Por Diego Álvarez Rex
Fotos Cortesía de Rockets
Es más que grato ver nuevas tradiciones que crecen para preferencia del consumo local y que claramente le aportan un escape a las fiestas, conciertos y festivales que ya conocemos, y es que la Noche Electrónica Alemana-Mexicana de este 2015 llegó a un récord de asistencia donde había gente hasta colgada de los barandales.
Seguramente la voz se corrió sobre la inigualable calidad que cada año caracteriza el evento, con pasados casos de éxito como Gebrüder Teichmann, Siurismo y The Notwist, y sin duda sumado al trabajo en conjunto de sellos, festivales, colectivos y promotores como Ensamble y Rockets que fueron los anfitriones de esta iniciativa con apoyo del Instituto Goethe, que han trabajado sin cansancio para colocar a México como un destino en el mapa para la vanguardia en la electrónica, desde el acto inaugural, Jiony.
La calidad de una alineación para un evento que se nutre de al menos cinco actos está en la variedad y en su riqueza como propuesta, y sin duda la NEAM logró otro acierto con el cambio a Convex Mirror (que de electrónica tenían apenas segundos en cada canción), pasó del Hip Hop y el Funk al Stoner y Post Punk, similar al sonido de los costarricenses Colornoise o al de los tejanos True Widow, que recién estrenaban baterista y un show en vivo que atrapó a todos por igual con todo y un par de fallas de audio, dando paso al primer gran momento de baile con ALAS616 y sus sintetizadores modulares análogos que pusieron a sudar el Antiguo Hotel Mancera.
El momento internacional por fin llegó a la media noche con el sonado colectivo Decon/Recon que vaya ofrecieron más de una hora de multifacético y cambiante golpe sónico; compuesto por miembros del sello de Paula Temple, Noise Manifesto en que destacan varios actos que nos visitaran el año pasado por separado como Planningtorock, rRoxymore, la misma Paula y Olof Dreijer, mitad creativa del famoso The Knife, sin duda demostraron las posibilidades de la cohesión creativa al cambiar de consola de repente, moverse de sus lugares sin aviso y tomar rienda cada uno del ritmo pasando del Synth Pop al IDM y oscilando entre experimentación, ruido procesado, ritmos africanos y culminando con duro Techno frente a visuales de primera.
Cada vez más y más gente llegaba y vaya sorpresa se llevaron con el cambio de ambiente al momento que Lena Willikens toma la consola y es que desde el momento que tenía un cráneo rojo a su detrás, los beats y ritmos que dominaron su set fueron de lo sombrío a lo seductor, sin perder un sentimiento de peligro y oscuridad, similar al Industrial y a un House con síntomas de lo desconocido, al momento de regresar Paula a la consola para cerrar la noche, no había persona boquiabierta o que evitara llevarse por los ritmos tan peculiares.
Eran ya casi las 4AM y el ruido procesado de Paula Temple agresivo, feroz y altamente bailable tenía al Hotel de rodillas y si bien ya muchos no aguantaron el baile hasta esas horas, nadie se quería perder un segundo, y bueno, quedará solo esperar al año entrante para ser parte una vez más de una noche única que ya goza de su propia fama y vemos que crece y crece en respuesta.
