Foto Óscar Villanueva
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Por José Marr @JR_Marr
Han pasado los años desde que Mumford & Sons irrumpía en el radar mundial con éxitos como “The Cave” y “I Will Wait“. Poco a poco lo se han ido asentando en su fandom más fiel y se han apartado de ese estilo que los puso en la cima. Afortunadamente han demostrado ser un grupo que quiere algo más que hits románticos melodramáticos a base de acústicas y banjos. Desde su radical cambio en Wilder Mind del 2015 lo lograron y causó gratas impresiones. Su más reciente Delta del 2018 no fue el mejor de sus lanzamientos, pero al menos con algunas gratas canciones dejan claro que quieren expandir sus horizontes e incorporar cosas nuevas a su música.
Eso lleva a que quizá entonces el recinto para esta nueva visita sea de menor medida que aquél Palacio de Los Deportes en 2016. Esta vez Mumford And Sons tuvo cita en el Pepsi Center para su gira Delta Tour, obviamente con un número menor de personas, y obviamente, con canciones que no se equiparan como sus pasadas, en ser hits masivos. Esa es la primera impresión que me da cuando una de sus insignias para presentar Delta el año pasado, fue el tema “If I Say“, el cual, no tuvo cabida en el setlist de la noche del 26 de septiembre.
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La noche fue inaugurada por los australianos Gang Of Youths que poco pudieron conectar con la audiencia. No hay duda que había fans que estaban esperándolos, mismos que cantaron cada una de sus canciones y entendían incluso lo que parecían ser los momentos más sosos, pero la mayoría de su acto careció de emoción y de simpatía por los que no los conocían. David Le’aupepe intentaba dar la impresión de ser una presencia imperativa y fuerte sobre el escenario, pero también empezando a hacer irreverentes movimientos sensuales que más dejaban rostros indiferentes. Bajar y meterse entre el público fue el más innecesario de los intentos cuando realmente nunca se logró un climax para coronarlo con eso.
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La impaciencia entonces fue por Mumford And Sons, que por sobre todas las cosas y a grandes rasgos supo conjuntar un set con piezas de todos sus discos que, sin duda sería la tarea más difícil en no desentonar temas como “Little Lion Man” o “Beloved” entre las primeras de la noche tras abrir con “Guiding Light“. Las memorias de Sigh No More y Babel continúan muy presentes entre los seguidores “Awake My Soul“, “Lover Of The Light” y el gran éxito “I Will Wait” sonaron a lo largo de la noche aunque, increíblemente no fueron piezas ni para cerrar ni para abrir (muchos pensamos que “I Will Wait” era la que concluía el set). Esto deja ver que el catálogo nuevo quizá no vuelva a tener el efecto de atraer masas, pero se ha consagrado bien entre los fanáticos, especialmente los temas de Wilder Mind que pudo ser su suicidio comercial, o un nuevo comienzo, pero desde ayer, la respuesta es clara. “Believe” y “The Wolf” los mejores momentos para escuchar el extremo mas aguerrido en la voz de Marcus Mumford, “Thompkins Square Park” el momento para que los que han sufrido de amor saquen algunas lágrimas y “Ditmas” la dosis perfecta de Pop-Rock en que, como de costumbre, Marcus baja y se llena de de cariño al contacto con la gente (aunque fue más memorable en 2016).
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Los temas de Delta abarcaron gran parte de la noche, no causando los puntos más álgidos pero sí algunos de los más conmovedores. Los sonidos frágiles de “Woman” fueron únicos, la cadencia creciente de “Beloved“, o la estruendosa “Slip Away” alcanzó momentos grandilocuentes. Incluso hubo un par lapsos a loo largo de la noche, donde el público hizo más de lo esperado, como quedarse cantando al final de la canción, o los aplausos eran demasiado extensos que parecía no caber en la imaginación de Marcus. En uno recuerdo que se paró al borde de la tarima y se cubrió la boca casi queriendo llorar, en otro se tapo los ojos y se volteó hacia la batería para no verle el rostro, consumiendo segundos donde de espaldas hacia ver que se estaba fajando la camisa.
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Como buen amante del Folk y para dejar algo más en el recuento de esta visita, Marcus pidió una porra para que los integrantes de Gang Of Youths salieran de nuevo y traer un cover de The Middle East con el tema “Blood“, un tema casi icónico de la oleada Folk británica allá a finales de la década pasada. Fue de lo más álgido de la noche donde los sentimientos fueron de la serenidad al éxtasis. Casi como en general fue la segunda presentación de Mumford And Sons en México, con sus puntos bajos, pero en general dejando un grato recuerdo que hace que, sin duda, esperemos que cumplan con la promesa que hicieron al terminar el show: “regresar pronto”.
