RPM: 30 años del debut de Santa Sabina

August 11, 2022

santa sabina album

Viajar en puentes caídos:
30 años del debut de Santa Sabina

Por Ernesto Acosta Sandoval

Algo de lo que no nos podemos quejar en el Rock nacional es que nunca le ha faltado teatralidad ni performatividad. Siempre ha habido un elemento atractivo, sobre todo, en los y las vocalistas de una buena parte de las bandas mexicanas, ya sea en vestimenta, actitudes sobre el escenario, creación de personajes, etcétera. Pero me atrevo a decir que nadie, absolutamente nadie, le llega ni a los talones a Rita Guerrero. Rita conjugaba su oficio original como actriz de teatro, su voz perfecta, su capacidad para contar historias urbanas y al mismo tiempo místicas, con una presencia imbatible en las presentaciones en vivo de Santa Sabina. Ver a la banda en concierto era una experiencia que iba más allá de la música y difícilmente dejaba al espectador indiferente. Y todo queda condensado en el álbum debut de la banda, que por estos días cumple 30 años.



Producido por Alejandro Marcovich, es inevitable escuchar ecos de Caifanes, claro, pero con un toque propio que por momentos juega con el Synthpop (“Azul Casi Morado”), luego viene algo de Rap (“Gasto de Saliva”), pero siempre con un tono misterioso y místico (“Vacío”). Letras que refieren a lo local para luego moverse a alturas casi poéticas (“A La Orilla del Sol”, co-escrita por Adriana Díaz Enciso), es imposible quitarse de la mente a Rita interpretando a los personajes que habitan en estas canciones. Además, claro, los ambientes sonoros creados en gran parte por Juan Sebastián Lach en los teclados y la guitarra de Pablo Valero. Todo sostenido por la sólida batería de Patricio Iglesias y el notorio bajo de Poncho Figueroa. Los antecedentes de los músicos en el Jazz, le dan al álbum un toque sobresaliente entre sus contemporáneos al mezclar algo de Progresivo (“¿Qué te Pasó?”) y Art Rock (“Chicles”, la maciza y perturbadora “Mirrota”) cuando pocos actos locales se aventuraban a tanto.

Santa Sabina, el álbum, muestra a una banda que nació madura, que no está buscando su voz, ni tratando de encontrar el hilo negro. Es un bloque sólido, una maquina bien aceitada, que sabe lo que es y se te planta de frente. En 1992, Santa Sabina era, quizá, la banda que más necesitábamos en México, muestra de una evolución en el género que muchos se negaban a ver. Santa Sabina es, 30 años después, un retrato de su época, en perfecto estado de conservación, una cápsula del tiempo para la gente que se pregunta a qué sonaba, e incluso cómo se veía, el Rock a principios de los noventa en estas latitudes.

Entrevista /// Una canción para Santa Sabina:
30 años de teatralidad y exquisitez sonora

Post escrito por: Ernesto Acosta

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