Foto: Nick UT / POOL / AFP
Esa pared:
Phil Spector (1939-2021)
Por Maza @ideasdelmaza
Ha muerto Phil Spector de Covid a los 81 años. Ha muerto el feminicida convicto de Lana Clarkson y el agresor de Ronnie Spector. Resulta también que era uno de los productores más importantes en la historia del Pop y del Rock. Este no es un obituario laudatorio al hombre, es un recordatorio de su obra en los estudios que no borra ni justifica sus actos.
La carrera de Phil Spector comenzó con los Teddy Bears y su éxito mayúsculo “To know him is to love him”. De ahí saltó a los estudios como productor en donde creó, junto Larry Levine y Stan Ross, la técnica de grabación conocida como “wall of sound”. La cual se caracteriza por el uso un sonido denso y con un eco que hace que las capas de audio engrandezcan y que envuelvan al escucha. Esta técnica se inspiró en las rocolas y en la radio AM para crear una sensación de totalidad. Para establecer el sonido característico de wall of sound se graban simultáneamente en el estudio varias guitarras eléctricas y acústicas a la vez, acompañadas de distinto instrumentos metálicos y de percusión. Esto hace sonar la grabación como estar dentro de una orquesta en un gran auditorio.
Con su “wall of sound”, Spector produjo piezas tan asombrosas como “Be My Baby” de The Ronettes o “River Deep – Mountain High” de Tina Turner. También está “Unchained Melody” de los Righterous Brothers popular por ser la banda sonora de Ghost. Además de estas, el sonido influyó a músicos tan importantes como The Jesus and Mary Chain, Bruce Springsteen, Ringo Starr, Scott Walker o The Beach Boys quienes llevaron al “wall of sound” a un nivel preciosista. No obstante esta huella, Spector será recordado por ser el productor del Let It Be, el polémico último disco de The Beatles.
Para mi, Phil Spector es ese volumen de sonido que envolvía al Let It Be, mi favorito de los de Liverpool. Recuerdo poner el vinilo en el componente, siempre en mono, de mi abuela y enamorarme de ese eco en “Two Of Us” con la guitarra que acude desde el fondo y aparece en nuestras manos. Y la melancolía de “The Long And Winding Road” donde la “wall of sound” es perfecta, con dos altavoces buenos uno se siente en una nevada de sonidos: una joya.
Su Back to Mono (1958–1969) llegó a mis manos a finales de los noventa y encontré canciones tan potentes como “I Wish I Never Saw Sunshine” y “I Love How You Love Me” que me hicieron encontrarme con el pop más melódico y elegante. Ese sonido destellante apareció de nuevo en 2003 con el sencillo “Silent is Easy” de Starsailor, tal vez la mejor canción de la banda.
Ese mismo año Spector asesinó Lana Clarkson. Le colocó una pistola en la boca y disparó. Poco después leí el libro de Ronnie Spector, Be My Baby: How I Survived Mascara, Miniskirts, and Madness, en el que describe el infierno que sufrió durante los en los que estuvo casado con Spector. La pesadilla del encierro y la violencia me recordó a la película El castillo la pureza. A partir de ahí solo he podido pensar en Spector como un criminal con un pasado creativo genial.
Ahora no es momento para extendernos en la discusión de la separación de la obra y el artista. Solo sirva de recordatorio que elegiríamos habernos perdido toda su obra si con ello se hubieran evitado todas las violencias que ejerció.
