RPM: 10 años del debut de The xx

August 15, 2019

xx album

You used to have all the answers:
10 años del debut de The xx

Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_

Cuatro chavitos, estudiantes de arte, encerrados en una ex cochera, grabando de noche durante el invierno del 2008-2009. ¿A qué podría sonar el resultado? Pues a uno de los debuts más originales y particulares en salir del Reino Unido de este lado desde los Libertines. Es más, a uno de los debuts más originales en la historia de la música Pop británica en general, sin temor a exagerar. El dueño de la XL Recordings les dio carta blanca a Jamie Smith, Romy Madley Croft, Oliver Sim y Baria Qureshi para que se explayaran en su primera aventura discográfica. Y ellos lo pagaron con atmósferas oscuras, opresivas, letras desesperanzadas de corazones rotos, ritmos que por momentos coqueteaban con el techno, pero a veces con el Ambient, y otras con el Trip-Hop. The xx se convirtió en el faro más brillante (a pesar de la oscuridad de sus sonidos y sus atuendos) que nos guiaría del final de la primera década del siglo XXI a la segunda.



xx no suena a nada de lo que estaba explotando en ese momento, pero por el simple hecho que durante esos años o sonabas a Hip-Hop mainstream gringo o de plano no sonabas a nada. El entonces cuarteto londinense se fue por lo segundo, lo cual les permitió desenvolverse en absoluta libertad en ritmos nocturnos, urbanos, melancólicos pero sin sonar a un robo descarado de otros artistas o a amateurs que apenas estaban buscando su voz. Hay una madurez impresionante en todo lo que aquí está contenido, musical y líricamente, quizá por la sencillez en la ejecución de las guitarras por parte de Madley Croft y Quareshi, en las profundidades del bajo de Sim, y en los perfectamente cronometrados beats de Smith. Todo eso se complemente con letras claras, directas, sin florituras ni metáforas, de canciones como “VCR”, “Heart Skipped A Beat”, o “Basic Space”. “Shelter” y “Stars” van seduciendo al escucha al tiempo que lo invitan a apagar las luces y dejarse acariciar por la oscuridad. Desde este debut, The xx dejó en claro su estilo, sus preocupaciones estéticas, y sus prioridades. Abrazó a sus influencias: en la edición en vinil aparece un cover a “Hot Like Fire” de Aaliyah que vuelven escalofriante, “Infinity” toma “Wicked Game” de Chris Isaak y la vuelve una experiencia sensorial, con un dejo de frialdad, y que te pone los pelos de punta.

The xx @ Pabellón Cuervo

A diez años de distancia, es interesante ver que The xx se ha tomado su tiempo entre álbum y álbum. Sólo han lanzado dos más, lo cual habla del cuidado que le ponen a su oficio. Un cuidado que ya aquí aparecía en cada una de las once canciones. Esos cuatro chavitos tocando y grabando en una antigua cochera, de noche, se estaban labrando a sí mismos, no sólo como artistas, sino como artesanos. Cada una de estas canciones es perfecta como diamantes pulidos, cada una muestra diferentes caras del mismo estado de ánimo sin jamás sonar repetitivos ni faltos de creatividad. Esto es perfección pop en su máximo esplendor.

 

Post escrito por: Ernesto Acosta

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