Reseña: Rosalía /// LUX

November 7, 2025

rosalia lux portada

Rosalía
LUX
Columbia Records
8.5

La luz de lo divino, la luz de Rosalía

Mientras me dispongo a escribir esta reseña, estoy escuchando por nosecuenteava vez el track 7 del LUX. Quiero pensar que es coincidencia, pero la vida se aferra a decirme que no.

Antes de que usted emita algún juicio sobre quien escribe este texto, quiero darle algunos prejuicios para que pueda tener contexto. Quien escribe tiene una cruz tatuada en el antebrazo derecho (desde 2019), una pulsera de la Virgen de Fátima en la muñeca del brazo antes mencionado (de este año, gracias mamá), una pulsera de San Judas en la mano izquierda (también de este año, gracias Sofía), una de la Virgen de Guadalupe (circa 2018), y estoy “jurado” de ir a la iglesia de San Hipólito todos los días 18 de cada mes durante un año (desde agosto). So… tengo todo el derecho de hablar del LUX sin andar de “mamador” con la nueva (aparente) espiritualidad de Rosalía.



Recibí un mensaje hace algunas horas preguntándome si ya había escuchado el disco. Luego, una pregunta; luego, un diálogo con mi editor; y luego de cuatro veces de escuchar el disco, vamos a la reseña.

Tenía muchas expectativas de este disco. Es como un vínculo raro de alguien que, en 2017, dijo que Los Ángeles tenía “algo”; que en 2018 argumentaba que mucho de El Mal Querer era gracias a El Guincho; y que en 2019 estaba al pendiente de la presentación de Rosalía en el último Ceremonia (¿ya detuvieron a alguien? no, bueno) en Toluca. Entonces, un disco tan “esperado” era un premio a “mi visión”. Gen Zs, jóvenes, adultos, canosos, señoras, lesbianas, Zane Lowe… todo el mundo andaba mame y mame con “Berghain“, de que era épico, cambia vidas, insólito… pues les voy a decir algo.

Empezamos con que Noah Goldstein (productor) está detrás de este disco. ¿Que quién es? Un señor que está detrás de muchos de tus tracks favoritos (y más populares) de Don Ye (por cierto, ¿ya se registraron para el concierto?). También Sir Dylan Wiggins, con quien ya había trabajado la señorita Rosalía y quien también tiene en su maleta haber producido a Ariana Grande, The Weeknd, Solange y varios tracks del SWAG de Justin Bieber. Ahí hay dos mezclas que para nada son casualidad: el avant-garde sonoro de Goldstein y el “Ring Pop” de Dylan. Si le sumamos la “divinidad”, en teoría tenemos uno de los mejores discos del año… pero vamos a mi opinión al respecto.

Sexo, Violencia y Llantas“: mi nueva espiritualidad me hace pensar que esta es la canción que voy a poner la siguiente vez que entre a San Hipólito. Ya me vi con velo negro y un ramo de margaritas viendo hacia abajo… es épico, pomposo y apantallante. Gran intro que da pie a uno de mis highlights más altos del disco: “Reliquia“.

Hoy particularmente se sintió fuerte esa canción. Aunque la letra puede sonar al Turista Mundial, el mensaje de autoconocimiento y salvación, con analogías a emociones comparables —según mi Rosy— a la agonía de Santa Teresa de Jesús o de Jesús mismo. Te entiendo, Rosalía. Mi corazón también ya es una reliquia. (P. D. Hay un hint ahí al C. Tangana y al Rauw).

Divinize” es otra gran canción, potente en sonido (gracias, Goldstein) y con una lírica referente a tu cuento favorito del Génesis… y en catalán, mayormente. “Porcelana” es un roloooón, otro de mis favoritos, donde desquitamos el Duolingo; lírica y sonoramente es intimidante, intrigante y, por ende, apasionante.

Mio Cristo Piange Diamente” me tiene llorando de una manera desconsolada. Gracias a quienes han orado por mí; gracias a quienes he estado en sus oraciones, créanme que están en las mías. Este se lo ponen a sus abuelitas y, aunque la letra se trate de un amor imposible, ellas van a creer que es para Diosito… y el final… épico.

Luego, “Berghain“… me da gusto esta manifestación del amor a través de la vulnerabilidad: desde lo etéreo (en la voz de Björk) y luego desde lo irracional y animal (en la voz de Yves Tumor). Siento que cuando salió no quise impresionarme con el track, pero sin duda es un equilibrio en el disco y uno de las mejores canciones del año.

Perdón, pero con “La Perla” yo no pude evitar pensar en Chavela Vargas cantando “Paloma Negra“. Pasando esa referencia, este es el track 7 del disco… y por alguna razón, uno de mis favoritos. Yahritza y Su Esencia para nada desentonan en el marco divino del disco. Gran, gran track. Y si le gusta el morbo, póngale atención a la canción “PROMESA” de Rauw y Rosalía.

Aquí se pone raro. “Mundo Nuevo” suena a un track de Los Ángeles, pero con presupuesto. Nada memorable. Sobre ese mismo tenor suena “De Madrugá“, pero que la señorita Vila Tobella luce su nueva calidad vocal, eso es innegable.

Luego viene un track medio raro como “Dios Es Un Stalker“. Está bonita la analogía de que Dios nos sigue como uno sigue a quien ama, porque Dios nos ama y así; pero acá me suena a un track perdido (y más producido) de El Mal Querer. Me gusta, pero hasta ahí.

La Yugular” es un muy, muy lindo track, en lírica e instrumentación. Solo el tiempo dirá si esto es el nuevo Pop y, a nivel de ausencia presencial o memoria musical, si esta canción trasciende como algo que suena idílico. “Sauvignon Blanc” no sale del mismo tenor: con esta canción más de dos generaciones van a entrar o bailar el día de su boda. Bellísimo track.

A “La Rumba del Perdón” pues como que no le entendí. O sea, gusta que la Rumba Flamenca caiga en manos de un productor gringo y nos la traduzca sónicamente. Otro track muy intrigante, pero difícil de escuchar fuera del contexto del disco. Sí, ya les adelanto: este es un disco conceptual.

Sigue “Memória“, y es otra canción que me tiene envuelto en un mar de lágrimas. Sí, sin entenderle (porque, pues, no hablo portugués) ya estaba yo sintiendo melancolía, no manchen cuando analizas la letra y las voces de Rosalía y Carminho… pfff, cómprense Kleenex, chavos.

Magnolias” cierra el disco LUX (en su formato digital) como mi tercera canción elegida para que la pongan el día de mi cremación. Así nomás se la dejo, querido lector.

Mientras escribía esta reseña, vi un post de alguien en Instagram que no quiero dejar de mencionar. Es cierto: la divinidad, lo etéreo y lo espiritual son una belleza constantemente buscada por la pureza y la abstracción que nos generan. Pero este disco es un oasis dentro del caos en el que vivimos actualmente. Es un contraste brutal de belleza, donde todo el entorno es terror y horror.

No soy nadie para darles un consejo, pero amen profundamente, acérquense a su espiritualidad y luego, bajo ese refugio, regresen a la realidad cruel y física que muchos viven y otros somos testigos… espero no pasivos. Busquemos esa luz.

Rosalía, hiciste el mejor disco (conceptual) de este año con LUX.

P. D. Hay tres canciones que no están en la versión digital del LUX, pero que usted puede escuchar en la versión física. Ahí me las platican.

Post escrito por: Lecce

Post Relacionados