Reseña: Shabazz Palaces /// Black Up

July 7, 2011

shabazz palaces black up

Black Up
Shabazz Palaces
Sub Pop, 2011
8.7

Por Luis Arce (@lsfarce)

Cuando un disco es capaz de entrar en la categoría de impredecible, generalmente se caracteriza por su versatilidad para jugar con las expectativas del escucha y modificar intrínsecamente su relación con aquello que está escuchando. En cierto sentido, nos estamos enfrentando con algún genio desagradable que se cree mucho más listo que nosotros, pero que al mostrar esa virtud, también pone a prueba nuestra inteligencia y nuestra voluntad para seguir un disco de principio a fin aunque éste parezca, inicialmente una numeración aleatoria de elementos que proponen, o quieren proponer ciertas ideas. La ventaja que tiene el escucha reside en la presentación de estos elementos.

Abstracción, experimentación, reconocimiento, son categorías propias de música que trabaja necesariamente con la inteligencia emocional de su escucha. Ciertamente, algunos escuchas muchos más acostumbrados a las experiencia de la música rock, o el rap un poco más mainstream se encontrarán desconcertados al oír pistas tan poco previsibles como “An Echo from the Hosts That Profess Infinitum” o la sugerente “Youlogy”. Sin embargo, y en caso de que el escucha consiga superar la prueba itinerante que representa “Free Press and Curl”; sus expectativas se verán tremendamente recompensadas.



Black Up de Shabazz Palaces es un disco extraordinario. Hay una impaciencia frenética en la velocidad con la cual los ritmos, sampleos y beats se desenvuelven. Pareciera que Shabazz Palaces formuló distintas proporciones de lo que un ritmo puede significar para garantizar el enfoque heterogéneo de la música que aquí se muestra. De hecho, resulta inútil tratar de explicar como es que tales estructuras funcionan juntas; sólo es posible dejarse acarrear por las sensaciones que cada canción deja tras su paso. Si bien es cierto, requieren –de hecho exigen- un poco de colaboración de nuestra parte, la genialidad de la composición es lo que sobresale.

El caos aparente que rige cada uno de las pistas, es en realidad una reconstrucción necesaria de su propia musicalidad: se reduce a sensaciones que terminan por desbaratar toda idea que pueda materializarse sobre el disco, “Yeah You” es por ejemplo una de las canciones más rítmicamente complejas de todo el disco; y sin embargo se siente como si “Swerve…the Reeping of All That Is Worthwhile (Noir Not Withstanding)”, con su ritmo más repetitivo y lirismo mucho más libre fuera una progresión estrictamente lógica para el cierre del disco. Se corresponden. Con apenas 35 minutos de duración, Black Up reta y demuele las expectativas que podamos señalarnos sobre éste. El equilibrio entre ritmo y lirismo es tan magnético, tan equilibrado y a la vez tan incierto y original, que el escucha sólo puede querer percibir una pista sensacional tras otra.

Después de todo Shabazz Palaces ha planteado en su tercera producción discográfica un reto tremendo para varios escuchas; pero también ha insinuado la formación de una estética propia tan delicada en su composición, como energética en su bizarría. Sí, es un disco difícil, y sí, se trata de hip hop enclaustrado en sensaciones bruscamente programadas. Aquí, cada beat significa una progresión de intelecto; significa una apuesta por el escucha y también por alterar los materiales dispuestos sobre el disco. ¿Impredecible? Claro. ¿Abstracto? Seguro. ¿Complejo? Desde luego. Aún con todas esas condiciones encima, Black Up resulta en una producción musical absorbente, y definitivamente uno de los discos más sobresalientes del año.

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Post escrito por: Luis Arce

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