Bomba Estéreo
La 33
Por: Raquel Miserachi (antesdelasonce.blogspot.com / Twitter) /// Fotos: cortesía fmx
La combinación de estas dos bandas dejó al Lunario del Auditorio Nacional en llamas. En el suelo se sentía el calor, resultado de la fricción de las suelas en su zapateo crónico. El sonido y el ritmo de las dos bandas es completamente distinto, pero igualmente inflamable.
Liliana Saumet y su banda de cumbancheros colombianos encendieron el pequeño recinto en una horma de calor intenso desde la primera rola. Lo que se veía y lo que se escuchaba era motivo de cachondeo. Entre el electro y la cumbia no se puede evitar sacudir el esqueleto.
La energía de los Bomba Estéreo atrapa desde la primera nota. Verlos en vivo es como aventarse de cabeza al agua, inevitablemente sales mojado. La voz explosiva de Lil’, la intensidad de las percusiones y la guitarra, sumado al toque electrónico hacen “cumbiar con to’o”.
El salseo de La 33 se baila de cerquita. Con una pareja o en la promiscuidad de bailar en colectivo, los concurrentes se deshacían como serpentinas dando vueltas y golpeando el suelo dentro del un-dos-tres marcado por la banda.
La versatilidad de estos muchachos de La 33 es una gran cualidad, que demuestra lo buenos que son como músicos. Entre canciones había reminiscencias del jazz, un poco de merengue y mambo, entre otros géneros que se colaban en las voces que de pronto podían sonar a un pasado de reggae.
La versión salsera de “La pantera Rosa” por La 33 y “Fuego” de la Bomba Estéreo, marcaron las pautas de una excelente noche de desenfreno animal. Cuando dejamos el lugar, el calor corporal hacía humear a la gente en contraste con el aire fresco de la ciudad a media noche.
Ver: Tijuana Sound Machine + Bomba Estéreo @ Monumento a la Revolución
Nooo, qué envidia. Yo vivo en Medellín (colombia) y no sabés lo que daría por ver a esos dos grupos juntos en concierto.