Supersilverhaze
A Pesar de Todo
Devil in the Woods
8.0
Por Diego Álvarez Rex
¿Es Supersilverhaze la solución a todos nuestros problemas… o la llegada de uno nuevo? ¿El Rock vive o llegaron para demostrar que ya fue? ¿Qué tanto valora usted su tiempo como para leer estas palabras acerca de una banda que puede usted ni siquiera conocer? Sígame para más sorpresas en esta montaña rusa de emociones llamada A Pesar de Todo.
Para quienes aún no estén familiarizados con el trío en cuestión, Supersilverhaze ha tenido una errática carrera en la CDMX medio girando, medio teloneando, medio hueseando con otros músicos, medio sacando canciones en Bandcamp durante ya un rato. Asociados voluntariamente al circuito de la psicodelia local, un LP por parte de Patrippy, Dieglitter (uff) y el Otro (Roy) fue algo así como una promesa incumplida o un plan que se había quedado en papel. ¿Valió la espera? Si, no pudo haber llegado en un mejor momento para la banda.
Vamos al grano: El disco es bueno. Contiene dejos de brillantez y genuina creatividad puesta a trabajar. Es la natural y muy orgánica evolución de una banda que empezó haciendo un Rock destartalado que sonaba a cualquier otra banda que les gustara citar de influencia pero nunca realmente cuajado como un sonido propio; escuchar más cosas, comprender otras, revisitar ideas pasadas, por mencionar algunas obviedades que han robustecido su estilo, complementa un gran acierto que aunque pareciera lógico para muchos, a otras bandas aún les cuesta trabajo: cantar en el idioma que dominan. Lo hizo Zoé y Hello Seahorse, lo hizo Lorelle Meets the Obsolete y Tajak; reza el dicho para escribanos “escribe sobre lo que conoces” que aplica perfectamente a “canta en el idioma que dominas” y al no solo cantar sino componer conscientemente en español, le ha permitido al trío componer lo que fácilmente pueden ser señaladas como sus mejores piezas a la fecha “Nuevo plano, “Hilera Infinita” y “Siempre siempre”. Tal vez entre lo mejor que hemos oído entre los lanzamientos nacionales este año.
Y como si no hubiera más opciones, este LP fue producido en Progreso Nacional en la capital de nuestro país, pero más allá de técnicas de grabación o capas de instrumentalización que muchas veces van sobradas, las canciones por si son buenas. Asociar este nuevo sonido sería un tanto injusto ya que les resta de una identidad que realmente se han ganado, pero si ayuda para guiarse un poco, pensemos en los momentos clásicos de W.I.T.C.H., Dug Dugs o el CAN de Malcolm Mooney (eso sí, eviten sus horrendos vídeos a toda costa). Los intermedios instrumentales que hay sorteados por el álbum (Titulados simplemente “I”, “II” y “III”) son momentos meritoriamente geniales por el sencillo hecho de seguir empujándose a sí mismos fuera del verso-coro-verso aunque sea como ejercicio lúdico.
Entonces, si usted está buscando una banda que pueda presumir que está “poniendo en alto” el Rock nacional, o el Rock en español, o que entre su colección de talentos nuevos pueda con toda la confianza enseñarle hasta a sus papás que gustan del trabajo de John Fogerty y Jim Morrison, esto es lo que usted necesita. Si es la solución a un dilema. Es un Rock genuino que se jacta de serlo, joven, sin pretensiones y optimista. Inofensivo y lleno de luz. Fe en el Rock: restaurada.