Rubén Blades @ Auditorio Nacional

November 21, 2019

ruben blades

Cortesía

Por José Marr‏ @JR_Marr

Rubén Blades es uno de los íconos más grandes de la música latina, particularmente de la Salsa. Sin embargo aunque sus grandes éxitos populares distan hace muchos años, su carrera ha seguido muy en activo yéndose por otros rumbos al grado que ha tocado en festivales de Jazz de Norteamérica o Europa y en los últimos años, aliado de la Big Band de Roberto Delgado, ha dado un giro a su carrera que le ha valido hasta nominaciones al Grammy.

Numerosas veces ha pasado por México, casi es obligado una vez al año y por varios estados, pero distaba mucho tenerlo sobre el escenario y las paredes del Auditorio Nacional, así fue como se promovía esta vuelta de El Poeta De La Salsa que apenas este año estrenó su Paraíso Road Gang (nominado al Grammy) y que, además lo ha aliado con el grupo compatriota Making Movies. Un cuarteto con integrantes de Panamá, México y radicado en Estados Unidos con una interesantísima fusión de Rock y ritmos afroamericanos y latinos, que igual le cantan al amor o a las injusticias sociales como aquella Salsa-Conciencia de los 60s y 70s.



Making Movies abrió la noche con una fuerte dosis de percusiones y riffs que lo mismo recordaban al Rock de Santana, las fusiones de Paul Simon o el Boogaloo de Ray Barretto, dejando buenas sensaciones con temas como “Locura Colectiva” (con un performance en conversación con Dios que se robó la atención) “Amor De Mis Amores” o la final “No Te Calles“. Intentando dejar algo más que su actuación pero un poco indiferente cuando intentaron conectar un poco más con los presentes.

Rubén Blades salió frente a un recinto al 80% de su capacidad con un opening de la orquesta, dejando lucir el talento panameño de la Big Band de Roberto Delgado. Con un trébol de sus canciones más reconocidas, Rubén salió al escenario, elegante y sobrio para interpretar “Plástico“, “Pablo Pueblo” y “Decisiones“. Aprovechando entre cada una para intervenir con relatos, historias y reflexiones, contó que había visitado una escuela en Tepito, se encomendó a Juan Gabriel para no tropezar del escenario y enmarcó algunas frases como “No hay caso más digna que servir a tu país / El poder no corrompe, el poder desenmascara”, siempre con humor, ameno y cercano… Hasta dio su dirección en el barrio de San Felipe en Panamá, orgulloso de sus orígenes cuando tocó “Las Calles”.

Rubén Blades advirtió que tenía tiempo libre más allá de los 90 minutos que regularmente le dan, por tanto iba a contar historias, por ejemplo contó una conversación con Gabriel García Márquez donde precisaban si “la literatura es Salsa” cuestionando también el Nóbel de literatura de Bob Dylan recitando y cantando “Ojos de Perro Azul“. Habló sobre sus años con Willie Colón y Héctor Lavoe, sus fracasos de intentos en el cine, su etapa con Seis Del Solar (“Te Están Buscando“, “El Pasado No Perdona“, “Cuentas Del Alma“) siempre provocando una que otra risa colectiva.

ruben blades

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“En Panamá en los era muy difícil que yo saliera con chicas,porque sus mamás no sabían cuál iba a ser mi futuro”, frase para introducir a “Ligia Elena” y contar de su amor en años mozos. Pasó por “Todos Vuelven” con con una descarga de sus percusionistas que llenó de energía al auditorio.

Sería demasiado extenso testificar uno a uno los momentos, fue prácticamente como conocer desde un aspecto hasta biográfico a Rubén Blades, por eso, mencionar los highlights resulta más acertado; “Amor y Control” de lo más célebre, “Arayué” cover al gran Ray Barretto, “Watch What Happens” cover a Tony Bennett y una declarada oportunidad de Blades para entrar al swing, un cover al legendario Sinatra y su emblemática “The Way You Look Tonight“, momento sumamente emotivo cuando contó que él estuvo a nada de ser quien pusiera la voz en “El Cantante” inmortalizada por Héctor Lavoe, la reflexión sobre que a sus 71 años tiene más pasado que futuro con “Maestra Vida“, la cúspide de los climax con el clásico de entre los clásicos “Pedro Navaja” y como había quienes dijeron en las oficinas de Fania que era de las peores canciones jamás hechas antes de su lanzamiento, el regocijo de la vertiginosa “Buscando América” con ciertas burlas respetuosas a Cristóbal Colón… Hasta la final, imperativa y casi hímnica “Patria” que el maestro Blades interpretó con los sentimientos a flote intentando contagiar los sentimientos que cada uno debe tener por sus raíces y gente.

Fueron más de 3 horas de concierto que parecía no terminarían, parecía que Blades simplemente quería seguir platicando y tocando, incluso después de haberse tomado la foto con todos los músicos y el foro. Extraño fue por eso que abruptamente y con más urgencia que voluntad, se llevaron al frontman aún cuando había quienes lo esperaban al frente con vinilos para alguna firma o autógrafo. Muchos se quedaron sorprendidos y hasta sorprendidos porque había quienes estaban dispuestos a irse mucho más tarde.

Increíble pero tan pronto salir, los mismos músicos de la orquesta ya estaban afuera. Pude preguntarle a uno de ellos y de viva voz me dijo: “Tenemos un set más completo, porque éste (Rubén) se sigue cantando hasta que lo sacan”. La explicación del músico me sorprendió tanto como el recital completo, saber que pudo haber sido aún más duradera una experiencia que ya de por sí había superado mis expectativas.

Rubén Blades es algo así como un equivalente a Paul McCartney en el terreno de la Salsa, por lo tanto para quien está familiarizado con la talla de artista que es resulta en un lujo tenerlo contando con santo y seña, con humor, con espontaneidad la historia que rodea a cada tema. Todo esto a su vez, para un asistente que está acostumbrado a presentaciones de Rock (o derivados) resulta en una vivencia nueva y aumentada como nunca la había presenciado. Y espero que no sea la última.

Post escrito por: Jose Marr

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