Nick Cave and The Bad Seeds @ Le Trianon, París

February 14, 2013

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Texto y fotos: Alfredo “Maza” Guzmán @ideasdelmaza

Esta reseña podría estar divida en dos partes ya que lo que se presenció en París podrían ser dos conciertos en uno, eso sí, muy diferentes uno del otro.

Agotada apenas en unas horas, el segundo concierto con su nuevo trabajo del australiano estuvo marcado por el desdoblamiento en dos facetas inconexas. Aunque no bien manifiesto, el concierto estuvo divido en dos partes: la primera, dedicada entera al nuevo disco, tocado en su totalidad y orden, y, la segunda, como el mismo Cave anunció, dedicada a unos cuantos clásicos.

La parte correspondiente a Push The Sky Away fue una exhibición madura y respetable de cotidianidad. Si bien el disco había sido destapado en algunas emisoras algunos días antes me resistí a escucharlo para probarlo en directo, y desafortunadamente me dejó algo frío. Es evidente que Cave ha logrado una perfeccionamiento como escritor respetable pero le letras tan perfectas, pulidas al máximo, deslumbran hasta cegar con rimas fáciles que buscan en la palabra más educada una profundidad inalcanzable. No obstante, en “Jubilee Street” o en ““Higgs Boson Blues” alcanza grandes momentos que conmueven al más duro. Musicalmente es evidente que Nick ha dejado a atrás lo mejor; Push the sky away, al menos en directo y con lo que conlleva ser el segundo concierto, suena como un disco de transición. Las melodías son esqueléticas, básicas y sobretodo sin gracia ni cuerpo evocativo. Los teclados ambientales combinados con la difuminada pared de ruido y el coro infantil son monótonos y demuestran poca ambición. De nuevo “Jubilee Street” es la que más resalta y le permite a Cave responde con elegancia pero varios de los tracks pero se le va dan las manos por derroteros convencionales. Como en la última canción, que le da nombre al disco, la cual se asfixia en su ordinaria y tediosa inocencia descafeinada. En vivo el disco deja mucho que desear, esperemos que en estudio y con el paso de los conciertos tome mejor destino.

Al terminar la exposición de su nuevo trabajo The Bad Seeds explotaron el Trianon como pocas veces he visto remontar tal pasividad dejada por ocho canciones. La primera en orden fue la que da título a su primer, From her to eternity, que sonó cual explosión en cementerio. Sin contemplación ni miedo (y sin coro de niños) se lanzaron por “Red Right Hand” en una versión más oscura de lo habitual para dar un respiro con la única de la noche del periodo posterior a la salida de Blixa, “O Children”. A continuación volvieron a los viejos versos con “The ship song” y luego, un momento de dialogo donde Cave presentó “Jack the Ripper” como su punto más alto como músico. La interpretación comenzó con contratiempo pero al final fue un acto de brutalidad inolvidable. Ya con el público entregado y sin dejar tiempo para recobrar el aliento entró un tornado llamado “Deanna” que devastó todo la esperanza de melancolía.

El concierto sería de fuerza. Cave no cocintió la tranquilidad y sacó del piano “Your funeral, My trial” casi enlazada con “Love Letter”, en una versión con él al piano un tanto fallida pero que, ante tanto asombro, pasó a medias desapercibida. Para finalizar tocó “Mercy Seat” que tuvo que detener en el primer verso a causa del batería, pero que retomó como un macabro juez capaza de sentenciarnos a todos con su voz. The Bad Seeds se fueron entre un clamor alucinante y raro para Francia, ante lo cual regresaron con “Stagger Lee” para matar metafóricamente a la audiencia.

Esta última muestra de temple dejó un concierto que comenzó a medias en uno a medias glorioso. El frágil inicio y la corta duración dejaron a muchos sumidos en un empate técnico entre el desconcierto y el éxtasis. El exceso de músicos, coros y cuerdas incluidas, lucieron como un capricho más que una necesidad. Cave es capaz de dar un concierto tan memorable con tan poco que tanto bullicio fue excesivo y contraproducente. El contraste de sonido avejentado que tienen las nuevas canciones con lo increíblemente vigente que suenan aquellas piezas del 1984 y 1986 nos confirman que lo mejor de Cave en el estudio está en el pasado estudio pero que vivo tienen de dónde tirar para destruir un recinto y alegrarle el invierno a cualquiera.

Post escrito por: Maza

2 thoughts on “Nick Cave and The Bad Seeds @ Le Trianon, París

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