The hippies won’t come back:
40 años de Fresh Fruit For Rotting Vegetables de Dead Kennedys
Por Ernesto Acosta Sandoval @erniesandoval_
Si en un mapa se pudiera trazar la ruta que siguió el Punk desde sus inicios hasta el final de su primera etapa, sería algo así como Nueva York-Londres-California. En sus inicios, el movimiento era una mezcla e intento de rescate del Rock and Roll primigenio, pero con una mayor conciencia estética, que contaba con sus primeros exponentes a toda clase de personajes. Igual te encontrabas a artistas plásticos, que a hijos bastardos del Glam Rock y del mundillo literario de Manhattan, Queens y Brooklyn. Luego viajó al Reino Unido en donde se politizó y se agudizó en su estruendo. Se volvió atemorizante y confrontacional. De ahí, regresó al otro lado del Atlántico y atravesó de una costa a la otra para los que estuvieran dispuestos a recibir ese nuevo híbrido del híbrido. Ahí, en ese momento estaban los Dead Kennedys. Originarios de San Francisco, a finales de los setenta, East Bay Ray, 6025, Ted, Klaus Flouride y Jello Biafra, le metieron velocidad y letras altamente politizadas y casi solitos crearon el Hardcore Punk californiano que dominaría al género durante los siguientes años.
Fresh Fruit For Rotting Vegetables, álbum debut de Dead Kennedys, sin embargo, no les dio un pase automático. Tuvieron que firmar primero con un sello británico, Cherry Red, antes de que en Estados Unidos los comenzaran a considerar. Un par de sencillos después, la banda entregó 14 canciones explosivas, frenéticas y sudorosas. Este era el equivalente gringo a Never Mind The Bullocks de los Sex Pistols, el único, acaso, que se le podía poner al tú por tú a lo que la ya para entonces extinta banda británica había comenzado cuatro años antes. Humor ácido, letras corrosivas, una voz casi inteligible, guitarras machacantes. “Kill The Poor”, “Let’s Lynch The Landlord”, “Chemical Warfare” en el lado A tenían todo para iniciar una revolución. Del otro lado, sus dos primeros sencillos “California Über Alles” y “Holiday In Cambodia” , acompañados de, entre otras, un cover divertidísimo a “Viva Las Vegas”, dejaban la mesa puesta para que el Punk de este lado del mundo reiniciara y retomara lo que sus compatriotas del otro lado del país no habían terminado. Y vaya que lo hizo.
La bola de nieve que esta primera encarnación de los Dead Kennedys echó a andar hace 40 años nadie la detuvo y se hizo cada vez más grande y más nutrida. Es imposible concebir a bandas como Bad Religion, Black Flag, Minor Threat, e incluso parte de la primera oleada de Thrash Metal, sin Fresh Fruit For Rotting Vegetables. La voz de Biafra se volvió un referente para incontables cantantes. Su denuncia a Jerry Brown en “California Über Alles” es una clase magistral de cómo incluir un discurso político en una canción de apenas tres minutos. Estos son los dividendos de aquel Punk surgido en un pequeño club del East Village neoyorquino apenas cinco años antes.
