempre voy a seguir siendo, un inadaptado, no por elección, sino que… no sé, la gente me mira y no puede comprender por qué no tengo ganas de hacer lo mismo que hacen sus amigos; yo llego al lugar un rato y luego me voy a lo mío. No me meto con nadie. Todo ha sido medio irónico porque mi carrera no parece ser una carrera ‘normal’. Yo siento que en la industria soy como un tejón, que vive en su madriguera y sólo sale para robar comidita y se regresa; como un mapache vago…

Juan Cirerol foro indie rocks

Foto @rafalajirafa666

“Lo que siento que nadie cachaba, es que siempre he sido un redneck de Mexicali. Dentro de la línea pasable siempre voy a ser un incorrecto. Pero eso sí, ahora creo que más humilde, agradecido, consciente, formal; ya no me late ser un ojete ni humillar a nadie. Mira, yo soy una persona de clase baja y tuve mi tiempo en que odiaba a toda la humanidad, tiendo a lo antisocial… Y pues, siento que estaba huyendo de cosas… que prefiero no mencionar. Lo que es cierto es que mi conducta errática alcanzó tal grado que el rechazo de la gente empezó a ser cada vez más fuerte y tuve que aceptarlo. Tuve que asumirme como lo que soy: un relegado social, un hombre solitario… Que al menos tiene 200 composiciones (sonríe)”.

Respecto de su compleja relación con la Ciudad de México, en la que el nacido en Mexicali vivió entre 2010 y 2017, dice: “Muchos me auguraban muchísimo éxito, pero lo que más me decían, era que necesitaba disciplina, y en ese entonces yo no la tenía ni la quería tener. Además sentía que allá, por más que estuviera calmado, cualquier pequeño movimiento que hiciera, que para mí era como el de cualquiera del montón, siempre era magnificado y era tomado como algo súper estridente. Yo no entendía eso”.

Quizá porque tu música y tus letras son estridentes, y uno tiende a confundir al personaje de las canciones con la persona, ¿no?
Pues no sé. La cosa es que era algo nuevo y por un lado sí me gustaba ser de pronto tan conocido, pero en el fondo no me sentía cómodo. De hecho, en uno de mis momentos de retiro, me puse a trabajar barriendo en Mexicali; se supo y se hizo demasiado drama, se volvió viral y eso fue bastante molesto para mí. Yo sólo quería agarrar mi sueldo e irme a mi casa. Pero entonces me di cuenta de que no voy a poder desaparecer; ya intenté por un rato no pertenecer a la música, pero como no sé hacer otra cosa y no tengo estudios, pues me tuve que volver a empoderar, aceptarme y seguir tocando. De alguna forma tengo mi buena reputación tocando, tengo calidad musical. Pero creo que como simulador de atmósferas se me pasó la mano (risas). Todas mis controversias en realidad eran un puro performance de redes; era dejar de lado la guitarra y estar de ocioso provocando cosas en la sociedad. Me di cuenta que tenía que dejar de hacer eso, que soy un artista y que si voy a provocar cosas, mejor las provoco en el escenario.

Ahora, sobre el tema del temblor (de 2017), del que ya no quisiera hablar, pues ya pedí disculpas varias veces, pues… Yo no hice nada ilegal, no maté a nadie, no robé a nadie. Lo único que hice fue un comentario fuera de lugar, una tontería de muy mal gusto, eso sí… pero hasta ahí. Hay gente de la Ciudad de México que me ha dicho: “Es que tú aquí eres persona non grata“, y yo: “¡Ay, güey!” No mamen, si sólo soy un rockstar borracho y drogadicto. ¡Ni que fuera político! Yo soy sólo un entretenedor. Y además soy mexicano, tengo libre tránsito y tengo derecho a trabajar. Lo bueno es que quienes me dicen eso, son sólo unas cuantas personas. La primera vez que fui a allá desde entonces, sí tenía miedo, pero ya no. Ahora que he vuelto a tocar allá (Foro Indie Rocks en 2022, Foro Hilvana en 2023 y Pasagüero este año), nadie me ha agredido ni nada. Son más los que me van a ver y cantan conmigo, y me siento muy agradecido.

“Veo mi carrera y mi vida, y siento que aún puedo seguir ofreciendo mucho al rock mexicano”, prosigue. “No es por nada, pero valgo como por tres músicos en el escenario. Hago el mismo escándalo que tres, con la voz, la guitarra, la armónica. Yo sé que transmito cierto poder musical y me siento muy orgulloso de eso, y nadie me va a hacer creer lo contrario, pues me ha costado mis años de práctica. Entonces, a lo mejor podré ser una persona desagradable, pero pues toco chido (risas)”.

juan cirerol

¿Podrías decir que tu obra ha aportado algo a la música popular?
Pues yo siento que sí y que es un gran privilegio. Es algo que no cualquiera puede lograr sostener durante 15 años. No es fácil, pero siento que así ha sido gracias a quienes me siguen brindando la oportunidad de ofrecerles mi música, mis shows, siempre tratando de mejorar día con día.

¿Sientes que el auge de los Corridos Tumbados y el Norteño juvenil en distintas vertientes en el mainstream, han influido para darte un nuevo empujón entre quienes ya te seguían o te empiezan a seguir apenas?
La verdad es que tengo un público muy hermético. Pero aun así, sí siento que esta reciente ola de corridos me está dando un nuevo empujón, claro que sí lo creo. Quizá no tan notorio, porque yo sigo con mi público cautivo, que oye de manera muy específica lo que hago, pero en cierta medida, sí, claro.

Yo sé que ahora ya estás limpio, pero sigues cantando tus rolas sobre consumo, lo cual celebro, porque fue parte de tu vida. ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Cómo transmitir sobre algo en lo que ya no estás?
Pues no es algo tan complicado. Son canciones que la gente espera. Y si la gente las pide, pues ellos son los patrones, son los que me están pagando, así que voy a tocar lo que me pidan cantar. Sí siento raro, pero nomás digo: “Fuck it!” y ya.

Acabas de tocar en Colombia recién en mayo. Sé que allá gustan mucho de la música mexicana. Cuéntanos de tu relación con ese país.
Pues me fue muy bien. Me conocen porque es un lugar que llevo años trabajando y ya he estado en varios festivales: el Estéreo Picnic, Rock al Parque, Festival Centro, Feria Circular… Esta vez fuimos a varios foros, yo solo. Tuvimos dos shows muy buenos en Bogotá, otro en Barranquilla y otro en Medellín, todos de entre 150 y 270 personas. Regresé muy contento. Parece que sí, soy muy querido allá.

spotify juan cirerol

Foto Óscar Villanueva @TheOzCorp

¿Sientes haberte “adelantado” al hecho de mezclar música Norteña con letras que hablan de consumo y fiesta? Tradicionalmente los Corridos hablan más del traficante como héroe, que de consumo y diversión. Eso ahora lo cantan muy normal en el tumbado, por ejemplo, Natanael Cano y Peso Pluma, y antes en el corrido alterado como el Kommander. ¿Cómo te llevas con esa escena musical?
Nunca he sido admitido en esa escena, pero tampoco rechazado. No encajo con ellos, no me topan en realidad. Como que nada más vieron que toco bien la guitarra y me tuvieron que dejar tocar y ya… Para mí es muy difícil decir lo que preguntas. Yo lo único que hice fue mezclar el Country de Johnny Cash con Miguel y Miguel, y letras más o menos influenciadas por (Charles) Bukowski, hasta ahí… Con una actitud muy Punk, eso sí. Vengo del Punk y sigo siendo Punk. Muy, muy, muy Punk. Ahora… Natanael y Peso Pluma hablan mucho menos de drogas que en los corridos que yo escucho comúnmente. Ellos son más de trocas, mujeres, dinero, bling-bling. Yo he oído corridos mucho más explícitos, pero también más finos, que son los que me gusta oír. Me gustan más los corridos viejos de los años 40, 50 y 60, como Carlos y José en su primera etapa, como el Corrido de Julián del Real; de ellos recomiendo el disco Albur de amor. Los corridos de antes hablaban de matazones y pistolas, de gente que ya había muerto. Antes para que te hicieran un corrido tenías que estar muerto. Ahora hablan de gente que mata. La música Norteña siempre ha sido violenta.

Háblame más de esa música. Lo que ahora llamamos Corrido Tumbado en realidad es sierreña, ¿no? Guitarras acústicas, docerolas, bajo acústico, sin metales. Como los Cuates de Sinaloa, que suenan desde los años 90. Ya ahora gente como Conríquez, el mismo Natanael y claro, Peso Pluma, le agregaron metales de la banda Sinaloense
Ese estilo de guitarras en el norte es muy popular. Y sí, algunos le llaman sierreña, otros guitarras campiranas. En ese estilo están también Bertín y Lalo, muy famosos (de Guerrero, desde los 90; para algunos, creadores de la sierreña). Lo de la combinación de instrumentos y géneros es también muy común en la música norteña. Lo que hace Natanael me parece muy bueno, muy adecuado. El papá de Valentín Elizalde (Everardo “Lalo el Gallo”Elizalde) también lo hacía.

¿Una lista de tu background musical básico?
De música norteña, pues los que ya dije: Miguel y Miguel, Carlos y José… Los Alegres de Terán, Los Cuates de Sinaloa, los Picadientes de Caborca, Los Donneños. De Country, Johnny Cash, Hank Williams III, Willie Nelson. De Rock, los Beatles, Bob Dylan… De Punk: NOFX, Ramones, Minor Threat… Y pues tampoco sé tanto (risas)”.

Juan Cirerol:
Toquín de cumple

Sábado 8 de junio.
Dada X Club (Cuauhtémoc 39, 1er piso, Roma)
20:30
Preventa $300, taquilla $350.
Boletos en Arema

Post escrito por: Patricia Peñaloza

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