Cortesía César Vicuña (OCESA)
Cortesía César Vicuña (OCESA)
Cortesía César Vicuña (OCESA)
Cortesía César Vicuña (OCESA)
Cortesía César Vicuña (OCESA)
Turnstile y el resurgir del Hardcore/Punk
colándose en audiencias más mainstream
Por Omar Oses @soyoses
En una noche que prometía ser emocionante, el Pabellón Oeste del Palacio de los Deportes presenció un line-up estelar empezó con Margaritas Podridas como representante mexicano, seguido por las bandas californianas Drain y Ceremony, esta última ya familiar para los fans mexicanos tras visitas anteriores. Todo esto, sirvió como el preludio perfecto para el primer show como headliners de Turnstile en México, banda que ya había dejado un buen sabor de bocas en la edición 2021 del Corona Capital y en el festival The World Is A Vampire.
El set de la banda empezó con un intro playback de “I Wanna Dance With Somebody” de Whitney Houston y finalizó, Turnstile irrumpió en el escenario con una energía arrolladora, lanzándose directamente a su set de 19 canciones con “Mistery“, el corte de apertura de su aclamado álbum Glow On. La conexión entre la banda y sus seguidores era palpable desde el primer momento, con los fanáticos coreando cada palabra.
A lo largo de la noche, el repertorio de Turnstile se balanceó entre pistas de su álbum más reciente y clásicos de su discografía, ofreciendo una experiencia completa para los fieles seguidores y los recién llegados por igual. Brendan Yates, poco conversador en tarima, creo un vínculo especial al darle la bienvenida a la audiencia a sus show y cantando en unisono a la fanatica con el tema, “UNDERWATER BOI“, también otro momento de conexión se vivió con la conocida “Alien Love Call“, y por supuesto, los moshpits, crowdsurfing, cervezas volando por los aires y la audiencia entusiasmada, no se hizo esperar con tracks como “HOLIDAY” y “WILD WRLD”.
Con cada canción, Turnstile demostró ser referente y punta de lanza de una nueva ola de sonido en el Hardcore/Punk, una banda con un sonido que se pasea entre lo tradicional y lo innovador para revitalizar una escena que por mucho tiempo, estuvo estancada.
También, sirvió como premio de consolación para los fanáticos que no pudieron ir el martes a Blink-182 ya que el mismísimo Travis Barker, estuvo en el evento como espectador.
